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Columnista - 5 septiembre, 2019

El Valle de los rápidos olvidos

Con tantas cosas, a veces parecemos una ciudad de olvidos inolvidable. Una ciudad de visión cortoplacista, emocionalmente activa. Imperfecta. Una ciudad de estrellas con luces apagadas, un incendio pequeño, pero permanente, ciudad de proyectos calientes y realidades frías. Así es Valledupar, o así parece. Nos desesperanzamos con frecuencia, pero luego se nos pasa como dice […]

Con tantas cosas, a veces parecemos una ciudad de olvidos inolvidable. Una ciudad de visión cortoplacista, emocionalmente activa. Imperfecta. Una ciudad de estrellas con luces apagadas, un incendio pequeño, pero permanente, ciudad de proyectos calientes y realidades frías. Así es Valledupar, o así parece.

Nos desesperanzamos con frecuencia, pero luego se nos pasa como dice un famoso meme en estos tiempos digitales. Venimos “clamoriando” agua para los corregimientos del norte dijo un oyente quejoso por Radio Guatapurí en la sección de quejas y opinión.

Para el problema movilidad en la ciudad, ningún candidato propone la solución radical, teme perder los votos de los mototaxistas esa manada creadora del caos local, los candidatos firmarán compromisos y todo seguirá igual, o empeorará. Ya perdimos la memoria y seremos un periódico de ayer como dice Blades, suponiendo que haya periódicos de ayer mañana.

La discusión por el posible cierre de telenoticiero Noticias Uno, anunciado con anticipación meridiana por seguidores del actual gobierno ya se olvidó con cientos de tuiter, si el tema es político, económico, o por el terremoto tecnológico inicia los discutidera de septiembre, al final de mes, nadie recordará el caso. Antier Maturana, el técnico de fútbol era presidenciable, ayer Pékerman, la adoración en estadios y hogares, hoy Galatasaray, el nuevo equipo de Falcao es el tema, ya adquiriremos costumbres turcas.

La prisa nos lleva como plumas al viento, sin dirección a ninguna parte. Los presentes a la inauguración de la Semana por La Paz, en el Cesar, soportamos largos discursos de salmos, versículos y pasajes repetitivos de los pastores de variadas iglesias y los estudiantes obligados a asistir, estuvieron chateando en medio del salón, por lo tanto a los sermones de los expositores nadie puso atención. Era reunión de olvidos, para olvidadizos de temas olvidados.

Olvidan algunos organizadores de eventos los derechos ciudadanos, el caso de Jaime Araujo Rentería, tal vez el abogado más dador de derecho que hemos tenido, lo sacaron del naciente Festival de La Quinta, un rumbeadero con ínfulas culturales y comerciales donde se presume pueden ir todos, incluso políticos, en la UPC, el sacerdote Jesús Torres también lo sacó del salón porque dizque era una persona incomoda. Araujo el único mal que le dado a la UPC es el reconocimiento de la institución como víctima, y la donación más de mil libros de su biblioteca, y ahora lo ponen PFU, como cualquier mal estudiante. Estoy seguro que Torres no ha donado ni una biblia al claustro.

Estamos en el país de los olvidos, seguimos pendientes de pendejadas como ver videos de Ana del Castillo cantando en brasieres, La boda de Diego Daza, el aporte de Poncho Zuleta para la campaña su hija Claudia Margarita, la luxación del tobillo de Karen Lizarazo, y Patillal rinde homenaje a un yo con yo en su festival decembrino.

Pero no estamos olvidados del todo, la prensa judicial tiene nuevas noticias de las travesuras de Luisito, mientras los “Planes padrinos” de varias instituciones quieren perder la fe, incluso ser materia de olvidos. El Estado soy yo, dijo Luis XIV el rey sol, ¿que dirá Luisito ahora bajo sombra?

Columnista
5 septiembre, 2019

El Valle de los rápidos olvidos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Edgardo Mendoza Guerra

Con tantas cosas, a veces parecemos una ciudad de olvidos inolvidable. Una ciudad de visión cortoplacista, emocionalmente activa. Imperfecta. Una ciudad de estrellas con luces apagadas, un incendio pequeño, pero permanente, ciudad de proyectos calientes y realidades frías. Así es Valledupar, o así parece. Nos desesperanzamos con frecuencia, pero luego se nos pasa como dice […]


Con tantas cosas, a veces parecemos una ciudad de olvidos inolvidable. Una ciudad de visión cortoplacista, emocionalmente activa. Imperfecta. Una ciudad de estrellas con luces apagadas, un incendio pequeño, pero permanente, ciudad de proyectos calientes y realidades frías. Así es Valledupar, o así parece.

Nos desesperanzamos con frecuencia, pero luego se nos pasa como dice un famoso meme en estos tiempos digitales. Venimos “clamoriando” agua para los corregimientos del norte dijo un oyente quejoso por Radio Guatapurí en la sección de quejas y opinión.

Para el problema movilidad en la ciudad, ningún candidato propone la solución radical, teme perder los votos de los mototaxistas esa manada creadora del caos local, los candidatos firmarán compromisos y todo seguirá igual, o empeorará. Ya perdimos la memoria y seremos un periódico de ayer como dice Blades, suponiendo que haya periódicos de ayer mañana.

La discusión por el posible cierre de telenoticiero Noticias Uno, anunciado con anticipación meridiana por seguidores del actual gobierno ya se olvidó con cientos de tuiter, si el tema es político, económico, o por el terremoto tecnológico inicia los discutidera de septiembre, al final de mes, nadie recordará el caso. Antier Maturana, el técnico de fútbol era presidenciable, ayer Pékerman, la adoración en estadios y hogares, hoy Galatasaray, el nuevo equipo de Falcao es el tema, ya adquiriremos costumbres turcas.

La prisa nos lleva como plumas al viento, sin dirección a ninguna parte. Los presentes a la inauguración de la Semana por La Paz, en el Cesar, soportamos largos discursos de salmos, versículos y pasajes repetitivos de los pastores de variadas iglesias y los estudiantes obligados a asistir, estuvieron chateando en medio del salón, por lo tanto a los sermones de los expositores nadie puso atención. Era reunión de olvidos, para olvidadizos de temas olvidados.

Olvidan algunos organizadores de eventos los derechos ciudadanos, el caso de Jaime Araujo Rentería, tal vez el abogado más dador de derecho que hemos tenido, lo sacaron del naciente Festival de La Quinta, un rumbeadero con ínfulas culturales y comerciales donde se presume pueden ir todos, incluso políticos, en la UPC, el sacerdote Jesús Torres también lo sacó del salón porque dizque era una persona incomoda. Araujo el único mal que le dado a la UPC es el reconocimiento de la institución como víctima, y la donación más de mil libros de su biblioteca, y ahora lo ponen PFU, como cualquier mal estudiante. Estoy seguro que Torres no ha donado ni una biblia al claustro.

Estamos en el país de los olvidos, seguimos pendientes de pendejadas como ver videos de Ana del Castillo cantando en brasieres, La boda de Diego Daza, el aporte de Poncho Zuleta para la campaña su hija Claudia Margarita, la luxación del tobillo de Karen Lizarazo, y Patillal rinde homenaje a un yo con yo en su festival decembrino.

Pero no estamos olvidados del todo, la prensa judicial tiene nuevas noticias de las travesuras de Luisito, mientras los “Planes padrinos” de varias instituciones quieren perder la fe, incluso ser materia de olvidos. El Estado soy yo, dijo Luis XIV el rey sol, ¿que dirá Luisito ahora bajo sombra?