Desde el original, la ausencia de participación ciudadana, el capital, por el monto desproporcionado que podría dar lugar a la falta de transparencia en su contratación y otros más.
El arquitecto José Antonio Manjarrez Ariza, conocido como Teo, escribió el pasado 8 de septiembre en EL PILÓN una columna sobre la plaza de San Juan del Cesar, con ocasión de la asignación que la gobernación había hecho a algunos municipios de sus regalías por asignación directa, haciendo ver que casi $12.000 millones para ‘la construcción y recuperación’ del zócalo de estilo republicano representaba la suma de todos los pecados juntos.
Desde el original, la ausencia de participación ciudadana, el capital, por el monto desproporcionado que podría dar lugar a la falta de transparencia en su contratación y otros más.
Siguió añadiendo pecados Manjarrés Ariza en EL PILÓN: “El pecado mortal, que en realidad son tres: el primero, el proyecto arquitectónico propuesto es incompatible con el lugar de ejecución, no está incluido en el POT actual y en caso de haberlo tenido en cuenta, debe ser producto de un plan parcial. El segundo, no ha sido socializado ni consensuado con los vecinos y la comunidad en general. El tercero, no haber contemplado en su diseño, la conservación del trazado de la explanada principal (representa casi 4 mil metros de ahorro en pisos) desapareciendo las 12 zonas verdes internas que por 70 años han permanecido.
Estas tres situaciones ameritan por igual, una rigurosa penitencia expresada en descalificación a la gestión de las actuales administraciones y apertura de serias investigaciones que podrían conducir al infierno.
El pecado venial, que en realidad son varios pero subsanables, se refieren entre otros a: la abundancia de la cultura del cemento. A la escasez de nuevo arbolado y jardinería; pero, por favor ténganlo en cuenta y que no sean en cemento. A 2 avisos esnobistas de “yo amo a San Juan” A las 4 casetas comerciales planteada. A demasiadas luminarias: ¿han calculado los lúmenes q técnicamente requiere ese espacio? Por último, a la tarima para espectáculos, debido a que 3 de 5 parques de la ciudad cuentan con este tipo de escenario” .
Posteriormente vino una dura columna de Luis Alonso Colmenares, publicada en varios medios, y un video en publicaciones Semana, de Salud Hernández; y cogió tracción la oposición al proyecto con las características y presupuesto en que lo habían concebido originalmente.
Esa presión y la comprensión del asunto llevó mediante la resolución 871 del 29 de septiembre, al alcalde Álvaro Díaz, a revocar con tino la licitación pública. Se empezó un análisis sobre el mejor camino a seguir.
Hace dos días el alcalde, atendiendo el pedido popular, anunció que $4.000 millones se destinarían a la plaza principal y los $7.000 millones restantes a remodelar el parque Santander y a construir un nuevo parque de los compositores, en el Mercado Público, sector conocido como El hoyito. Los opositores manifestaron también su complacencia y han exaltado el gesto de la administración.
Un buen ejemplo ha dado San Juan del Cesar a toda la provincia y a sus gobernantes; es un llamado a que se socialicen previamente, desde la concepción y el diseño, las obras proyectadas. ¿Les cuesta mucho hacerlo a los gobernadores y alcaldes?.
Desde el original, la ausencia de participación ciudadana, el capital, por el monto desproporcionado que podría dar lugar a la falta de transparencia en su contratación y otros más.
El arquitecto José Antonio Manjarrez Ariza, conocido como Teo, escribió el pasado 8 de septiembre en EL PILÓN una columna sobre la plaza de San Juan del Cesar, con ocasión de la asignación que la gobernación había hecho a algunos municipios de sus regalías por asignación directa, haciendo ver que casi $12.000 millones para ‘la construcción y recuperación’ del zócalo de estilo republicano representaba la suma de todos los pecados juntos.
Desde el original, la ausencia de participación ciudadana, el capital, por el monto desproporcionado que podría dar lugar a la falta de transparencia en su contratación y otros más.
Siguió añadiendo pecados Manjarrés Ariza en EL PILÓN: “El pecado mortal, que en realidad son tres: el primero, el proyecto arquitectónico propuesto es incompatible con el lugar de ejecución, no está incluido en el POT actual y en caso de haberlo tenido en cuenta, debe ser producto de un plan parcial. El segundo, no ha sido socializado ni consensuado con los vecinos y la comunidad en general. El tercero, no haber contemplado en su diseño, la conservación del trazado de la explanada principal (representa casi 4 mil metros de ahorro en pisos) desapareciendo las 12 zonas verdes internas que por 70 años han permanecido.
Estas tres situaciones ameritan por igual, una rigurosa penitencia expresada en descalificación a la gestión de las actuales administraciones y apertura de serias investigaciones que podrían conducir al infierno.
El pecado venial, que en realidad son varios pero subsanables, se refieren entre otros a: la abundancia de la cultura del cemento. A la escasez de nuevo arbolado y jardinería; pero, por favor ténganlo en cuenta y que no sean en cemento. A 2 avisos esnobistas de “yo amo a San Juan” A las 4 casetas comerciales planteada. A demasiadas luminarias: ¿han calculado los lúmenes q técnicamente requiere ese espacio? Por último, a la tarima para espectáculos, debido a que 3 de 5 parques de la ciudad cuentan con este tipo de escenario” .
Posteriormente vino una dura columna de Luis Alonso Colmenares, publicada en varios medios, y un video en publicaciones Semana, de Salud Hernández; y cogió tracción la oposición al proyecto con las características y presupuesto en que lo habían concebido originalmente.
Esa presión y la comprensión del asunto llevó mediante la resolución 871 del 29 de septiembre, al alcalde Álvaro Díaz, a revocar con tino la licitación pública. Se empezó un análisis sobre el mejor camino a seguir.
Hace dos días el alcalde, atendiendo el pedido popular, anunció que $4.000 millones se destinarían a la plaza principal y los $7.000 millones restantes a remodelar el parque Santander y a construir un nuevo parque de los compositores, en el Mercado Público, sector conocido como El hoyito. Los opositores manifestaron también su complacencia y han exaltado el gesto de la administración.
Un buen ejemplo ha dado San Juan del Cesar a toda la provincia y a sus gobernantes; es un llamado a que se socialicen previamente, desde la concepción y el diseño, las obras proyectadas. ¿Les cuesta mucho hacerlo a los gobernadores y alcaldes?.