Una demostración de cómo la transición energética del carbón al gas y el uso para ello del fracking -como se ha proyectado en los próximos años en El Cesar- es lo acaecido con el Estado de Pensilvania, en los Estados Unidos, que hoy es foco de atención porque el presidente Trump en su desesperado afán […]
Una demostración de cómo la transición energética del carbón al gas y el uso para ello del fracking -como se ha proyectado en los próximos años en El Cesar- es lo acaecido con el Estado de Pensilvania, en los Estados Unidos, que hoy es foco de atención porque el presidente Trump en su desesperado afán reeleccionista habría logrado en los últimos días un sorprendente repunte electoral a su favor, desafiando todas las adversas encuestas, agitando a su población con una campaña a favor del mantenimiento de esas operaciones de presión hidráulica de las rocas para obtener un hidrocarburo como el gas.
En ese estado se ha dado una paulatina transición del carbón al gas. Lo que en otros ámbitos podría observarse como una postura impopular se presentó por Donald Trump como una solución de empleo y progreso social, al oponerse a la política de su retador Joe Biden, menos entusiasta con el método de extracción, a quien le tocó aclarar que no iba a prohibirlo en el inmenso país del norte. Ya el fracking se ha consolidado en dos décadas y convirtió a Estados Unidos en 2014, con piso en sitios como Pensilvania, en el principal productor mundial de gas y petróleo.
Las operaciones de extracción de gas y petróleo de rocas subterráneas profundas mediante una inyección de agua y productos químicos tuvo entonces en esa época su mayor auge antes de la caída en 2015 de los precios internacionales que comprometieron su competitividad frente a países de menor costo de producción como los del oriente medio. Ahí llegó sorprendiendo Trump en 2016 y ahora tuvo un inesperado ascenso con las mismas banderas.
Se han cuestionado sus altos costos tales los riesgos sísmicos de la perforación: e investigadores vinculan sus emisiones al aire, a pesar de ser el gas el más limpio de todos los fósiles, y el uso y posible contaminación del agua con problemas de salud. La población muestra más valoración positiva de la industria por sus ingresos y empleos, que los impactos asociados.
Dentro de Pensilvania algunos condados, una circunscripción a su interior, han venido dando la vuelta en su inclinación partidista. “Otrora demócrata, el condado de Washington lleva años apoyando a los republicanos, cambio que se atribuye al fracking. Tenemos bajo nuestros pies la energía para impulsar a Estados Unidos, y esa energía ha permitido que nuestra economía florezca”, explica Diana Irey Vaughan, de las tres comisionadas electas del condado” (Revista Gestion.pe).
En medio de la atención a las elecciones norteamericanas y la muerte del líder liberal Horacio Serpa ha pasado ‘de agache’ en la nación la importante caravana, realizada por los reincorporados de la guerrilla por que los han venido matando, que en buena hora el presidente Duque estaría por recibir, y los resultados que, al fin, diariamente, anuncian las fuerzas militares y de policía contra cabecillas de las disidencias de las Farc, del ELN, y del Clan del Golfo. Esperamos que esas tareas se sostengan y le den tranquilidad a esos excombatientes y a las regiones.
Una demostración de cómo la transición energética del carbón al gas y el uso para ello del fracking -como se ha proyectado en los próximos años en El Cesar- es lo acaecido con el Estado de Pensilvania, en los Estados Unidos, que hoy es foco de atención porque el presidente Trump en su desesperado afán […]
Una demostración de cómo la transición energética del carbón al gas y el uso para ello del fracking -como se ha proyectado en los próximos años en El Cesar- es lo acaecido con el Estado de Pensilvania, en los Estados Unidos, que hoy es foco de atención porque el presidente Trump en su desesperado afán reeleccionista habría logrado en los últimos días un sorprendente repunte electoral a su favor, desafiando todas las adversas encuestas, agitando a su población con una campaña a favor del mantenimiento de esas operaciones de presión hidráulica de las rocas para obtener un hidrocarburo como el gas.
En ese estado se ha dado una paulatina transición del carbón al gas. Lo que en otros ámbitos podría observarse como una postura impopular se presentó por Donald Trump como una solución de empleo y progreso social, al oponerse a la política de su retador Joe Biden, menos entusiasta con el método de extracción, a quien le tocó aclarar que no iba a prohibirlo en el inmenso país del norte. Ya el fracking se ha consolidado en dos décadas y convirtió a Estados Unidos en 2014, con piso en sitios como Pensilvania, en el principal productor mundial de gas y petróleo.
Las operaciones de extracción de gas y petróleo de rocas subterráneas profundas mediante una inyección de agua y productos químicos tuvo entonces en esa época su mayor auge antes de la caída en 2015 de los precios internacionales que comprometieron su competitividad frente a países de menor costo de producción como los del oriente medio. Ahí llegó sorprendiendo Trump en 2016 y ahora tuvo un inesperado ascenso con las mismas banderas.
Se han cuestionado sus altos costos tales los riesgos sísmicos de la perforación: e investigadores vinculan sus emisiones al aire, a pesar de ser el gas el más limpio de todos los fósiles, y el uso y posible contaminación del agua con problemas de salud. La población muestra más valoración positiva de la industria por sus ingresos y empleos, que los impactos asociados.
Dentro de Pensilvania algunos condados, una circunscripción a su interior, han venido dando la vuelta en su inclinación partidista. “Otrora demócrata, el condado de Washington lleva años apoyando a los republicanos, cambio que se atribuye al fracking. Tenemos bajo nuestros pies la energía para impulsar a Estados Unidos, y esa energía ha permitido que nuestra economía florezca”, explica Diana Irey Vaughan, de las tres comisionadas electas del condado” (Revista Gestion.pe).
En medio de la atención a las elecciones norteamericanas y la muerte del líder liberal Horacio Serpa ha pasado ‘de agache’ en la nación la importante caravana, realizada por los reincorporados de la guerrilla por que los han venido matando, que en buena hora el presidente Duque estaría por recibir, y los resultados que, al fin, diariamente, anuncian las fuerzas militares y de policía contra cabecillas de las disidencias de las Farc, del ELN, y del Clan del Golfo. Esperamos que esas tareas se sostengan y le den tranquilidad a esos excombatientes y a las regiones.