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Columnista - 29 marzo, 2014

El verdadero rol del manager en el vallenato

Con grata sorpresa, veo que en el marco del reciente Festival Francisco El Hombre en Riohacha, se realizó la Primera Convención Nacional De Música Vallenata y uno de los puntos del evento se denominó ‘El Rol del Manager’, además de llamarme la atención me pareció procedente, dado que a la larga no hay un verdadero […]

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Con grata sorpresa, veo que en el marco del reciente Festival Francisco El Hombre en Riohacha, se realizó la Primera Convención Nacional De Música Vallenata y uno de los puntos del evento se denominó ‘El Rol del Manager’, además de llamarme la atención me pareció procedente, dado que a la larga no hay un verdadero patrón, modelo o punto de referencia, acerca de los procedimientos y comportamiento a seguir profesionalmente por parte de este gremio.

Nuestra música vernácula, no es ajena a los avances y obligados cambios que trae consigo la modernidad, podríamos decir que está en un proceso evolutivo, con todos los pro y contras que ello encierra, por un lado se difunde llegando a lugares insospechados, pero por el otro,notoriamente le han incluido algunos ingredientes que cambian totalmente su esencia, no todo lo que lleva acordeón en su “nómina” instrumental, es música vallenata, y hay casos en que aunque no usen este instrumento y teniendo ciertos arreglos y matices de otros géneros, si clasifican dentro del vallenato, es un tema espinoso, algo complicado y extenso.

Lo cierto es que en esa avalancha de cosas nuevas inundando nuestro folclor, están los conocidos “Managers,”, quienes son los encargados de conducir la contratación de los artistas, siendo esta su principal responsabilidad, pero sucede que salvo algunas excepciones, la mayoría no está ejerciendo bien su labor y en otros casos podríamos decir que se están “extralimitando” en sus funciones, propiciando situaciones que van mucho más alláde dirigir los compromisos profesionales e imagen de sus apoderados.

Todo esto culpa de los mismos artistas, quienes les han dado el poder y la potestad para que se tomen quizás atribuciones que no les corresponden, de pronto han sido muy “folclóricos” a la hora de colocarle sus tareas, por eso a muchos representantes se les ve ejerciendo oficios totalmente ajenos a la actividad artística de los cantantes, es común encontrárnoslos en entidades bancarias pagando los servicios públicos de las novias de sus “pupilos,” o cancelando la pensión del colegio de los hijos del Jefe, o llevando a las empleadas de estos a hacer el mercado,etc., perdonen mi intromisión; pero estoy seguro de que estas no son obligaciones debidamente preestablecidas en sus contratos,entonces más que manejadores de las operaciones profesionales de sus estrellas, terminan siendo una especie de “mandaderos” malgastando el tiempo destinado a vender a sus intérpretes, promocionar su imagen en medios locales o internacionales o gestionar estrategias para posicionarlos mejor.

También abundan los casos de aquellos que indebidamente se han hecho ricos a costilla de sus Jefes, los managers que apoyan las irresponsabilidades e incumplimientos de los cantantes y peor aun los que quieren ser protagonistas y más figura que los verdaderos artistas, por eso el gremio artístico vallenato y los managers serios y buenos deben tomar los correctivos necesarios y así darle prestigio y devolverle la credibilidad a esta digna actividad.

Columnista
29 marzo, 2014

El verdadero rol del manager en el vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Con grata sorpresa, veo que en el marco del reciente Festival Francisco El Hombre en Riohacha, se realizó la Primera Convención Nacional De Música Vallenata y uno de los puntos del evento se denominó ‘El Rol del Manager’, además de llamarme la atención me pareció procedente, dado que a la larga no hay un verdadero […]


Con grata sorpresa, veo que en el marco del reciente Festival Francisco El Hombre en Riohacha, se realizó la Primera Convención Nacional De Música Vallenata y uno de los puntos del evento se denominó ‘El Rol del Manager’, además de llamarme la atención me pareció procedente, dado que a la larga no hay un verdadero patrón, modelo o punto de referencia, acerca de los procedimientos y comportamiento a seguir profesionalmente por parte de este gremio.

Nuestra música vernácula, no es ajena a los avances y obligados cambios que trae consigo la modernidad, podríamos decir que está en un proceso evolutivo, con todos los pro y contras que ello encierra, por un lado se difunde llegando a lugares insospechados, pero por el otro,notoriamente le han incluido algunos ingredientes que cambian totalmente su esencia, no todo lo que lleva acordeón en su “nómina” instrumental, es música vallenata, y hay casos en que aunque no usen este instrumento y teniendo ciertos arreglos y matices de otros géneros, si clasifican dentro del vallenato, es un tema espinoso, algo complicado y extenso.

Lo cierto es que en esa avalancha de cosas nuevas inundando nuestro folclor, están los conocidos “Managers,”, quienes son los encargados de conducir la contratación de los artistas, siendo esta su principal responsabilidad, pero sucede que salvo algunas excepciones, la mayoría no está ejerciendo bien su labor y en otros casos podríamos decir que se están “extralimitando” en sus funciones, propiciando situaciones que van mucho más alláde dirigir los compromisos profesionales e imagen de sus apoderados.

Todo esto culpa de los mismos artistas, quienes les han dado el poder y la potestad para que se tomen quizás atribuciones que no les corresponden, de pronto han sido muy “folclóricos” a la hora de colocarle sus tareas, por eso a muchos representantes se les ve ejerciendo oficios totalmente ajenos a la actividad artística de los cantantes, es común encontrárnoslos en entidades bancarias pagando los servicios públicos de las novias de sus “pupilos,” o cancelando la pensión del colegio de los hijos del Jefe, o llevando a las empleadas de estos a hacer el mercado,etc., perdonen mi intromisión; pero estoy seguro de que estas no son obligaciones debidamente preestablecidas en sus contratos,entonces más que manejadores de las operaciones profesionales de sus estrellas, terminan siendo una especie de “mandaderos” malgastando el tiempo destinado a vender a sus intérpretes, promocionar su imagen en medios locales o internacionales o gestionar estrategias para posicionarlos mejor.

También abundan los casos de aquellos que indebidamente se han hecho ricos a costilla de sus Jefes, los managers que apoyan las irresponsabilidades e incumplimientos de los cantantes y peor aun los que quieren ser protagonistas y más figura que los verdaderos artistas, por eso el gremio artístico vallenato y los managers serios y buenos deben tomar los correctivos necesarios y así darle prestigio y devolverle la credibilidad a esta digna actividad.