Hace años el exparamilitar José Gregorio Nieves Brito, alias Carlos Mario, quien fue cabecilla de Los Urabeños en el departamento del Cesar, confesó a las autoridades que en la margen derecha de Valledupar existía una fosa común de personas asesinadas que la Fiscalía no ha localizado. 

Se trata de cuerpos de víctimas que el exparamilitar enterró en la zona y que habrían hecho parte del grupo armado que delinquía en los municipios de Valledupar, Codazzi, La Loma de Calenturas, Aguachica, San Alberto, Bosconia, Aguachica, San Alberto y San Martín. 

“Él dio las coordenadas y dijo que estaba dispuesto a hacer el acompañamiento con las medidas de seguridad del caso y señalaba personalmente donde estaban enterradas esas personas y tampoco han hecho nada. En esa fosa él dice que hay cuatro (restos de personas)”, indicó una fuente ligada al proceso. 

No obstante, la Fiscalía 131 Especializada representada por Omar Eustaquio Ferrer Gutiérrez no ha adelantado las gestiones para ubicar los restos, según denunciaron las fuentes judiciales consultadas por EL PILÓN.

Durante la investigación que comenzó en el año 2017 la Fiscalía solamente verificó un poco más de cinco homicidios pese a que el exparamilitar confesó haber participado en más de 20. 

UNA AUDIENCIA 

Aun así, la Fiscalía anunció la mañana del martes ante el Juzgado Segundo Penal Especializado de Valledupar su intención de celebrar un preacuerdo con la defensa del exparamilitar solo por siete homicidios. 

Pero el juez Leonel Romero Ramírez cuestionó la poca claridad alrededor del documento y precisó que el ente acusador tenía que explicar si los homicidios establecidos en la negociación son la totalidad de los investigados o imputados. 

“En este caso vamos a centrarnos en los hechos imputados y acusados. Ya la Fiscalía identificará el entuerto de definir al acusado los demás casos donde él ha dicho que cometió esos delitos y que la Fiscalía no es capaz de haberlos imputados, así de sencillo, así de inoperante estamos aquí”, reprochó Romero Ramírez en la audiencia. 

El proceso ha pasado por varios fiscales, por tanto, desde el 2017 hasta la actualidad José Gregorio Nieves no ha resuelto totalmente sus deudas con la justicia, aunque ya tiene condenas por hechos investigados en otros procesos. 

¿QUIÉN ES ALIAS CARLOS MARIO?

Según la investigación, José Gregorio Nieves Brito, alias Carlos Mario, perteneció al grupo armado Los Urabeños, conocido hoy como el ‘Clan del Golfo’ o Autodefensa Gaitanista de Colombia, AGC, en el que actuó como cabecilla para cometer homicidios selectivos en el departamento del Cesar. 

Entre sus víctimas están los siguientes casos ocurridos en Valledupar: 

-Pedro Javier Cortes Quintana, Néstor de Ávila y Alexis Zambrano Pérez, asesinados por sicarios a disparos mientras estaban en una calle del barrio Populandia la noche del 28 de marzo de 2012. 

-Marco Fidel Rodríguez Mieles, amordazado y acribillado a balazos en un potrero en el barrio Amaneceres del Valle el 20 de marzo de 2012. 

– Andrés Camilo Ramírez Escobar, asesinado en un ataque con arma de fuego el 1 de junio de 2014 en el barrio Villa Castro. 

– Faiber Cuesta Flórez, quien murió a disparos en hechos registrados en el mes de octubre de 2014 en el barrio El Carmen. 

– Jorge Leonardo de Aguas González y Adalberto Segundo Márquez Londoño, asesinados cuando estaban en la cancha del Nueve de Marzo el 4 de abril de 2015.

– Carmelo Villanueva Mejía, ultimado a disparos cuando se encontraba en el parque del barrio 450 Años el 11 de noviembre de 2014. 

Por tal razón, José Nieves es procesado por los delitos de concierto para delinquir agravado y homicidio. 

ANTECEDENTE 

En el mes de octubre de 2017 José Gregorio Nieves Brito compareció como testigo ante un juzgado de la ciudad donde se atribuyó el crimen del ganadero José Henao Maya, registrado el 8 de marzo de 2011 en el corregimiento de Las Raíces, jurisdicción de Valledupar.  

En este, Nieves declaró que él acabó con la vida del ganadero conocido como ‘Papeleto’ y no Javier Alberto Rodríguez Ojeda, alias El Papa, quien era procesado por ese hecho. 

No obstante, la versión no convenció al despacho judicial y condenó finalmente a Javier Alberto Rodríguez a 41 años de prisión.