Con un auditorio atestado de asistentes fueron recibidas las tres voluntarias de la Asociación para la Acción Voluntaria para las Américas FAVACA.

Ellen Sunshine, Ana Obregón y Mercedes Lorduy, intercambiaron impresiones y experiencias con  mujeres y hombres reunidos en la Fundación Carboandes, quienes  hacen parte de la campaña ¡Párala Ya! Nada justifica la violencia contra las mujeres, movimiento que rechaza toda forma de violencia contra las mujeres.

FACAVA focalizó su acción en tres departamentos de Colombia  por tener los índices más elevados de  violencia contra la mujer: Atlántico, La Guajira y Cesar,  en cada uno hicieron alianzas institucionales  para poder desarrollar una serie de  talleres donde socializan  sus experiencias de vida y todo el conocimiento que tienen en su carrera de más de 20 años trabajando en el estado de La Florida.

Cada una de ellas representa una agencia que trabaja con el apoyo de Departamento de Estado de Estados Unidos y tienen su campo de acción en el estado de La Florida, específicamente en la zona rural de Honster donde trabajan con mujeres inmigrantes víctimas de  violencia doméstica y sexual.

Las mujeres en su mayoría latinoamericanas,  reciben orientación legal y terapéutica para superar su condición de víctimas y lograr tener un espacio social importante en sus comunidades.

Ana Obregón trabaja con una agencia que se llama Mujer en el sur del condado de Miami y también tiene  una línea de crisis en todo el estado  de La Florida. Ella pondrá a disposición todo su conocimiento para  brindar  entrenamiento  en atención terapéutica a mujeres víctimas de la violencia doméstica.

Por su parte, Mercedes Lorduiy trabaja con  la agencia Vida, donde brindan asistencia legal y asesoría jurídica a inmigrantes sobrevivientes de violencia doméstica,  sexual y trata de personas. Le ayudan a las mujeres  en sus casos migratorios, frente a la Corte de Migración y el Servicio de Migración en los Estados Unidos.

Es de anotar que el trabajo de estas tres mujeres está focalizado en la zona rural de Honster, donde viven muchas mujeres latinas que viajaron al país del norte tras el sueño americano. Muchas de ellas establecieron una relación amorosa  a través de las redes sociales donde el novio le sacó los documentos, una visa de turismo y cuando llegan a su destino se encuentran con un abusador que las golpea, las encierra y las condena a vivir una vida muy distinta a la que se imaginaron.

La gran mayoría de estas víctimas llegan a sus oficinas  a pedir ayuda para tratar de regresar a sus países de origen y  dejar a un lado toda la violencia que las golpea.

“Nuestra misión  aquí es trabajar con la Fundación Carboandes para ayudar a crear programas de asistencia integral a víctimas de la violencia doméstica y sexual, con el fin de  mejorar los servicios y poder darle un apoyo a esas mujeres que quieren denunciar el abuso que están viviendo”, dijo, Ellen Sunshine.

Las voluntarias también visitarán  Manaure y Guacoche donde intercambiarán experiencias con el proyecto de Mujer Rural que ejecutó la Fundación Carbonandes en 2012.