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Su partida dejó un dolor insuperable para sus familiares y para todos los que lo conocieron como ‘el niño milagro’
Con profundo dolor, los familiares del menor Ender Enrique Contreras Fernández, recibieron la noticia de su partida, tras permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Médicos Ltda. de Valledupar luchando contra una leucemia que padecía.
El menor de 12 años fue uno de los sobrevivientes del accidente aéreo ocurrido el pasado 7 de enero de 2024, cuando una avioneta ambulancia de matrícula HK-4983 se precipitó en la parte posterior del aeropuerto Alfonso López Pumarejo de Valledupar.
El niño, natural del municipio de San Juan del Cesar, La Guajira, viajaba en la avioneta con rumbo a Bogotá para recibir un tratamiento contra la leucemia.
Luego del trágico accidente, la familia de Ender tomó la decisión de llevar a cabo su tratamiento en Barranquilla. Cuenta Elizabeth Fernández, madre del menor, que las quimioterapias fueron muy agresivas y, por consecuencia, la salud de su hijo se iba deteriorando.
“En el mes de marzo perdió la vista, perdió un tabique en la nariz, tuvo desprendimiento de estómago, fue una leucemia muy agresiva”, manifestó a CNC noticias.
Cuenta Elibazeth que el oncólogo le informó que la leucemia de Ender no tenía cura y que el cáncer había hecho metástasis en todo su cuerpo. Posteriormente, Ender tuvo que ser trasladado a Valledupar debido a una hemorragia provocada por una leucemia.
Aunque los pronósticos eran desalentadores, Ender Enrique Contreras siempre mantuvo un positivismo hasta el último momento, lo cual le ayudaba a afrontar los momentos difíciles, como lo fue la leucemia que le fue deteriorando su salud poco a poco. Además de esa enfermedad, el niño de 12 años tuvo que superar el accidente de avioneta, cuando precisamente viajaba para recibir un tratamiento en Bogotá.
Justo el 7 de enero se cumplió un año de aquel hecho, del cual logró sobrevivir. Sin embargo, su salud siguió deteriorándose poco a poco, al punto de que los médicos les manifestaron a sus familiares que a Ender Contreras le quedaba poco tiempo de vida.
En ese momento, Liliana Montiel Fernández, hermana del menor, expresaba que el niño estaba presentando graves problemas de salud debido a la leucemia que enfrentaba y que las dificultades económicas impedían que el niño tuviera una atención médica adecuada.
“Los médicos nos dijeron que ya no podían hacer más nada por él, que el tratamiento no estaba funcionando y que lo mejor era traerlo a casa para pasar sus últimos días con nosotros”, manifestó su hermana antes del fallecimiento de Ender Enrique.
Este niño, ejemplo de fortaleza, siempre será recordado como alguien que amaba incondicionalmente a su familia y a Dios, a quien le pedía que le diera las fuerzas necesarias para salir de la enfermedad que desafortunadamente terminó con sus sueños y esperanzas.
El amor por su familia era tan grande que incluso le agradecía a Dios por haberle dado esa enfermedad y no a sus familiares, porque no quería que sus seres queridos experimentaran el dolor y las dificultades que él estaba enfrentando.
“Le agradezco a Dios porque no fueron mis hermanos ni mis padres los que recibieron esta enfermedad. Prefiero yo estar pasando esto que otras personas, porque es muy duro y no se lo deseo a nadie”, dijo Ender Enrique, días antes de su muerte.
Debido al diagnóstico desalentador que le habían dado los médicos, su familia había manifestado hace aproximadamente un mes antes de su muerte que estaban esperando que el niño fuera dado de alta para llevárselo a su casa en Villanueva, La Guajira, pero siempre mantenían la esperanza intacta.
Luego de varios meses de padecimiento, la madrugada de este viernes 7 de febrero, el pequeño Ender falleció y su madre está a la espera de la entrega del cuerpo. “Él dejó un dolor muy adentro. Tengo que estar con mi hijo hasta los últimos momentos y aquí estoy con él. Para mí fue fuerte ver a mi hijo sufrir toda la noche, a las cinco de la mañana le dio el paro”, sostuvo Elizabeth y agregó que a pesar del padecimiento Ender se mantenía positivo: “Mami yo me siento bien. Fueron las últimas palabras que él me dio”.
Por Redacción Judicial
Su partida dejó un dolor insuperable para sus familiares y para todos los que lo conocieron como ‘el niño milagro’
Con profundo dolor, los familiares del menor Ender Enrique Contreras Fernández, recibieron la noticia de su partida, tras permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Médicos Ltda. de Valledupar luchando contra una leucemia que padecía.
El menor de 12 años fue uno de los sobrevivientes del accidente aéreo ocurrido el pasado 7 de enero de 2024, cuando una avioneta ambulancia de matrícula HK-4983 se precipitó en la parte posterior del aeropuerto Alfonso López Pumarejo de Valledupar.
El niño, natural del municipio de San Juan del Cesar, La Guajira, viajaba en la avioneta con rumbo a Bogotá para recibir un tratamiento contra la leucemia.
Luego del trágico accidente, la familia de Ender tomó la decisión de llevar a cabo su tratamiento en Barranquilla. Cuenta Elizabeth Fernández, madre del menor, que las quimioterapias fueron muy agresivas y, por consecuencia, la salud de su hijo se iba deteriorando.
“En el mes de marzo perdió la vista, perdió un tabique en la nariz, tuvo desprendimiento de estómago, fue una leucemia muy agresiva”, manifestó a CNC noticias.
Cuenta Elibazeth que el oncólogo le informó que la leucemia de Ender no tenía cura y que el cáncer había hecho metástasis en todo su cuerpo. Posteriormente, Ender tuvo que ser trasladado a Valledupar debido a una hemorragia provocada por una leucemia.
Aunque los pronósticos eran desalentadores, Ender Enrique Contreras siempre mantuvo un positivismo hasta el último momento, lo cual le ayudaba a afrontar los momentos difíciles, como lo fue la leucemia que le fue deteriorando su salud poco a poco. Además de esa enfermedad, el niño de 12 años tuvo que superar el accidente de avioneta, cuando precisamente viajaba para recibir un tratamiento en Bogotá.
Justo el 7 de enero se cumplió un año de aquel hecho, del cual logró sobrevivir. Sin embargo, su salud siguió deteriorándose poco a poco, al punto de que los médicos les manifestaron a sus familiares que a Ender Contreras le quedaba poco tiempo de vida.
En ese momento, Liliana Montiel Fernández, hermana del menor, expresaba que el niño estaba presentando graves problemas de salud debido a la leucemia que enfrentaba y que las dificultades económicas impedían que el niño tuviera una atención médica adecuada.
“Los médicos nos dijeron que ya no podían hacer más nada por él, que el tratamiento no estaba funcionando y que lo mejor era traerlo a casa para pasar sus últimos días con nosotros”, manifestó su hermana antes del fallecimiento de Ender Enrique.
Este niño, ejemplo de fortaleza, siempre será recordado como alguien que amaba incondicionalmente a su familia y a Dios, a quien le pedía que le diera las fuerzas necesarias para salir de la enfermedad que desafortunadamente terminó con sus sueños y esperanzas.
El amor por su familia era tan grande que incluso le agradecía a Dios por haberle dado esa enfermedad y no a sus familiares, porque no quería que sus seres queridos experimentaran el dolor y las dificultades que él estaba enfrentando.
“Le agradezco a Dios porque no fueron mis hermanos ni mis padres los que recibieron esta enfermedad. Prefiero yo estar pasando esto que otras personas, porque es muy duro y no se lo deseo a nadie”, dijo Ender Enrique, días antes de su muerte.
Debido al diagnóstico desalentador que le habían dado los médicos, su familia había manifestado hace aproximadamente un mes antes de su muerte que estaban esperando que el niño fuera dado de alta para llevárselo a su casa en Villanueva, La Guajira, pero siempre mantenían la esperanza intacta.
Luego de varios meses de padecimiento, la madrugada de este viernes 7 de febrero, el pequeño Ender falleció y su madre está a la espera de la entrega del cuerpo. “Él dejó un dolor muy adentro. Tengo que estar con mi hijo hasta los últimos momentos y aquí estoy con él. Para mí fue fuerte ver a mi hijo sufrir toda la noche, a las cinco de la mañana le dio el paro”, sostuvo Elizabeth y agregó que a pesar del padecimiento Ender se mantenía positivo: “Mami yo me siento bien. Fueron las últimas palabras que él me dio”.
Por Redacción Judicial