Gracias a la rápida reacción de los uniformados del Tercer Distrito de la Policía de Agustín Codazzi, comandado por el teniente Robinson Cifuentes, una familia solo duró unos minutos  retenida por un grupo de desconocidos.
Se trata de la familia Mejía, residente en el municipio de Becerril, que en la mañana de ayer se dirigía hacía una finca de su propiedad y a la altura de la trocha que conduce al corregimiento de La Guajirita, jurisdicción del mismo Becerril, fue interceptada por un hombre vestido con uniforme militar que les dio la orden de detenerse.
El  campero de color azul en que se desplazaba el grupo familiar, compuesto por una pareja que fue identificada  como Carlos Mejía, su esposa, Belkis Barros, su hijo de cinco años y la empleada doméstica de quien no se conocieron datos, se detuvo de inmediato, cumpliendo la orden del supuesto militar, acto seguido aparecieron dos hombres más en escena, que le comunicaron a  los ocupantes del vehículo que se trataba de secuestro.
Teniendo conocimiento de lo que estaba ocurriendo, la familia fue obligada a bajarse del campero y conducida hacía la parte enmontada de la vía, luego de caminar un tramo, se realizó una especie de selección. La mujer, a quien le vendaron los ojos, le pusieron unas gafas y un casco y  fue conducida en moto, según la información suministrada, hacía la zona plana del rio Maracas.
Mientras tanto, el resto de los retenidos quedaron en el sitio, custodiados por los dos hombres restantes, quienes le advirtieron al ganadero que sólo retendrían a su esposa y ellos serían dejados en libertad, pero bajo la advertencia de no denunciar el caso ante las autoridades, luego se comunicarían  con él, para dar a conocer sus  exigencias.
Pero, para infortunio de los secuestradores, el conductor de la moto quien llevaba bajos su responsabilidad la víctima, perdió el control del pequeño vehículo y se fue contra el suelo. Este percance fue hábilmente aprovechado por la mujer quien corrió hasta alejarse del delincuente y alertó, por medio de una llamada vía celular, sobre la situación que vivía en ese momento.
De inmediato, cerca de 60 hombres pertenecientes a las estaciones de Policía de los municipios de Codazzi, Becerril, La Jagua de Ibirico, y el corregimiento de Casacará, desplegaron un fuerte operativo en la zona que obligó a los secuestradores a abortar los planes de secuestro, que según versión conocida, se registró a eso de las 10:40 a.m. y fueron liberados a eso de las 11:30 de la mañana.
Hasta el cierre de esta edición, los uniformados aun continuaban con la búsqueda de los responsables de la retención de esta familia.