Angustiados se encuentran los habitantes de los diferentes barrios del centro de Valledupar, debido a que los burdeles que fueron sellados por las secretarías Municipal de Salud y Gobierno, están siendo remodelados según las normas exigidas por las entidades de salubridad y muy pronto serán reabiertos.

El temor de la comunidad apunta a que en el sector conocido como ‘El Boliche’ ubicado en la carrera 6 entre las calles 17 y 17A, volverán a reinar la delincuencia y la violencia.
Según los residentes de los barrios El Centro, La Garita, El Cerezo, El Carmen, Altagracia, Santo Domingo, Kennedy, desde que las autoridades sellaron los cuatro bares y un billar que funcionan en ese lugar, se respira paz y tranquilidad y además se puede transitar a cualquier hora del día sin el temor de ser atracado e incluso perder la vida en un intento de hurto, como ya ha ocurrido.

A esta incertidumbre se unieron también los propietarios de los almacenes de comercio, empleados, vendedores ambulantes y estacionarios del sector de Cinco Esquinas y Galería Popular.

En el sitio permanece las 24 horas del día un CAI móvil de la Policía, para garantizar la seguridad en el sitio y que los burdeles cumplan con la demanda de las autoridades de no laborar hasta que no cumplan con los requisitos.

Los vecinos afirman que se redujeron los atracos a mano armada, de la misma forma la venta y consumo de droga, alcohol, las riñas y la mendicidad.

Se registran como restaurantes

Quienes lideraron las denuncias respecto a las inconsistencias halladas en los bares, indicaron que en la Alcaldía de Valledupar dichos establecimientos aparecen registrados con razón social para la venta de comidas rápidas y jugos.

Por ende no están autorizados para ofrecer servicios de trabajadoras sexuales, como lo venían haciendo, señalaron algunos habitantes quienes se abstuvieron de revelar sus identidades por el temor a represalias contra ellos o alguno de los integrantes de sus familias.

Colchones rotos y manchados con fluido seminal, habitaciones con moho y polvo, así como baños sin reservorio de agua, fueron algunas de las irregularidades encontradas en algunos de estos locales.

Lo anterior fue evidenciado por las Secretarías Municipal de Salud y Gobierno, la Personería Municipal y Policía Nacional luego de una visita de inspección, que dio como resultado el cierre de los cuatro bares y un billar, que prestaban el servicio de prostíbulos.

El secretario de Salud Local, Holmer Jiménez Ditta reveló con preocupación la carencia de exámenes preventivos que deben realizarse las trabajadoras sexuales como citología, pruebas de VIH Sida, Hepatitis B y Sífilis, obligatorias para ejercer ese tipo de trabajo.

Redacción EL PILÓN