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Editorial - 26 mayo, 2013

Emdupar: un llamado a la sensatez

La situación actual del acueducto de Valledupar y la prestación de este servicio es un acumulado de circunstancias que históricamente vienen afectando a la Empresa de Servicios Públicos, que en los últimos meses ha sido criticada por distintos frentes de la sociedad civil, lo cual debe observarse con especial cuidado cuando de responsabilidades por su eficiente y eficaz administración se trata.

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La situación actual del acueducto de Valledupar y la prestación de este servicio es un acumulado de circunstancias que históricamente vienen afectando a la Empresa de Servicios Públicos, que en los últimos meses ha sido criticada por distintos frentes de la sociedad civil, lo cual debe observarse con especial cuidado cuando de responsabilidades por su eficiente y eficaz administración se trata.

Los esfuerzos de la actual administración han ‘desenmarañado’ múltiples inconvenientes en la distribución del agua en la capital cesarense, especialmente este año cuando la institución ha resuelto problemas de válvulas y taponamiento de tuberías en un sector, y abruptamente aparece similar problema en otros, situaciones que han generado impactos negativos y positivos al evaluarse la gestión y los resultados del gerente y su equipo de trabajo. 

No se debe pasar por alto que la gestión realizada por la empresa Emdupar en los últimos meses ha sido oportuna y coherente con la realidad del problema, porque no esconden la verdad del mismo, sino que la muestran a pesar del alto costo político que representa y tal vez, esa fue la razón que los tres últimos gobiernos municipales tuvieron en cuenta para no decir la verdad verdadera del problema del acueducto de Valledupar, en cuyo contexto pueden existir distintas irregularidades o actos de corrupción reiterados, favorecidos con la actitud de tapar y solo tapar para que no investiguen, dejando que en lo sucesivo se presenten especulaciones y realidades como las que actualmente se conocen.

EL PILÓN presume en alto índice de verdad el informe que presentó la empresa sobre la calidad del agua que consumen los vallenatos. La Superintendencia de Servicios Públicos en su tarea ha detectado deficiencias institucionales de las autoridades de salud para cumplir con rigurosidad los protocolos para la toma de muestras en red de distribución y el número y frecuencia de las mismas, lo que ha significado una enorme dificultad para que la Superservicios pueda contar con información veraz y oportuna sobre la calidad de agua suministrada para consumo humano en el país e impide las acciones correctivas pertinentes.

Es tan cierto lo anterior que la Secretaría de Salud del Cesar realizó entre el 6 y 9 de mayo de este año, toma de muestras al respecto, y particularmente, en una residencia en la cual el resultado técnico, que fue negativo, no obedecía al procedimiento establecido en la ley, porque al parecer se involucraron aspectos que afectaron la higiene y manejo del liquido a través de acometidas inapropiadas, tanques de almacenamiento sin el aseo preventivo y el uso de utensilios sin la asepsia adecuada, todo lo cual puede generar síntomas de enfermedades gastrointestinales; sin embargo, no se puede desconocer que con el problema de filtros adecuados en la bocatoma y la crecientes del río Guatapurí en la parte alta de la Sierra Nevada, eventualmente aparecen turbiedades del agua servida, aspecto este que periódicamente la Empresa de Servicios Públicos informa oportunamente. Paralelo a ello, Emdupar por su parte realiza desde sus laboratorios controles microbiológicos y físico-químicos diarios y de manera aleatoria hace lo propio en diferentes sectores del plano urbano de Valledupar para prever que se generen efectos contraproducentes a la salud de los vallenatos.

Los medios de comunicación no debemos hacerle el juego a las especulaciones y versiones callejeras, porque todo eso contribuye a generar desconfianza colectiva y a desestabilizar el orden y la credibilidad en las instituciones. Sin embargo, EL PILÓN pide públicamente a Emdupar presentar informes periódicos sobre la calidad del agua y realizar procesos de moralización, verdad y transparencia interna.

Editorial
26 mayo, 2013

Emdupar: un llamado a la sensatez

La situación actual del acueducto de Valledupar y la prestación de este servicio es un acumulado de circunstancias que históricamente vienen afectando a la Empresa de Servicios Públicos, que en los últimos meses ha sido criticada por distintos frentes de la sociedad civil, lo cual debe observarse con especial cuidado cuando de responsabilidades por su eficiente y eficaz administración se trata.


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La situación actual del acueducto de Valledupar y la prestación de este servicio es un acumulado de circunstancias que históricamente vienen afectando a la Empresa de Servicios Públicos, que en los últimos meses ha sido criticada por distintos frentes de la sociedad civil, lo cual debe observarse con especial cuidado cuando de responsabilidades por su eficiente y eficaz administración se trata.

Los esfuerzos de la actual administración han ‘desenmarañado’ múltiples inconvenientes en la distribución del agua en la capital cesarense, especialmente este año cuando la institución ha resuelto problemas de válvulas y taponamiento de tuberías en un sector, y abruptamente aparece similar problema en otros, situaciones que han generado impactos negativos y positivos al evaluarse la gestión y los resultados del gerente y su equipo de trabajo. 

No se debe pasar por alto que la gestión realizada por la empresa Emdupar en los últimos meses ha sido oportuna y coherente con la realidad del problema, porque no esconden la verdad del mismo, sino que la muestran a pesar del alto costo político que representa y tal vez, esa fue la razón que los tres últimos gobiernos municipales tuvieron en cuenta para no decir la verdad verdadera del problema del acueducto de Valledupar, en cuyo contexto pueden existir distintas irregularidades o actos de corrupción reiterados, favorecidos con la actitud de tapar y solo tapar para que no investiguen, dejando que en lo sucesivo se presenten especulaciones y realidades como las que actualmente se conocen.

EL PILÓN presume en alto índice de verdad el informe que presentó la empresa sobre la calidad del agua que consumen los vallenatos. La Superintendencia de Servicios Públicos en su tarea ha detectado deficiencias institucionales de las autoridades de salud para cumplir con rigurosidad los protocolos para la toma de muestras en red de distribución y el número y frecuencia de las mismas, lo que ha significado una enorme dificultad para que la Superservicios pueda contar con información veraz y oportuna sobre la calidad de agua suministrada para consumo humano en el país e impide las acciones correctivas pertinentes.

Es tan cierto lo anterior que la Secretaría de Salud del Cesar realizó entre el 6 y 9 de mayo de este año, toma de muestras al respecto, y particularmente, en una residencia en la cual el resultado técnico, que fue negativo, no obedecía al procedimiento establecido en la ley, porque al parecer se involucraron aspectos que afectaron la higiene y manejo del liquido a través de acometidas inapropiadas, tanques de almacenamiento sin el aseo preventivo y el uso de utensilios sin la asepsia adecuada, todo lo cual puede generar síntomas de enfermedades gastrointestinales; sin embargo, no se puede desconocer que con el problema de filtros adecuados en la bocatoma y la crecientes del río Guatapurí en la parte alta de la Sierra Nevada, eventualmente aparecen turbiedades del agua servida, aspecto este que periódicamente la Empresa de Servicios Públicos informa oportunamente. Paralelo a ello, Emdupar por su parte realiza desde sus laboratorios controles microbiológicos y físico-químicos diarios y de manera aleatoria hace lo propio en diferentes sectores del plano urbano de Valledupar para prever que se generen efectos contraproducentes a la salud de los vallenatos.

Los medios de comunicación no debemos hacerle el juego a las especulaciones y versiones callejeras, porque todo eso contribuye a generar desconfianza colectiva y a desestabilizar el orden y la credibilidad en las instituciones. Sin embargo, EL PILÓN pide públicamente a Emdupar presentar informes periódicos sobre la calidad del agua y realizar procesos de moralización, verdad y transparencia interna.