La Empresa de Servicios Públicos de Valledupar –Emdupar- lleva años dando tumbos en el afán de encontrar una salida a la crisis financiera que la carcome. Crisis financiera, crisis en el servicio. La palabra crisis parece que se volvió sinónimo de Emdupar. Algunos de sus indicadores dan ganas de llorar. Tiene una cartera vencida de […]
La Empresa de Servicios Públicos de Valledupar –Emdupar- lleva años dando tumbos en el afán de encontrar una salida a la crisis financiera que la carcome. Crisis financiera, crisis en el servicio. La palabra crisis parece que se volvió sinónimo de Emdupar.
Algunos de sus indicadores dan ganas de llorar. Tiene una cartera vencida de más de 62 mil millones de pesos. El porcentaje de agua no contabilizada es del 60 %, cuando debería ser del 30 % o menos. ¿Cómo es posible que una empresa pierda el 60% de su producción? La empresa tiene además de estos problemas, un rezago técnico: redes obsoletas y deficiencias en la micromedición. De hecho el contrato firmado en la administración de Fredys Socarrás para instalar 24 mil micromedidores no se ha ejecutado como se esperaba y a la fecha solo han instalado 2.800 micromedidores.
A esto se le suma el enredo técnico, el bendito problema de la tercerización, que no es otra cosa que una forma de los políticos de turno de ordeñar la vaca de Emdupar. En el acueducto de los vallenatos todo estaba tercerizado: toma de lectura, impresión y reparto de facturas, suspensión, reconexión, instalación de micromedidores. Es cierto que una empresa debe encontrar y descubrir en lo que es bueno, y concentrarse y especializarse en eso. Pero si Emdupar no era capaz de hacer lo que se llama el “core” del negocio -medir el agua, facturar, cobrar, suspender, conectar micromedidores- ¿qué se suponía que hacía?
Afortunadamente el actual gerente Armando Cuello Daza no renovó estos contratos y ahora todo lo hace la empresa. Esperemos que esto sea para mejorar la gestión y rentabilidad de la empresa.
Podríamos tener una empresa de agua multinacional, con un margen de rentabilidad espectacular que le girara recursos al municipio y gobernación por sus excedentes…pero no es así.
Parece que el Alcalde Augusto Ramírez Uhía y su gerente tienen la firme intención de salvarla y ponerla a funcionar como es debido. Esperemos que esa intención se convierta en realidad y la Superintendencia de Servicios Públicos haga valer su poder al hacer cumplir el Plan de Gestión firmado ayer para solucionar las afectaciones al servicio de acueducto y alcantarillado en la capital de Cesar, con plazos muy cortos pero razonables. Los vallenatos merecen, necesitan y pagan un servicio que debe ser el mejor de los mejores: el agua.
La Empresa de Servicios Públicos de Valledupar –Emdupar- lleva años dando tumbos en el afán de encontrar una salida a la crisis financiera que la carcome. Crisis financiera, crisis en el servicio. La palabra crisis parece que se volvió sinónimo de Emdupar. Algunos de sus indicadores dan ganas de llorar. Tiene una cartera vencida de […]
La Empresa de Servicios Públicos de Valledupar –Emdupar- lleva años dando tumbos en el afán de encontrar una salida a la crisis financiera que la carcome. Crisis financiera, crisis en el servicio. La palabra crisis parece que se volvió sinónimo de Emdupar.
Algunos de sus indicadores dan ganas de llorar. Tiene una cartera vencida de más de 62 mil millones de pesos. El porcentaje de agua no contabilizada es del 60 %, cuando debería ser del 30 % o menos. ¿Cómo es posible que una empresa pierda el 60% de su producción? La empresa tiene además de estos problemas, un rezago técnico: redes obsoletas y deficiencias en la micromedición. De hecho el contrato firmado en la administración de Fredys Socarrás para instalar 24 mil micromedidores no se ha ejecutado como se esperaba y a la fecha solo han instalado 2.800 micromedidores.
A esto se le suma el enredo técnico, el bendito problema de la tercerización, que no es otra cosa que una forma de los políticos de turno de ordeñar la vaca de Emdupar. En el acueducto de los vallenatos todo estaba tercerizado: toma de lectura, impresión y reparto de facturas, suspensión, reconexión, instalación de micromedidores. Es cierto que una empresa debe encontrar y descubrir en lo que es bueno, y concentrarse y especializarse en eso. Pero si Emdupar no era capaz de hacer lo que se llama el “core” del negocio -medir el agua, facturar, cobrar, suspender, conectar micromedidores- ¿qué se suponía que hacía?
Afortunadamente el actual gerente Armando Cuello Daza no renovó estos contratos y ahora todo lo hace la empresa. Esperemos que esto sea para mejorar la gestión y rentabilidad de la empresa.
Podríamos tener una empresa de agua multinacional, con un margen de rentabilidad espectacular que le girara recursos al municipio y gobernación por sus excedentes…pero no es así.
Parece que el Alcalde Augusto Ramírez Uhía y su gerente tienen la firme intención de salvarla y ponerla a funcionar como es debido. Esperemos que esa intención se convierta en realidad y la Superintendencia de Servicios Públicos haga valer su poder al hacer cumplir el Plan de Gestión firmado ayer para solucionar las afectaciones al servicio de acueducto y alcantarillado en la capital de Cesar, con plazos muy cortos pero razonables. Los vallenatos merecen, necesitan y pagan un servicio que debe ser el mejor de los mejores: el agua.