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Editorial - 16 octubre, 2021

El vallenato, entre lo urbano y lo mexicano

Fernán Martínez, el exitoso exmanager de Julio Iglesias y otros  grandes músicos como Juanes, en abril de este año, en un evento virtual, apoyado y transmitido por EL PILÓN, la Fundación del Área Andina y la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, realizado para recordar un festival que no se podía hacer por razones […]

Fernán Martínez, el exitoso exmanager de Julio Iglesias y otros  grandes músicos como Juanes, en abril de este año, en un evento virtual, apoyado y transmitido por EL PILÓN, la Fundación del Área Andina y la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, realizado para recordar un festival que no se podía hacer por razones de salud universal, manifestó que al vallenato le venía pierna arriba el ascenso de la música popular de despecho. Afirmó que si no nos movíamos y buscábamos defender nuestra música se estaría comprometiendo el liderazgo del vallenato como la música más representativa de la nación colombiana.

Parece ser el resultado de una nueva “rancherización” de la música nacional, evidenciada también en programas de televisión como La Voz Kids o La Voz Senior, en los que el aire vallenato no tiene tanta relevancia como se esperaría. Corroborado por no ser la música que interpretan los jurados y el sesgo a privilegiar otros ritmos.  También se ha resaltado la música urbana, el reguetón y sus afines, que, además, ha registrado altísimos ratings con su flow en todos los niveles. 

No es la rasquiña, el comentario picaresco entre Poncho y Oñate que demanda la atención nacional; ahora es la polémica entre ‘Residente’ y J Balvin, que resuena en el ámbito latinoamericano. 

Es evidente que los ritmos urbanos, por la alta concentración de la población en las ciudades, y la desaparición de ambientes bucólicos, se han anidado con fuerza y determinación. 

Se atribuye su origen en Puerto Rico cuando la salsa empezó a declinar, y la audiencia del merengue dominicano se venía extinguiendo, y encontró con los ritmos de comunidades afrodescendientes, los de mayor sabor y furor en los Estados Unidos, un maridaje de sensación. No es de sorprender que el presidente Obama haya llevado de correría a Balvin en el país del norte. Y que se haya sintonizado más con la civilización actual, la que el Nobel Vargas Llosa llama la del espectáculo. 

Pero como si no hubiera suficientes sucesos alrededor del vallenato y su desinfle, atacado por el reguetón y la música popular (con la contribución de la debilidad de la Fundación llamada a su promoción y defensa), tema del que podríamos hacer un análisis y abrir un foro permanente, no debemos desconocer la fuerza de la música popular, como se mencionó atrás.

Buena parte de la población colombiana vive en la región andina y los temas vallenatos no están calando, como lo hizo la canción de Jorge Celedon, que, redimiendo el son,  hacía cantar masivamente  a los montañeros del interior: “Olvidarla es imposible, esto para mí es terrible”

Finalmente, no falta la parodia. A través de Twitter, nuestro columnista  Jacobo Solano publicó: “Es inconcebible que en la plaza Alfonso López solo exista un  restaurante bar y sea homenaje a México, claro que debe haber de todo, pero qué bueno sería que primero homenajeáramos a los nuestros como lo hacen los mexicanos en la plaza de Garibaldi”. Dicho comentario generó polémica porque se trata del lugar sagrado del vallenato. Esto para que quede claro que la influencia de la música tradicional y popular mexicana es evidente. 

Editorial
16 octubre, 2021

El vallenato, entre lo urbano y lo mexicano

Fernán Martínez, el exitoso exmanager de Julio Iglesias y otros  grandes músicos como Juanes, en abril de este año, en un evento virtual, apoyado y transmitido por EL PILÓN, la Fundación del Área Andina y la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, realizado para recordar un festival que no se podía hacer por razones […]


Fernán Martínez, el exitoso exmanager de Julio Iglesias y otros  grandes músicos como Juanes, en abril de este año, en un evento virtual, apoyado y transmitido por EL PILÓN, la Fundación del Área Andina y la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, realizado para recordar un festival que no se podía hacer por razones de salud universal, manifestó que al vallenato le venía pierna arriba el ascenso de la música popular de despecho. Afirmó que si no nos movíamos y buscábamos defender nuestra música se estaría comprometiendo el liderazgo del vallenato como la música más representativa de la nación colombiana.

Parece ser el resultado de una nueva “rancherización” de la música nacional, evidenciada también en programas de televisión como La Voz Kids o La Voz Senior, en los que el aire vallenato no tiene tanta relevancia como se esperaría. Corroborado por no ser la música que interpretan los jurados y el sesgo a privilegiar otros ritmos.  También se ha resaltado la música urbana, el reguetón y sus afines, que, además, ha registrado altísimos ratings con su flow en todos los niveles. 

No es la rasquiña, el comentario picaresco entre Poncho y Oñate que demanda la atención nacional; ahora es la polémica entre ‘Residente’ y J Balvin, que resuena en el ámbito latinoamericano. 

Es evidente que los ritmos urbanos, por la alta concentración de la población en las ciudades, y la desaparición de ambientes bucólicos, se han anidado con fuerza y determinación. 

Se atribuye su origen en Puerto Rico cuando la salsa empezó a declinar, y la audiencia del merengue dominicano se venía extinguiendo, y encontró con los ritmos de comunidades afrodescendientes, los de mayor sabor y furor en los Estados Unidos, un maridaje de sensación. No es de sorprender que el presidente Obama haya llevado de correría a Balvin en el país del norte. Y que se haya sintonizado más con la civilización actual, la que el Nobel Vargas Llosa llama la del espectáculo. 

Pero como si no hubiera suficientes sucesos alrededor del vallenato y su desinfle, atacado por el reguetón y la música popular (con la contribución de la debilidad de la Fundación llamada a su promoción y defensa), tema del que podríamos hacer un análisis y abrir un foro permanente, no debemos desconocer la fuerza de la música popular, como se mencionó atrás.

Buena parte de la población colombiana vive en la región andina y los temas vallenatos no están calando, como lo hizo la canción de Jorge Celedon, que, redimiendo el son,  hacía cantar masivamente  a los montañeros del interior: “Olvidarla es imposible, esto para mí es terrible”

Finalmente, no falta la parodia. A través de Twitter, nuestro columnista  Jacobo Solano publicó: “Es inconcebible que en la plaza Alfonso López solo exista un  restaurante bar y sea homenaje a México, claro que debe haber de todo, pero qué bueno sería que primero homenajeáramos a los nuestros como lo hacen los mexicanos en la plaza de Garibaldi”. Dicho comentario generó polémica porque se trata del lugar sagrado del vallenato. Esto para que quede claro que la influencia de la música tradicional y popular mexicana es evidente.