En Valledupar, capturadas tres paisas apartamenteras
Llegaron en un vehículo de alta gama alquilado y había cometido tres atracos en igual número de viviendas.
Tres mujeres de una misma familia, dos de ellas de avanzada edad, con un alto prontuario delictivo en distintas ciudades del país, fueron capturadas en esta capital en momentos en que trataban de salir de la ciudad con el botín de tres asaltos cometidos en igual viviendas, luego de engañar a las empleadas domésticas pidiéndole agua u ofreciéndoles productos de belleza.
Según el comandante de la Policía Cesar, coronel, Juan Alberto Libreros Morales las capturadas fueron identificadas como Magnolia Vargas de Oquendo, de 63 años; Gloria Elena Vargas Restrepo, de 52 años y Marisol Escobar Vargas, de 38 años, nacidas en Bello, Antioquia, que hacían parte de la banda delictiva ‘Las Paisas’, quienes había perpetrado tres atracos en el norte de Valledupar, uno de estos en la casa de un Concejal de donde se sustrajeron relojes, aretes, anillos, pulseras, computadores portátiles y cinco millones de pesos en dinero en efectivo.
Luego que las tres mujeres trataban de salir de la ciudad, fueron interceptadas sobre la carrera 44 con calle 21, luego de que la Policía recibiera una llamada sobre las características del automotor de alta gama marca Hyundai, de color gris de placas CZP-369, que habían alquilado en Medellín, Antioquia, en cuyo interior se encontraron las prendas que hacían parte de los ilícitos por valor de 8 millones de pesos y cinco millones más en efectivo.
El oficial indicó que las atracadoras registraban 17 anotaciones por hurto calificado agravado, hurto calificado y una orden de captura vigente proferida por un Juzgado de la capital de Antioquia. También habían cometido hechos delictivos similares en Bogotá, Cali y Medellín.
El modus operandi
Por lo menos una semana tenían las mujeres de estar en Valledupar analizando las casas de estrato alto y una vez tenían la oportunidad de dialogar con las empleadas de servicio con su parlamento paisa, les solicitaban agua o por el contrario ellas ofrecían productos de belleza y cuando les abrían la puerta, dos de ellas entretenían a la muchacha, mientras que la otra se encargaba de saquear las habitaciones y luego huir en el lujoso automotor.
Por Abdel Martínez Pérez