En el actual debate electoral adquiere mayor validez, aquello de ‘locombia’, del periodista Alfonso Castillo Gómez, columnista humorista de El Espectador y El Tiempo fallecido en 1982, ya que en esta ocasión es un disparate desperdiciar un periodo presidencial tan transcendental para fortalecer la paz concertada por el presidente saliente, porque según los pronósticos, el próximo domingo 17 de junio será elegido, Iván Duque, como  nuevo presidente de nuestro país. Sin duda alguna, un enorme retroceso, teniendo en cuenta que su padrinazgo político pregona hacer trizas el acuerdo firmado con las Farc y cancelar el diálogo con el ELN.

Reitero, en la primera vuelta voté por Humberto De la Calle en procura de la convivencia pacífica y otros electores también les depositaron sus votos por la misma causa, igual muchos más votaron por Sergio Fajardo, asimismo 4. 855. 069 ciudadanos prefirieron a Gustavo Petro, quien pasa a disputar la presidencia en segunda vuelta, cuyas propuestas coinciden en que la paz es fundamental para la prosperidad del país, condición que aportaría bienestar a todos los colombianos.

En consecuencia, quienes apoyaron a Humberto De la Calle y a Sergio deben respaldar la candidatura de Gustavo Petro, porque en caso de que resulte elegido presidente, sabemos que los congresistas elegidos el pasado 11 de marzo, en su mayoría antipetristas, se empeñarán en  hacerle severo control, aunque se genere permanente choque entre el poder ejecutivo y el legislativo, que además perturbaría al poder judicial, lo que provocaría otras repercusiones, como el empeoramiento de la economía, por la disminución de las inversiones internas y externas,  importantes fuentes generadoras de empleos.

Iván Duque, como presidente del país, contaría  con apoyo mayoritario en el Congreso, en las demás instituciones oficiales y en muchas empresas privadas, donde repartirá  suficiente mermelada, para legalizar los mecanismos que permitan lograr los objetivos de su mecenas o salvador del país como lo consideran sus prosélitos, alineados  bajo el maquiavelismo de que el fin justica los medios, desatino que no escatima en perseguir   enemigos, testimonio de esto son las interposiciones  de los teléfonos de las altas cortes y los monstruosidad de los falsos positivos, por los cuales, gran número de familias  todavía derraman lágrimas.

Tales acontecimientos pasados y los recientes como el ataque de abejas africanizadas a  seguidores del expresidente senador en el corregimiento de La Loma, que algunos personajes uribistas de la región, alocadamente  se lo atribuyeron a Petro, secundados a la ligera por su falaz  candidato. Inculpaciones infundadas que provocan cavilaciones en el electorado.  Por ende, este debate electoral será más reñido que lo pronosticado, porque en esta ocasión, también por la invalidez del voto en blanco, muchos electores calladamente preferirán a Gustavo Petro.