En esta Semana queremos desear reflexión, oración y paz. Recordar hoy la pasión de Jesús de Nazareth en Judea es encontrarnos con el significado profundo de la pasión de un hombre solitario, rebelde, crucificado como era la tradición en su época. Los historiadores han venido durante siglos interpretando los Evangelios que narran la vida, las palabras y enseñanzas de Jesús.
En esta Semana queremos desear reflexión, oración y paz. Recordar hoy la pasión de Jesús de Nazareth en Judea es encontrarnos con el significado profundo de la pasión de un hombre solitario, rebelde, crucificado como era la tradición en su época. Los historiadores han venido durante siglos interpretando los Evangelios que narran la vida, las palabras y enseñanzas de Jesús. La literatura es inmensa, y hay más de un ciento de películas y hasta reproducciones teatrales sobre su pasión. También se ha discutido sobre aspectos de su muerte, que habría sido, según los historiadores romanos, hacia el año 28 de nuestra era, y se han lanzado hipótesis sobre Judas y sobre el verdadero papel del prefecto romano Poncio Pilatos, que no se habría lavado las manos. El primero se ha representado como el judío Judas alimentando el antisemitismo, que ha perdurado hasta la actualidad y que tuvo su mayor crudeza en el periodo nazi del siglo XX, y que la conducta de Pilatos tiene más que ver con la forma en que gobernantes y políticos se protegen para no asumir las responsabilidades de sus actos.
Muchos historiadores también coinciden en que la muerte de Jesucristo fue en realidad una ejecución romana, del vasto imperio que imponía sus dominios sobre Palestina, y que habría sido más producto de su deliberación que la del Sanedrín judío que profirió la declaración de su culpabilidad. Muchos seguidores de las vertientes políticas y contestatarias de la iglesia identifican a Jesús como un rebelde predicador de los humildes enfrentado a un colosal, injusto e invasor imperio de Roma. Los predicadores cristianos en los primeros siglos no señalarían con índice acusador a Roma por conveniencia, pues la fe cristiana se expandía exponencialmente por los territorios ocupados y especialmente en la península itálica. Mientras la Roma imperial se extinguía, la Roma cristiana salía a la luz.
La Iglesia Católica no ha dejado pasar temas cruciales del mundo moderno. A veces atacada, le ha correspondido ejercer su defensa y dejar claro que los sacerdotes y los fieles son seres humanos virtuosos y falibles. También se disputa su predominio en Latinoamérica por religiones alternativas.
Sea el momento para recordar la prédica del lunes santo de nuestro obispo de la Diócesis de Valledupar, Oscar José Vélez, llamando a los gobernantes a observar la otra pasión del hombre de hoy, la de la naturaleza que lo sirve, el medio ambiente. Recogió la orientación de la Encíclica Laudato si, la segunda del mandato del Papa Francisco de mayo de 2015. Más oportuno no podía ser, cuando el fenómeno mundial del Cambio Climático se torna más severo en sus efectos de temperatura y escasos volúmenes de lluvias anuales en el norte del Cesar y sur de La Guajira, la región de influencia de la Diócesis.
Otro capítulo, que abordaremos en próxima edición, es la labor social que adelanta la iglesia a través de la Pastoral Social. Miles de personas han recibido apoyo material y el acompañamiento discreto en el propósito de aliviar la dura condición de vida, llevando la esperanza a sus familias.
En esta Semana queremos desear reflexión, oración y paz. Recordar hoy la pasión de Jesús de Nazareth en Judea es encontrarnos con el significado profundo de la pasión de un hombre solitario, rebelde, crucificado como era la tradición en su época. Los historiadores han venido durante siglos interpretando los Evangelios que narran la vida, las palabras y enseñanzas de Jesús.
En esta Semana queremos desear reflexión, oración y paz. Recordar hoy la pasión de Jesús de Nazareth en Judea es encontrarnos con el significado profundo de la pasión de un hombre solitario, rebelde, crucificado como era la tradición en su época. Los historiadores han venido durante siglos interpretando los Evangelios que narran la vida, las palabras y enseñanzas de Jesús. La literatura es inmensa, y hay más de un ciento de películas y hasta reproducciones teatrales sobre su pasión. También se ha discutido sobre aspectos de su muerte, que habría sido, según los historiadores romanos, hacia el año 28 de nuestra era, y se han lanzado hipótesis sobre Judas y sobre el verdadero papel del prefecto romano Poncio Pilatos, que no se habría lavado las manos. El primero se ha representado como el judío Judas alimentando el antisemitismo, que ha perdurado hasta la actualidad y que tuvo su mayor crudeza en el periodo nazi del siglo XX, y que la conducta de Pilatos tiene más que ver con la forma en que gobernantes y políticos se protegen para no asumir las responsabilidades de sus actos.
Muchos historiadores también coinciden en que la muerte de Jesucristo fue en realidad una ejecución romana, del vasto imperio que imponía sus dominios sobre Palestina, y que habría sido más producto de su deliberación que la del Sanedrín judío que profirió la declaración de su culpabilidad. Muchos seguidores de las vertientes políticas y contestatarias de la iglesia identifican a Jesús como un rebelde predicador de los humildes enfrentado a un colosal, injusto e invasor imperio de Roma. Los predicadores cristianos en los primeros siglos no señalarían con índice acusador a Roma por conveniencia, pues la fe cristiana se expandía exponencialmente por los territorios ocupados y especialmente en la península itálica. Mientras la Roma imperial se extinguía, la Roma cristiana salía a la luz.
La Iglesia Católica no ha dejado pasar temas cruciales del mundo moderno. A veces atacada, le ha correspondido ejercer su defensa y dejar claro que los sacerdotes y los fieles son seres humanos virtuosos y falibles. También se disputa su predominio en Latinoamérica por religiones alternativas.
Sea el momento para recordar la prédica del lunes santo de nuestro obispo de la Diócesis de Valledupar, Oscar José Vélez, llamando a los gobernantes a observar la otra pasión del hombre de hoy, la de la naturaleza que lo sirve, el medio ambiente. Recogió la orientación de la Encíclica Laudato si, la segunda del mandato del Papa Francisco de mayo de 2015. Más oportuno no podía ser, cuando el fenómeno mundial del Cambio Climático se torna más severo en sus efectos de temperatura y escasos volúmenes de lluvias anuales en el norte del Cesar y sur de La Guajira, la región de influencia de la Diócesis.
Otro capítulo, que abordaremos en próxima edición, es la labor social que adelanta la iglesia a través de la Pastoral Social. Miles de personas han recibido apoyo material y el acompañamiento discreto en el propósito de aliviar la dura condición de vida, llevando la esperanza a sus familias.