En la tarde de este domingo, el ELN se habría adjudicado el atentado de la estación de Policía en el barrio San José de la ciudad de Barranquilla, en el que murieron cinco agentes y 38 quedaron heridos.
En la tarde de este domingo, el ELN se habría adjudicado el atentado de la estación de Policía en el barrio San José de la ciudad de Barranquilla, en el que murieron cinco agentes y 38 quedaron heridos.
A través de un comunicado, que está siendo investigado por las autoridades para establecer su veracidad, aseguraron que “en respuesta al panorama y comprometido con los pobres de Colombia, el Frente de Guerra Urbano Nacional, del ELN en ejercicio legítimo del derecho a la rebelión, realizó la siguiente acción militar” y describían que “A las 6:40 AM de hoy 27 de enero se atacaron fuerzas policiales de la estación San Jose, en el sur de Barranquilla capital del departamento del Atlántico. Resultados: 5 policías muertos y 43 más heridos”.
El Frente de Guerra Urbano Nacional del ELN expresa al país y en particular a la población de Barranquilla:
No hay un día en el que no ocurra un atentado contra la dignidad y la vida de los habitantes de la llamada “capital de vida” y de las ciudades de Colombia, por parte de la fuerza pública, demostrando que su función es defender los intereses de los ricos y poderosos, ejemplos de ello son:
La represión brutal a las legítimas protestas ciudadanas originadas por la pésima prestación de los servicios públicos, como es el caso de Electricaribe, desastroso monumento a la corrupción, que tiene en su haber cortes de energía y cambios de voltaje que ocasionan daños en electrodomésticos y hasta muertes por electrocución.
La persecución a mototaxistas, conductores de taxis, colectivos, dacias, vendedores estacionarios y ambulantes, personas que a través del rebusque intentan resolver las necesidades de sus familias, ante la falta de empleo y oportunidades de un Estado indiferente a los dolores del pueblo.
El castigo al consumidor de sustancias psicoactivas, mientras se mantienen alianzas con las mafias del narcotráfico, a pequeña y gran escala, que blanquea sus capitales con negocios y empresas que gozan de “buena reputación”.
El Gobierno Nacional se rehúsa a dar respuestas a las necesidades de la población, inventa excusas para no garantizar sus derechos y usa a la fuerza pública para reprimir al pueblo que se cansa de aguantar y pelea por su sobrevivencia y dignidad.
En respuesta a este panorama y comprometido con los pobres de Colombia, el Frente de Guerra Urbano Nacional, del ELN en ejercicio legítimo del derecho a la rebelión, realizó la siguiente acción militar:
– A las 6:40 AM de hoy 27 de enero se atacaron fuerzas policiales de la estación San Jose, en elsur de Barranquilla capital del departamento del Atlántico.
– Resultados: 5 policías muertos y 43 más heridos.
Fuerza guerrillera sin novedades.
Como ELN, persistimos con la misma determinación, en la solución política al conflicto social y armado que vive el pueblo colombiano, en un diálogo de Paz que atienda las voces de los más necesitados y excluidos.
En la tarde de este domingo, el ELN se habría adjudicado el atentado de la estación de Policía en el barrio San José de la ciudad de Barranquilla, en el que murieron cinco agentes y 38 quedaron heridos.
En la tarde de este domingo, el ELN se habría adjudicado el atentado de la estación de Policía en el barrio San José de la ciudad de Barranquilla, en el que murieron cinco agentes y 38 quedaron heridos.
A través de un comunicado, que está siendo investigado por las autoridades para establecer su veracidad, aseguraron que “en respuesta al panorama y comprometido con los pobres de Colombia, el Frente de Guerra Urbano Nacional, del ELN en ejercicio legítimo del derecho a la rebelión, realizó la siguiente acción militar” y describían que “A las 6:40 AM de hoy 27 de enero se atacaron fuerzas policiales de la estación San Jose, en el sur de Barranquilla capital del departamento del Atlántico. Resultados: 5 policías muertos y 43 más heridos”.
El Frente de Guerra Urbano Nacional del ELN expresa al país y en particular a la población de Barranquilla:
No hay un día en el que no ocurra un atentado contra la dignidad y la vida de los habitantes de la llamada “capital de vida” y de las ciudades de Colombia, por parte de la fuerza pública, demostrando que su función es defender los intereses de los ricos y poderosos, ejemplos de ello son:
La represión brutal a las legítimas protestas ciudadanas originadas por la pésima prestación de los servicios públicos, como es el caso de Electricaribe, desastroso monumento a la corrupción, que tiene en su haber cortes de energía y cambios de voltaje que ocasionan daños en electrodomésticos y hasta muertes por electrocución.
La persecución a mototaxistas, conductores de taxis, colectivos, dacias, vendedores estacionarios y ambulantes, personas que a través del rebusque intentan resolver las necesidades de sus familias, ante la falta de empleo y oportunidades de un Estado indiferente a los dolores del pueblo.
El castigo al consumidor de sustancias psicoactivas, mientras se mantienen alianzas con las mafias del narcotráfico, a pequeña y gran escala, que blanquea sus capitales con negocios y empresas que gozan de “buena reputación”.
El Gobierno Nacional se rehúsa a dar respuestas a las necesidades de la población, inventa excusas para no garantizar sus derechos y usa a la fuerza pública para reprimir al pueblo que se cansa de aguantar y pelea por su sobrevivencia y dignidad.
En respuesta a este panorama y comprometido con los pobres de Colombia, el Frente de Guerra Urbano Nacional, del ELN en ejercicio legítimo del derecho a la rebelión, realizó la siguiente acción militar:
– A las 6:40 AM de hoy 27 de enero se atacaron fuerzas policiales de la estación San Jose, en elsur de Barranquilla capital del departamento del Atlántico.
– Resultados: 5 policías muertos y 43 más heridos.
Fuerza guerrillera sin novedades.
Como ELN, persistimos con la misma determinación, en la solución política al conflicto social y armado que vive el pueblo colombiano, en un diálogo de Paz que atienda las voces de los más necesitados y excluidos.