Después de tres días culminó ayer en el Hostal Campestre Villa Ocha, ubicado en Valledupar, la primera cumbre de autoridades indígenas y políticas de la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá y la Zona Bananera.

Este evento se dio en el marco del avance de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET en esta región donde se encuentran 15 municipios de los 170 priorizados para este proyecto en toda Colombia.

De acuerdo con lo explicado por Elvia Mejía, gerente de los PDTE de la región Sierra Nevada y Serranía Del Perijá, el espacio sirvió como ejercicio de planeación para construir la visión y las iniciativas de gestión y de proyectos para esta zona del país y finalmente firmar el Plan de Acción para la Transformación Regional.

Mejía consideró que este es un sistema de planificación participativa comunitaria nunca antes vista en Colombia, donde desde las comunidades empezaron a participar para después subir a los niveles de los núcleos veredales y posteriormente a la etapa municipal.

“Hoy (ayer) culminamos un proceso del proceso que es la de la planificación y programación de las acciones que se van a recoger en el Plan de Acción de Reforma Territorial para la Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá”, explicó Mejía.

En este escenario se reunieron representantes de todas estas comunidades que en otrora fueron afectados por la violencia que se presentaba en sus territorios como parte del conflicto armado colombiano.

Entre tanto para el próximo año corresponde a la etapa de implementación en la cual, según Mejía, van a ajustar los proyectos para empezar a ejecutarlos por etapas.

En el marco de esta actividad se presentaron varias iniciativas en este proceso encaminados a los pilares que contemplan los PDET como lo son salud, educación rural, transformación económica, vivienda, saneamiento básico e infraestructura. ”Hubo mucho de infraestructura, no solo en lo que concierne a vías veredales sino en lo que concierne a temas como las obras de distritos de riego, muy importantes para la región”, agregó la funcionaria.

Además manifestó que como producto de todo esto y lo que será el trabajo contemplado en los 10 años de ejecución, se puede esperar una transformación positiva, “respetando los principios del reconocimiento de la autonomía de los pueblos, respetando el agua, respetando la producción”.

De igual manera destacó que la comunidad va a ser la típica ejecutora de los proyectos, para lo cual tienen claro que se deben fortalecer las Juntas de Acción Comunal, los municipios, entre otras organizaciones, algo en lo que tendrá especial incidencia la Función Pública.

Precisamente el director de esta entidad técnica, estratégica y transversal del Gobierno Nacional, Fernando Grillo, también hizo presencia en el acto y dejó claro que desde ya están trabajando con una priorización para hacer modelos tipo de estructuras administrativas en todos los municipios PDET. Esto junto con la labor de la Escuela Superior de Administración Pública ESAP, la cual está apoyando a los municipios para que no tengan que gastar un solo peso en reingeniería institucional, en capacitación, en innovación en la administración pública.

A su vez reconoció que este es un espaldarazo del gobierno central a los procesos contemplados en el Acuerdo de Paz. “Por supuesto, es paz con legalidad como señalaba el presidente de la República. Un total compromiso de todas las entidades del estado. Estamos comprometidos con todos los municipios colombianos, pero por supuesto con todos los municipios PDET”, acotó Grillo.

De la misma manera dejó claro que como gobierno se espera continuar con la ejecución de proyectos concretos en favor de la institucionalidad de los municipios PDET, la ejecución de proyectos con las agencias estatales, el control de los avances de dichos proyectos, la reingeniería institucional, la meritocracia en los municipios PDET y la innovación en la administración pública, para lo cual se encuentran en las regiones haciendo la tarea pública.

Por su parte los líderes de estas comunidades de campesinos, afrodescendientes y pueblos indígenas, protagonistas de este pacto regional, coincidieron en la necesidad de lograr una unión entre todas estas poblaciones para llevar a buen puerto la aplicación de estos proyectos. Además expusieron las necesidades principales que aquejan a sus territorios y dejaron en claro que tienen grandes esperanzas puestas en estos programas.

Marieth Martínez, miembro de la Asociación de Mujeres Campesina y Afro, Amusi, y representante del corregimiento de Mariangola enfatizó que los PDET sí pueden ser la transformación territorial.

Sin embargo, hizo un balance sobre el inicio de estos programas con los cuales han tocado puertas para empezar a reducir las brechas que hasta ahora los han tenido relegados y que han permitido a su vez la inclusión de la mujer campesina. “Pocos avances porque ya llevamos un año en este proceso, pero las iniciativas están claras, no conforme pero maravillada y confiamos en que se desarrollará Dios mediante si quiera un 80%”, aseguró Martínez, quien espera que el territorio sea transformado tras haber sido golpeados por la violencia por lo cual son objetos de reparación.

Por último recordó la necesidad de que todas las instituciones se comprometan en mayor medida puesto que aún falta mucho por avanzar. “Estoy confiada y tengo el anhelo de que mis hijos y toda la juventud y niñez vean en estos PDET la transformación como tal lo dice”, reiteró.