Aunque su nombre no sonó entre las favoritas de los especialistas y expertos del tema reinas, la señorita Cesar, Andrea Salas Daníes, dejó en alto el nombre del departamento del Cesar, ya que fue una de las candidatas con más empeño en mostrar y dar a conocer su cultura y la de su región.

Una tarea que realizó con la ayuda de más de 80 cesarenses que viajaron a apoyar su trabajo y que le asistieron en el montaje de los estantes y tarimas usados para exponer las artesanías y muestras culturales más típicas de la zona. 

Durante su participación en este certamen, Andrea siempre se describió como una persona apasionada, valiente y con grandes convicciones. Firme defensora de la libertad de pensamiento, a la que le  encanta aprender nuevas cosas y disfrutar  al máximo de los pequeños momentos de la vida.

Una defensora absoluta del amor que siente por su familia y por ese departamento que la vio hacerse mujer, y al que defiende como si fuera una parte fundamental de su corazón, esa que si le sacan lo haría dejar de latir.

“El Cesar tiene un folclor arraigado y majestuoso, reconocido internacionalmente, gracias a nuestra música vallenata;  nuestros campos, de norte a sur, son tierra fértil y bendecida,  por eso nuestra actividad económica principal es la agricultura; aquí  tenemos infinidad de afluentes hídricos que bañan nuestros suelos, somos un departamento ganadero y minero; mi departamento es una tierra privilegiada, que inspira junto a sus mujeres los más hermosos versos vallenatos” expresó la soberana de este departamento al ser preguntada por este medio sobre lo que siente por el Cesar.

Beneficios de ir a Cartagena 
Además de los beneficios propios que recibe al mostrar su imagen como una de las participantes del Concurso Nacional De Belleza, la representante del Cesar Andrea Salas asegura que hay cosas que aprendió de ella misma, gracias a este concurso. 

“Antes del reinado tenía muchas inseguridades con mi altura; además era un poquito gordita, pero poco a poco me di cuenta de que,  en vez de un complejo,  puedo utilizarlo como una fortaleza, porque la altura da elegancia e imponencia en el reinado” dijo Andrea y destacó que también, gracias a su paso por Cartagena, aprendió a conocer sus virtudes y defectos. “Lo que más me gusta es mi torso y mis piernas porque son largas y bien definidas, y lo que me menos me gusta son mis pies, son muy feos. Como debilidad, soy un poco sensible ante los temas de la realidad nacional, pero también eso puede ser una fortaleza, porque así uno se apropia de las cosas para sacar los proyectos adelante”. 

Por Pepe Morón Reales

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