Por Luis Elquis Díaz Cuando las instituciones políticas están estructuradas en valores, ética, convicciones, ideología y programas, se mantiene intacta su vocación de poder.Cuando su contextura estructural es hibrida, codiciosa y mercantilista, profana la voluntad popular a través del engaño persuasivo que mimetizan con identidad programática. Los Partidos Políticos en nuestro país mantienen ineluctable su […]
Por Luis Elquis Díaz
Cuando las instituciones políticas están estructuradas en valores, ética, convicciones, ideología y programas, se mantiene intacta su vocación de poder.Cuando su contextura estructural es hibrida, codiciosa y mercantilista, profana la voluntad popular a través del engaño persuasivo que mimetizan con identidad programática. Los Partidos Políticos en nuestro país mantienen ineluctable su vocación de poder, sin embargo, la ambición ha desplazado con firmeza el marco de la buena conducta,el orden ideológico y programático. Estas circunstancias alimentan la credibilidad sobre el patrimonio que genera la práctica de lo ilegal, configurando inmadurez institucional, democrática y social, lo cual se manifiesta en los indicadores socioeconómicos de la nación.
Nuestra Constitución Política fue muy generosa al establecer en su artículo 40 el derecho de todo colombiano a constituir partidos, movimientos o agrupaciones políticas. En el año 2002 existían en Colombia cerca de 80 instituciones políticas; quienes pensaron que el Bipartidismo era malo, podrían tener razón, teniendo en cuenta las bondades de la Constitución de 1991.
A través de los Actos Legislativos 01 de 2003 y 01 de 2009, se pretendió corregir las hendijas constitucionales, sin embargo, los partidos Conservador y Liberal, continúan sucumbiendo ante los liderazgos mediáticos. Entre tanto,las tercerías asoman como buena opción, pero declinan por la influencia de los egos en detrimento de la aspiración de gobernar.
Verdes y Progresistas son un claro ejemplo de individualismo y egocentrismo, sus integrantes no han logrado consolidar un proyecto político incluyente donde comulguen la diversidad de pensamiento, solo logran comprenderse ante el acecho de una probable desaparición. En otro costado se ubica el Uribismo y el Uribe Centro Democrático, organizaciones gestadas en torno a una figura coyunturalque defiende su marcada filosofía cuestionando el proceso de paz con las FARC, es comprensible de él depende su subsistencia.
El Partido Conservador ha sido el principal damnificado de esta conspiración política; mientras que el Partido Liberal viene saliendo de cuidados intensivos, no obstante, aún conservan representación en el Congreso de la Republica y a nivel departamentala un alto costo, pues su vocación de poder yace en la sombra de quienes lo ostentan.
Las toldas azules continúan en la dinámica de entierrar su vocación de poder, en especial, luego de elegir en una farsa convención a Marta Lucia Ramírez, comocandidata presidencial, evidentementela ex Ministra no representa las convicciones del partido, sino los intereses doctrinal y político del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. La desorganización campea en las instituciones políticas de mayor tradición y arraigo en Colombia, la tercería y sectores de izquierda no se quedan atrás, sin embargo, ortodoxos argumentan que el presidente Santos le esta entregando el País a las FARC y al Comunismo ¿Cómo les parece?
Por Luis Elquis Díaz Cuando las instituciones políticas están estructuradas en valores, ética, convicciones, ideología y programas, se mantiene intacta su vocación de poder.Cuando su contextura estructural es hibrida, codiciosa y mercantilista, profana la voluntad popular a través del engaño persuasivo que mimetizan con identidad programática. Los Partidos Políticos en nuestro país mantienen ineluctable su […]
Por Luis Elquis Díaz
Cuando las instituciones políticas están estructuradas en valores, ética, convicciones, ideología y programas, se mantiene intacta su vocación de poder.Cuando su contextura estructural es hibrida, codiciosa y mercantilista, profana la voluntad popular a través del engaño persuasivo que mimetizan con identidad programática. Los Partidos Políticos en nuestro país mantienen ineluctable su vocación de poder, sin embargo, la ambición ha desplazado con firmeza el marco de la buena conducta,el orden ideológico y programático. Estas circunstancias alimentan la credibilidad sobre el patrimonio que genera la práctica de lo ilegal, configurando inmadurez institucional, democrática y social, lo cual se manifiesta en los indicadores socioeconómicos de la nación.
Nuestra Constitución Política fue muy generosa al establecer en su artículo 40 el derecho de todo colombiano a constituir partidos, movimientos o agrupaciones políticas. En el año 2002 existían en Colombia cerca de 80 instituciones políticas; quienes pensaron que el Bipartidismo era malo, podrían tener razón, teniendo en cuenta las bondades de la Constitución de 1991.
A través de los Actos Legislativos 01 de 2003 y 01 de 2009, se pretendió corregir las hendijas constitucionales, sin embargo, los partidos Conservador y Liberal, continúan sucumbiendo ante los liderazgos mediáticos. Entre tanto,las tercerías asoman como buena opción, pero declinan por la influencia de los egos en detrimento de la aspiración de gobernar.
Verdes y Progresistas son un claro ejemplo de individualismo y egocentrismo, sus integrantes no han logrado consolidar un proyecto político incluyente donde comulguen la diversidad de pensamiento, solo logran comprenderse ante el acecho de una probable desaparición. En otro costado se ubica el Uribismo y el Uribe Centro Democrático, organizaciones gestadas en torno a una figura coyunturalque defiende su marcada filosofía cuestionando el proceso de paz con las FARC, es comprensible de él depende su subsistencia.
El Partido Conservador ha sido el principal damnificado de esta conspiración política; mientras que el Partido Liberal viene saliendo de cuidados intensivos, no obstante, aún conservan representación en el Congreso de la Republica y a nivel departamentala un alto costo, pues su vocación de poder yace en la sombra de quienes lo ostentan.
Las toldas azules continúan en la dinámica de entierrar su vocación de poder, en especial, luego de elegir en una farsa convención a Marta Lucia Ramírez, comocandidata presidencial, evidentementela ex Ministra no representa las convicciones del partido, sino los intereses doctrinal y político del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. La desorganización campea en las instituciones políticas de mayor tradición y arraigo en Colombia, la tercería y sectores de izquierda no se quedan atrás, sin embargo, ortodoxos argumentan que el presidente Santos le esta entregando el País a las FARC y al Comunismo ¿Cómo les parece?