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Columnista - 2 noviembre, 2020

Empresa promotora de turismo de Valledupar

El enfoque que voy a dar al tema resulta válido para antes, en o después de la pandemia y la iniciativa  es una nueva ventana y no cierra las otras y, quiero darle un contexto amplio, más allá del momento que vivimos. La pienso más de fondo y relacionada o atada al desarrollo de situaciones […]

El enfoque que voy a dar al tema resulta válido para antes, en o después de la pandemia y la iniciativa  es una nueva ventana y no cierra las otras y, quiero darle un contexto amplio, más allá del momento que vivimos. La pienso más de fondo y relacionada o atada al desarrollo de situaciones preexistentes, pero mirando algo confiados el futuro de mediano y largo plazo. 

En Valledupar no florecerá la gran industria, las razones son muchas y complejas y no caben en este limitado espacio.                                                                                                     

Estamos impactados por la prevista declinación en la producción del carbón debido a que el mundo le está dando las espaldas a los combustibles fósiles y el precio ha caído a niveles que desalientan la industria. Es cuestión de mercado.  

La ganadería no será más de lo que es y cuidado si menos. Uno que otro exitoso emprendimiento particular, no variará mucho lo bueno, regular o malo  que hay. La agricultura será aproximadamente lo que es, una actividad en la que su mayor apuesta, los cultivos de palma, tiene comprometida sus posibilidades de expansión.  No veo que el campo sea la salida aunque debiera  serlo.

Hay fortalezas en la prestación de servicios de la más diversa índole pero allí también casi todo está escrito. El crecimiento será aritmético. El comercio demorará largos meses en recuperarse.                                                                                      

¿Qué viene quedando, turismo del tradicional?, si bien aquí hay mucho que mostrar en el resto de Colombia también.                                                                                                         

 Hilando delgado vamos llegando a  donde quería y es el turismo musical permanente, promovido si bien con base en la música vallenata; es decir, el Festival Vallenato, debe ir más allá, presentando cada año artistas de talla internacional y eventos que ya se identificará cuáles sean.

El parque Consuelo Araujo Noguera es una infraestructura sub-utilizada y debe ser la sede de por lo menos cuatro eventos anuales, trimestrales; siendo uno de ellos el Festival Vallenato, además hay que  mirar  con cuidado el daño patrimonial que su no uso produzca, pero esa utilización debe ser promovida  por una empresa comercial del municipio de la cual pueden ser socios inclusive particulares integrada al mismo tiempo del mayoritario ente público por entidades gremiales de derecho privado como la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO), Camacol,  ANDI, Cámara de Comercio , Fundación de la Leyenda Vallenata y entidades similares que sean garantía de un adecuado manejo; además, personas que tengan o ayuden con su capacidad técnica a llenar cuatro veces al año el Coliseo Cacique Upar. Es todo un reto.                               

Estamos a tiempo para iniciar teniendo como meta que para mediados del 2021 ya exista la Empresa. El alcalde de Valledupar debe constituir un comité promotor, no muy numeroso, que haga una propuesta inicial sobre el ente y sus objetivos que a mi modo de ver tendría las siguientes características: (a) debe ser una empresa comercial del municipio (b) su objetivo será la potenciación de Valledupar como capital musical cuyo evento central será sin duda el Festival de la Leyenda Vallenata. Aclaro, que creo que manejado este como evento por quienes han probado que pueden hacerlo.

Esto, escrito en líneas gruesas. El espacio no da para más.

Columnista
2 noviembre, 2020

Empresa promotora de turismo de Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime García Chadid.

El enfoque que voy a dar al tema resulta válido para antes, en o después de la pandemia y la iniciativa  es una nueva ventana y no cierra las otras y, quiero darle un contexto amplio, más allá del momento que vivimos. La pienso más de fondo y relacionada o atada al desarrollo de situaciones […]


El enfoque que voy a dar al tema resulta válido para antes, en o después de la pandemia y la iniciativa  es una nueva ventana y no cierra las otras y, quiero darle un contexto amplio, más allá del momento que vivimos. La pienso más de fondo y relacionada o atada al desarrollo de situaciones preexistentes, pero mirando algo confiados el futuro de mediano y largo plazo. 

En Valledupar no florecerá la gran industria, las razones son muchas y complejas y no caben en este limitado espacio.                                                                                                     

Estamos impactados por la prevista declinación en la producción del carbón debido a que el mundo le está dando las espaldas a los combustibles fósiles y el precio ha caído a niveles que desalientan la industria. Es cuestión de mercado.  

La ganadería no será más de lo que es y cuidado si menos. Uno que otro exitoso emprendimiento particular, no variará mucho lo bueno, regular o malo  que hay. La agricultura será aproximadamente lo que es, una actividad en la que su mayor apuesta, los cultivos de palma, tiene comprometida sus posibilidades de expansión.  No veo que el campo sea la salida aunque debiera  serlo.

Hay fortalezas en la prestación de servicios de la más diversa índole pero allí también casi todo está escrito. El crecimiento será aritmético. El comercio demorará largos meses en recuperarse.                                                                                      

¿Qué viene quedando, turismo del tradicional?, si bien aquí hay mucho que mostrar en el resto de Colombia también.                                                                                                         

 Hilando delgado vamos llegando a  donde quería y es el turismo musical permanente, promovido si bien con base en la música vallenata; es decir, el Festival Vallenato, debe ir más allá, presentando cada año artistas de talla internacional y eventos que ya se identificará cuáles sean.

El parque Consuelo Araujo Noguera es una infraestructura sub-utilizada y debe ser la sede de por lo menos cuatro eventos anuales, trimestrales; siendo uno de ellos el Festival Vallenato, además hay que  mirar  con cuidado el daño patrimonial que su no uso produzca, pero esa utilización debe ser promovida  por una empresa comercial del municipio de la cual pueden ser socios inclusive particulares integrada al mismo tiempo del mayoritario ente público por entidades gremiales de derecho privado como la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO), Camacol,  ANDI, Cámara de Comercio , Fundación de la Leyenda Vallenata y entidades similares que sean garantía de un adecuado manejo; además, personas que tengan o ayuden con su capacidad técnica a llenar cuatro veces al año el Coliseo Cacique Upar. Es todo un reto.                               

Estamos a tiempo para iniciar teniendo como meta que para mediados del 2021 ya exista la Empresa. El alcalde de Valledupar debe constituir un comité promotor, no muy numeroso, que haga una propuesta inicial sobre el ente y sus objetivos que a mi modo de ver tendría las siguientes características: (a) debe ser una empresa comercial del municipio (b) su objetivo será la potenciación de Valledupar como capital musical cuyo evento central será sin duda el Festival de la Leyenda Vallenata. Aclaro, que creo que manejado este como evento por quienes han probado que pueden hacerlo.

Esto, escrito en líneas gruesas. El espacio no da para más.