Juan Manuel Herrera Molina y Andrés Alfonso García pertenecen al Atlético Ibarra de la Primera B del fútbol ecuatoriano.
Dos jugadores de la cantera vallenata se convirtieron en embajadores en el fútbol ecuatoriano. El atacante Juan Manuel Herrera Molina y el volante Andrés Alfonso García tienen el sello cesarense en el balompié del vecino país, al que llegaron con la ambición de triunfar y mostrar su casta.
Ambos jugadores dejaron su tierra natal en busca de una mejor suerte futbolística. Y sí que la encontraron en el equipo Atlético Ibarra (antes Tulcán) en donde emprendieron un proceso que hoy los perfila como elementos fundamentales en el club de la Primera B ecuatoriana.
Juan Manuel Herrera dio sus primeros pasos en el equipo Alianza Vallenata, luego pasó a Unión Jagüera en donde sus goles fueron noticias, tanto en la Copa Samsumg como en la Copa Claro.
“Con el equipo de La Jagua de Ibirico duré cinco años en el que marqué 12 goles, gracias a Dios me fue muy bien, luego regresé para jugar con el Valledupar Fútbol Club, ahí tuve poco chance de jugar. Posteriormente se me abrió otra puerta, esta vez en Santa Fe de Barranquilla en el que anoté más de 32 tantos. Afortunadamente las cosas se me dieron, valió la pena tanto sacrificio y hoy me siento contento de jugar en el fútbol del Ecuador”, reconoció el jugador de 20 años.
Dirigido por Leandro Asaad, el equipo Atlético Ibarra tiene su sede en la ciudad del mismo nombre, con una temperatura de 12 grados, situación que al principio le costó al jugador para adaptarse a su nueva experiencia ya como jugador profesional.
Velocidad, buena diagonal y definición son las características de Juan Manuel Herrera, quien asegura que en la región hay mucho talento.
“Acá en Valledupar hay muchos jugadores con condiciones, afortunadamente me salieron las cosas y allá y logré quedarme”, dijo el delantero.
Su llegada al vecino país fue en junio de 2016 después de un proceso de dos meses en el Club Libertad de Itagüí (Antioquia). “Viajé a Ibarra y me quedé porque al profesor le gustó mí fútbol, me quedé por mérito propio, ahora hay que mantenerse porque la competencia es dura”, reconoció.
Juan Manuel Herrera, egresado del colegio Loperena Garupal, también tiene en su hoja de vida la participación en los Juegos Intercolegiados vistiendo la camiseta de la Institución Educativa José Guillermo Castro que ganó la fase regional en 2013.
Por ahora disfruta sus vacaciones en el seno de su familia, esperando retornar el próximo año al fútbol ecuatoriano para consolidarse y abrir caminos en su futuro deportivo.
En la misma vitrina permanece Andrés Alfonso García Suárez, un volante de primera línea que también aporta su fútbol al Atlético Ibarra. Tiene 19 años y en sus inicios militó en los Clubes Gaviotas y De Pies a Cabeza. Luego pasó al equipo Sub 20 de Juventud Vallenata y en enero del presente año al Olimpia Global de Envigado, equipo que pertenece a la Liga de Antioquia. Seis meses después fue a prueba al Atlético Ibarra y pasó el examen.
“Todo jugador sueña con llegar a primera división. Quiero llegar al fútbol europeo, ese es el anhelo de todo jugador. Soy un futbolista de buena técnica y definición. Uno tiene que sacrificarse para alcanzar los logros, no es fácil estar lejos de mi familia, pero sé que algún día llegará la recompensa”, advirtió el jugador, egresado del colegio Gimnasio del Saber de Valledupar.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN
Juan Manuel Herrera Molina y Andrés Alfonso García pertenecen al Atlético Ibarra de la Primera B del fútbol ecuatoriano.
Dos jugadores de la cantera vallenata se convirtieron en embajadores en el fútbol ecuatoriano. El atacante Juan Manuel Herrera Molina y el volante Andrés Alfonso García tienen el sello cesarense en el balompié del vecino país, al que llegaron con la ambición de triunfar y mostrar su casta.
Ambos jugadores dejaron su tierra natal en busca de una mejor suerte futbolística. Y sí que la encontraron en el equipo Atlético Ibarra (antes Tulcán) en donde emprendieron un proceso que hoy los perfila como elementos fundamentales en el club de la Primera B ecuatoriana.
Juan Manuel Herrera dio sus primeros pasos en el equipo Alianza Vallenata, luego pasó a Unión Jagüera en donde sus goles fueron noticias, tanto en la Copa Samsumg como en la Copa Claro.
“Con el equipo de La Jagua de Ibirico duré cinco años en el que marqué 12 goles, gracias a Dios me fue muy bien, luego regresé para jugar con el Valledupar Fútbol Club, ahí tuve poco chance de jugar. Posteriormente se me abrió otra puerta, esta vez en Santa Fe de Barranquilla en el que anoté más de 32 tantos. Afortunadamente las cosas se me dieron, valió la pena tanto sacrificio y hoy me siento contento de jugar en el fútbol del Ecuador”, reconoció el jugador de 20 años.
Dirigido por Leandro Asaad, el equipo Atlético Ibarra tiene su sede en la ciudad del mismo nombre, con una temperatura de 12 grados, situación que al principio le costó al jugador para adaptarse a su nueva experiencia ya como jugador profesional.
Velocidad, buena diagonal y definición son las características de Juan Manuel Herrera, quien asegura que en la región hay mucho talento.
“Acá en Valledupar hay muchos jugadores con condiciones, afortunadamente me salieron las cosas y allá y logré quedarme”, dijo el delantero.
Su llegada al vecino país fue en junio de 2016 después de un proceso de dos meses en el Club Libertad de Itagüí (Antioquia). “Viajé a Ibarra y me quedé porque al profesor le gustó mí fútbol, me quedé por mérito propio, ahora hay que mantenerse porque la competencia es dura”, reconoció.
Juan Manuel Herrera, egresado del colegio Loperena Garupal, también tiene en su hoja de vida la participación en los Juegos Intercolegiados vistiendo la camiseta de la Institución Educativa José Guillermo Castro que ganó la fase regional en 2013.
Por ahora disfruta sus vacaciones en el seno de su familia, esperando retornar el próximo año al fútbol ecuatoriano para consolidarse y abrir caminos en su futuro deportivo.
En la misma vitrina permanece Andrés Alfonso García Suárez, un volante de primera línea que también aporta su fútbol al Atlético Ibarra. Tiene 19 años y en sus inicios militó en los Clubes Gaviotas y De Pies a Cabeza. Luego pasó al equipo Sub 20 de Juventud Vallenata y en enero del presente año al Olimpia Global de Envigado, equipo que pertenece a la Liga de Antioquia. Seis meses después fue a prueba al Atlético Ibarra y pasó el examen.
“Todo jugador sueña con llegar a primera división. Quiero llegar al fútbol europeo, ese es el anhelo de todo jugador. Soy un futbolista de buena técnica y definición. Uno tiene que sacrificarse para alcanzar los logros, no es fácil estar lejos de mi familia, pero sé que algún día llegará la recompensa”, advirtió el jugador, egresado del colegio Gimnasio del Saber de Valledupar.
Nibaldo Bustamante/EL PILÓN