En medio de la transición energética y productiva, el representante de los agricultores del país explicó cuáles son los retos que enfrenta el campo y que los gobiernos nacional y locales deben tener en cuenta a la hora de implementar políticas de crecimiento y transformación.
La Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) y su junta directiva convocaron a Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), a la sesión realizada el fin de semana en Valledupar, en la cual los líderes de estas organizaciones hablaron sobre la producción arrocera del Cesar y La Guajira.
Pero además abordaron el ambiente político a nivel nacional, las medidas que ha tomado el Gobierno sobre la agricultura, los proyectos de ley que cursan en el Congreso de la República y expresaron sus preocupaciones sobre la seguridad física en los territorios en medio de los diálogos de paz con el ELN.
¿Qué retos enfrenta el gremio de agricultores de arroz en la región Caribe?
Como en el resto del país, enfrenta ciertos retos, particularmente con el tema del cambio climático y el suministro del agua, pero aquí lo que hemos visto es una economía muy vigorosa, un compromiso no solamente de los arroceros, sino de su gremio para fortalecer sus capacidades en materia de semilla y almacenamiento y por supuesto con el producto que le llega al consumidor final.
Por los precios internacionales tan altos que hay en el mercado es muy poquito lo que se importa. El sector arrocero de Colombia, y claro, este departamento del Cesar y también La Guajira contribuyen de una manera muy formidable a garantizar la seguridad alimentaria de los colombianos con el cultivo de arroz.
La sequía afectó a los agricultores, pero ya inició la temporada de lluvias que también impacta, ¿cómo proteger los cultivos?
Lo más importante aquí es no solamente la preparación para las épocas de lluvia y las temporadas secas, pero terminan siendo determinantes las políticas del Gobierno, en particular, ampliar el seguro agropecuario, la cobertura, no solo para pequeños y medianos, sino también para grandes productores porque el clima no hace ninguna distinción a la hora de afectar a los agricultores.
Acá hay mucho potencial por el arroz, el tema del algodón, la ganadería, pero indiscutiblemente se enfrentan mucho retos con lo que ocurre en esta zona país con la presencia de grupos terroristas, de bandas criminales o delincuencia común genera una sensación de inseguridad importante y claro todas las orientaciones de política que haga el Gobierno nacional, particularmente en los referido al clima que es algo que afecta a todo el territorio nacional.
Estamos ante una transición de la economía minera hacia la diversificación productiva, ¿sí cree que la agricultura puede reemplazar parte de los recursos que hoy genera la minería en la región?
Yo creo que el Gobierno nacional tiene que pensar muy bien ese tema de la transición energética porque la agricultura no se hace de la noche a la mañana, en el campo hay un serio problema en materia de relevo generacional, de conseguir talento para explotaciones agrícolas y pecuarias por igual y, por supuesto, eso si se va a hacer hay que hacerlo de manera ordenada.
Evidentemente las áreas productivas que se tienen en estos departamentos son finitas y también dependerá el futuro de la agricultura en estos departamentos de lo que pase con el futuro del empleo y de los consumidores a donde salen normalmente los productos, ¿de qué nos sirve crecer en áreas en cultivos como el arroz, de qué no sirve crecer en ganadería de leche o ganadería de carne si los sectores que tradicionalmente consumen esos productos están enfrentando problemas en materia de generación de empleo?
No conozco el tema al detalle, pero este es un Gobierno que tiene mucha chequera, el Ministerio de Agricultura para este año tiene más de 6 billones de pesos de presupuesto y no tengo duda que el Ministerio de Agricultura prestará toda la atención para necesidades que hagan que una cooperativa realmente sea rentable, que garantice sostenibilidad en el tiempo y que tenga una orientación de mercado porque como lo decía anteriormente, con una economía que se nos está ralentizando, varios sectores que son de consumidores que se vienen con problemas, evidentemente esto tira para atrás y el que pega primero es el sector agropecuario.
Los agricultores tienen una tenacidad enorme y llevan décadas adaptándose a los temas de cambio climático, pero esto cada día es peor y no hay que bajar la guardia.
El llamado es para el Estado, para las gobernaciones, las alcaldías y por supuesto al Gobierno nacional para que trabajen de la mano de los productores porque en el caso de los arroceros tienen un gremio que no solamente es muy representativo, sino que conoce qué es lo que se necesita, qué es lo que sirve, cuáles son las cosas que no hay que hacer porque no podemos perder tiempo a propósito de ese avance tan desastroso que tiene el cambio climático para la humanidad, pero en particular para el sector agropecuario.
Por Andrea Carolina Guerra
En medio de la transición energética y productiva, el representante de los agricultores del país explicó cuáles son los retos que enfrenta el campo y que los gobiernos nacional y locales deben tener en cuenta a la hora de implementar políticas de crecimiento y transformación.
La Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) y su junta directiva convocaron a Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), a la sesión realizada el fin de semana en Valledupar, en la cual los líderes de estas organizaciones hablaron sobre la producción arrocera del Cesar y La Guajira.
Pero además abordaron el ambiente político a nivel nacional, las medidas que ha tomado el Gobierno sobre la agricultura, los proyectos de ley que cursan en el Congreso de la República y expresaron sus preocupaciones sobre la seguridad física en los territorios en medio de los diálogos de paz con el ELN.
¿Qué retos enfrenta el gremio de agricultores de arroz en la región Caribe?
Como en el resto del país, enfrenta ciertos retos, particularmente con el tema del cambio climático y el suministro del agua, pero aquí lo que hemos visto es una economía muy vigorosa, un compromiso no solamente de los arroceros, sino de su gremio para fortalecer sus capacidades en materia de semilla y almacenamiento y por supuesto con el producto que le llega al consumidor final.
Por los precios internacionales tan altos que hay en el mercado es muy poquito lo que se importa. El sector arrocero de Colombia, y claro, este departamento del Cesar y también La Guajira contribuyen de una manera muy formidable a garantizar la seguridad alimentaria de los colombianos con el cultivo de arroz.
La sequía afectó a los agricultores, pero ya inició la temporada de lluvias que también impacta, ¿cómo proteger los cultivos?
Lo más importante aquí es no solamente la preparación para las épocas de lluvia y las temporadas secas, pero terminan siendo determinantes las políticas del Gobierno, en particular, ampliar el seguro agropecuario, la cobertura, no solo para pequeños y medianos, sino también para grandes productores porque el clima no hace ninguna distinción a la hora de afectar a los agricultores.
Acá hay mucho potencial por el arroz, el tema del algodón, la ganadería, pero indiscutiblemente se enfrentan mucho retos con lo que ocurre en esta zona país con la presencia de grupos terroristas, de bandas criminales o delincuencia común genera una sensación de inseguridad importante y claro todas las orientaciones de política que haga el Gobierno nacional, particularmente en los referido al clima que es algo que afecta a todo el territorio nacional.
Estamos ante una transición de la economía minera hacia la diversificación productiva, ¿sí cree que la agricultura puede reemplazar parte de los recursos que hoy genera la minería en la región?
Yo creo que el Gobierno nacional tiene que pensar muy bien ese tema de la transición energética porque la agricultura no se hace de la noche a la mañana, en el campo hay un serio problema en materia de relevo generacional, de conseguir talento para explotaciones agrícolas y pecuarias por igual y, por supuesto, eso si se va a hacer hay que hacerlo de manera ordenada.
Evidentemente las áreas productivas que se tienen en estos departamentos son finitas y también dependerá el futuro de la agricultura en estos departamentos de lo que pase con el futuro del empleo y de los consumidores a donde salen normalmente los productos, ¿de qué nos sirve crecer en áreas en cultivos como el arroz, de qué no sirve crecer en ganadería de leche o ganadería de carne si los sectores que tradicionalmente consumen esos productos están enfrentando problemas en materia de generación de empleo?
No conozco el tema al detalle, pero este es un Gobierno que tiene mucha chequera, el Ministerio de Agricultura para este año tiene más de 6 billones de pesos de presupuesto y no tengo duda que el Ministerio de Agricultura prestará toda la atención para necesidades que hagan que una cooperativa realmente sea rentable, que garantice sostenibilidad en el tiempo y que tenga una orientación de mercado porque como lo decía anteriormente, con una economía que se nos está ralentizando, varios sectores que son de consumidores que se vienen con problemas, evidentemente esto tira para atrás y el que pega primero es el sector agropecuario.
Los agricultores tienen una tenacidad enorme y llevan décadas adaptándose a los temas de cambio climático, pero esto cada día es peor y no hay que bajar la guardia.
El llamado es para el Estado, para las gobernaciones, las alcaldías y por supuesto al Gobierno nacional para que trabajen de la mano de los productores porque en el caso de los arroceros tienen un gremio que no solamente es muy representativo, sino que conoce qué es lo que se necesita, qué es lo que sirve, cuáles son las cosas que no hay que hacer porque no podemos perder tiempo a propósito de ese avance tan desastroso que tiene el cambio climático para la humanidad, pero en particular para el sector agropecuario.
Por Andrea Carolina Guerra