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Columnista - 29 enero, 2015

En ausencia de petróleo, más tributos

En una de mis recientes columnas me referí al comportamiento del salario mínimo en los últimos dieciséis años; un lector con nombre digital, supongo que no era Keynes, me conminó a no tratar temas económicos por no ser yo economista. Pero hay cosas que son de sentido común y que con buen juicio e investigación […]

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En una de mis recientes columnas me referí al comportamiento del salario mínimo en los últimos dieciséis años; un lector con nombre digital, supongo que no era Keynes, me conminó a no tratar temas económicos por no ser yo economista. Pero hay cosas que son de sentido común y que con buen juicio e investigación se pueden hacer. Además, la economía no es una ciencia exacta.

Hoy, de nuevo, me toca abordar un tema parecido, referente al régimen tributario de un país. Es que el 26 de los corrientes, la columnista Imelda Daza tocó un aspecto importante al cual hay que hacerle resonancia; una de las partes que ella trató se refiere a las reformas tributarias regresivas que nos vienen pierna arriba solo por cumplirle a la OCDE, el llamado “club de los ricos”.

Recomiendo leer de nuevo ese artículo. Hace mucho rato, los gobiernos de turno vienen anunciando una reforma tributaria integral que, ante la gran rebaja en los precios del petróleo y ante la caída en las reservas, no habrá otra forma de tapar el hueco fiscal, así que una reforma de corte neoliberal será ineludible a expensas no de la riqueza sino del salario vía impuestos indirectos.

Obvio, la base tributaria objeto de impuesto se ampliará, más personas naturales y jurídicas tributarán y las excepciones y estímulos para el gran capital se darán a manos llenas.

En la comunidad europea, la OCDE y los EE.UU, la presión tributaria sobre las personas es más del doble de la ejercida sobre las sociedades, contrario a lo que ocurre en la mayoría de los países de América Latina, con ingreso per cápita inferior; en AL solo Argentina, Brasil y Chile, países donde la principal fuente de ingresos corrientes son los tributarios, se han obligado a acercarse a la estructura tributaria de los países desarrollados. Sin duda, El IVA, será el eje central de la citada reforma; este tributo, fácil de recaudar sin afectar los intereses del gran capital, es la vía, regresiva pero eficaz.

Cuando alguien que gana un Salario Mínimo Mensual –SMM- compra una nevera por un millón de pesos, paga 160.000 en IVA; esto es el 24.8% de su salario; pero si lo compra quien gane diez millones, solo paga en IVA el 10% con igual servicio. No han tenido el valor de presentar la reforma integral tal como lo exige la OCDE, pero en forma paulatina y con vaselina la han venido introduciendo. Será una reforma que el gobierno de la Unidad Nacional le dejará a Colombia.

Para decir si el régimen impositivo de un país es adecuado, basta establecer una relación entre los impuestos y el PIB y país que quiera posar de rico, deberá cumplir con esos estándares tributarios.

Columnista
29 enero, 2015

En ausencia de petróleo, más tributos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

En una de mis recientes columnas me referí al comportamiento del salario mínimo en los últimos dieciséis años; un lector con nombre digital, supongo que no era Keynes, me conminó a no tratar temas económicos por no ser yo economista. Pero hay cosas que son de sentido común y que con buen juicio e investigación […]


En una de mis recientes columnas me referí al comportamiento del salario mínimo en los últimos dieciséis años; un lector con nombre digital, supongo que no era Keynes, me conminó a no tratar temas económicos por no ser yo economista. Pero hay cosas que son de sentido común y que con buen juicio e investigación se pueden hacer. Además, la economía no es una ciencia exacta.

Hoy, de nuevo, me toca abordar un tema parecido, referente al régimen tributario de un país. Es que el 26 de los corrientes, la columnista Imelda Daza tocó un aspecto importante al cual hay que hacerle resonancia; una de las partes que ella trató se refiere a las reformas tributarias regresivas que nos vienen pierna arriba solo por cumplirle a la OCDE, el llamado “club de los ricos”.

Recomiendo leer de nuevo ese artículo. Hace mucho rato, los gobiernos de turno vienen anunciando una reforma tributaria integral que, ante la gran rebaja en los precios del petróleo y ante la caída en las reservas, no habrá otra forma de tapar el hueco fiscal, así que una reforma de corte neoliberal será ineludible a expensas no de la riqueza sino del salario vía impuestos indirectos.

Obvio, la base tributaria objeto de impuesto se ampliará, más personas naturales y jurídicas tributarán y las excepciones y estímulos para el gran capital se darán a manos llenas.

En la comunidad europea, la OCDE y los EE.UU, la presión tributaria sobre las personas es más del doble de la ejercida sobre las sociedades, contrario a lo que ocurre en la mayoría de los países de América Latina, con ingreso per cápita inferior; en AL solo Argentina, Brasil y Chile, países donde la principal fuente de ingresos corrientes son los tributarios, se han obligado a acercarse a la estructura tributaria de los países desarrollados. Sin duda, El IVA, será el eje central de la citada reforma; este tributo, fácil de recaudar sin afectar los intereses del gran capital, es la vía, regresiva pero eficaz.

Cuando alguien que gana un Salario Mínimo Mensual –SMM- compra una nevera por un millón de pesos, paga 160.000 en IVA; esto es el 24.8% de su salario; pero si lo compra quien gane diez millones, solo paga en IVA el 10% con igual servicio. No han tenido el valor de presentar la reforma integral tal como lo exige la OCDE, pero en forma paulatina y con vaselina la han venido introduciendo. Será una reforma que el gobierno de la Unidad Nacional le dejará a Colombia.

Para decir si el régimen impositivo de un país es adecuado, basta establecer una relación entre los impuestos y el PIB y país que quiera posar de rico, deberá cumplir con esos estándares tributarios.