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Columnista - 13 mayo, 2023

En caída libre

El pésimo gobierno de Gustavo Petro ya empieza a perder apoyo popular, inclusive varios de quienes ayudaron a elegirlo.

Nuestra nación empezó a reaccionar. El pésimo gobierno de Gustavo Petro ya empieza a perder apoyo popular, inclusive varios de quienes ayudaron a elegirlo ya comunican de frente su arrepentimiento. ¡Colombia empieza a reaccionar y eso hay que celebrarlo!

Las estimaciones plantean que dentro de un año el costo del galón de gasolina corriente podría sobrepasar los 16 mil pesos. Aunque en abril la inflación cedió un poco, quienes recuerdan el apoyo de Petro y sus amigos a la primera línea y a sus bloqueos, que fueron los que generaron un aumento desmesurado de los precios de gran parte de la canasta familiar, han sentido que dichos precios no han bajado, seguramente ya no bajarán, y eso afecta la favorabilidad del gobierno. Los escándalos en la aprobación de sus reformas, los viajes constantes de la primera dama, que le han costado al país millonadas, las constantes salidas en falso de Francia Márquez y de varios ministros, ya son suficientes motivos para que Colombia reflexione y concluya que la elección en segunda vuelta del señor Petro, ha sido el peor error del mundo. 

Internacionalmente las cosas arrojan muy malos resultados también. Petro se ha visto con Maduro varias veces en estos meses, viajó a Europa recientemente a buscar apoyo para el ELN, el mismo grupo de terroristas que lo ha dejado en ridículo, y fue a los Estados Unidos a interceder ante un perdido presidente Biden, por Maduro y Cuba. Mientras las cosas en Venezuela, Argentina y Chile muestran que socialmente esos regímenes han construido una bomba de tiempo, Petro insiste en que el Socialismo del Siglo XXI es el camino correcto. Esos gobiernos tienen empobrecida a su gente y cada vez tienen menos apoyo popular por obvias razones. Ahora Petro entra a esa lista, ¡en hora buena! En vez de trabajar y defender afuera los intereses de Colombia, el país que ha luchado por gobernar usa sus viajes, pagados por todos nosotros, para apoyar los intereses de sus amigotes. Insoportable.

La destrucción de nuestro sistema de salud, que seguro necesita varias medidas para mejorarlo, pero se destaca en el mundo por muchos motivos, esa obsesión de destrozarlo y manejar este tema igual a como lo hizo con el sistema de recolección de basuras en Bogotá, ha generado mucho miedo en el pueblo. Aquellos ingenuos que votaron por él pensando en que erradicaría la corrupción, han visto cómo la mermelada que supuestamente él combatió, se potenció al convertirse en una de sus principales armas para lograr sus negros objetivos.

Aquella propuesta del señor Guanumen -hoy cónsul en Chile-, de correr la línea ética para hacer campaña, parece ser política de estado en Colombia actualmente. Aclarando de paso que ahora, como cónsul, Guanumen es quien funge como notario en el exterior para todos los procesos de colombianos en Chile. Un tipo que no tiene escrúpulos ni límites ahora es quien cuida y protege la verdad en diferentes tipos de negocios en los que nuestros connacionales se involucran. Nada menos que el diablo haciendo hostias. Otro blooper de esos a los que ya nos estamos acostumbrando.

Toda esta amalgama de escándalos, de un manejo errático constante de la cosa pública, de una danzante corrupción y de discursos veintejulieros que también generan rechazo porque Colombia ya debió superar el caudillismo, llevan a que la última encuesta de Datexco para la FM de Julio Sánchez Cristo muestre que Petro tiene un 30% de apoyo y que el 68% de la gente ahora le da la espalda sin agüero. Los discursos que permiten verlo en vivo y en directo desde los balcones de la Casa de Nariño le gustan al 31% de los encuestados y un 58% lo rechaza al ver al populismo ahí personificado. La estantería se le está cayendo al presidente y esto no puede sorprendernos. Esto demuestra que Colombia es un país pensante y reflexivo, se equivocó Petro al subestimarnos y creernos brutos.

Podemos augurar una sistemática pérdida de favorabilidad de Petro en las semanas venideras lo que conllevará a que el primer año de gobierno se cumpla en una época áspera para él. Entre tanto: a Boric ya lo han capado 2 veces…

Por Jorge Eduardo Ávila

Columnista
13 mayo, 2023

En caída libre

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Eduardo Ávila

El pésimo gobierno de Gustavo Petro ya empieza a perder apoyo popular, inclusive varios de quienes ayudaron a elegirlo.


Nuestra nación empezó a reaccionar. El pésimo gobierno de Gustavo Petro ya empieza a perder apoyo popular, inclusive varios de quienes ayudaron a elegirlo ya comunican de frente su arrepentimiento. ¡Colombia empieza a reaccionar y eso hay que celebrarlo!

Las estimaciones plantean que dentro de un año el costo del galón de gasolina corriente podría sobrepasar los 16 mil pesos. Aunque en abril la inflación cedió un poco, quienes recuerdan el apoyo de Petro y sus amigos a la primera línea y a sus bloqueos, que fueron los que generaron un aumento desmesurado de los precios de gran parte de la canasta familiar, han sentido que dichos precios no han bajado, seguramente ya no bajarán, y eso afecta la favorabilidad del gobierno. Los escándalos en la aprobación de sus reformas, los viajes constantes de la primera dama, que le han costado al país millonadas, las constantes salidas en falso de Francia Márquez y de varios ministros, ya son suficientes motivos para que Colombia reflexione y concluya que la elección en segunda vuelta del señor Petro, ha sido el peor error del mundo. 

Internacionalmente las cosas arrojan muy malos resultados también. Petro se ha visto con Maduro varias veces en estos meses, viajó a Europa recientemente a buscar apoyo para el ELN, el mismo grupo de terroristas que lo ha dejado en ridículo, y fue a los Estados Unidos a interceder ante un perdido presidente Biden, por Maduro y Cuba. Mientras las cosas en Venezuela, Argentina y Chile muestran que socialmente esos regímenes han construido una bomba de tiempo, Petro insiste en que el Socialismo del Siglo XXI es el camino correcto. Esos gobiernos tienen empobrecida a su gente y cada vez tienen menos apoyo popular por obvias razones. Ahora Petro entra a esa lista, ¡en hora buena! En vez de trabajar y defender afuera los intereses de Colombia, el país que ha luchado por gobernar usa sus viajes, pagados por todos nosotros, para apoyar los intereses de sus amigotes. Insoportable.

La destrucción de nuestro sistema de salud, que seguro necesita varias medidas para mejorarlo, pero se destaca en el mundo por muchos motivos, esa obsesión de destrozarlo y manejar este tema igual a como lo hizo con el sistema de recolección de basuras en Bogotá, ha generado mucho miedo en el pueblo. Aquellos ingenuos que votaron por él pensando en que erradicaría la corrupción, han visto cómo la mermelada que supuestamente él combatió, se potenció al convertirse en una de sus principales armas para lograr sus negros objetivos.

Aquella propuesta del señor Guanumen -hoy cónsul en Chile-, de correr la línea ética para hacer campaña, parece ser política de estado en Colombia actualmente. Aclarando de paso que ahora, como cónsul, Guanumen es quien funge como notario en el exterior para todos los procesos de colombianos en Chile. Un tipo que no tiene escrúpulos ni límites ahora es quien cuida y protege la verdad en diferentes tipos de negocios en los que nuestros connacionales se involucran. Nada menos que el diablo haciendo hostias. Otro blooper de esos a los que ya nos estamos acostumbrando.

Toda esta amalgama de escándalos, de un manejo errático constante de la cosa pública, de una danzante corrupción y de discursos veintejulieros que también generan rechazo porque Colombia ya debió superar el caudillismo, llevan a que la última encuesta de Datexco para la FM de Julio Sánchez Cristo muestre que Petro tiene un 30% de apoyo y que el 68% de la gente ahora le da la espalda sin agüero. Los discursos que permiten verlo en vivo y en directo desde los balcones de la Casa de Nariño le gustan al 31% de los encuestados y un 58% lo rechaza al ver al populismo ahí personificado. La estantería se le está cayendo al presidente y esto no puede sorprendernos. Esto demuestra que Colombia es un país pensante y reflexivo, se equivocó Petro al subestimarnos y creernos brutos.

Podemos augurar una sistemática pérdida de favorabilidad de Petro en las semanas venideras lo que conllevará a que el primer año de gobierno se cumpla en una época áspera para él. Entre tanto: a Boric ya lo han capado 2 veces…

Por Jorge Eduardo Ávila