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Columnista - 30 abril, 2021

El ‘Tuntuneco’

Esta remembranza va dedicada a los desaparecidos galleros Cabiche Aponte, ‘Negro’ Morón, ‘Enriquito’ y ‘Alvarito’ Orozco y el ‘Turco’ Yalil, y a los vivos ‘Checo’ Castro y ‘Darío’ Pavajeau. Otro 29 de abril sin  la famosa concentración de la fiesta de picos y espuelas en el famoso Coliseo Miguel Yaneth. El bicho maldito las suspendió, […]

Esta remembranza va dedicada a los desaparecidos galleros Cabiche Aponte, ‘Negro’ Morón, ‘Enriquito’ y ‘Alvarito’ Orozco y el ‘Turco’ Yalil, y a los vivos ‘Checo’ Castro y ‘Darío’ Pavajeau.

Otro 29 de abril sin  la famosa concentración de la fiesta de picos y espuelas en el famoso Coliseo Miguel Yaneth. El bicho maldito las suspendió, pero volverán y mientras eso suceda recordemos hoy al mejor gallo fino que se ha conocido y que jamás fue vencido en ninguna valla y solo la muerte evitó que siguiera dejando tendidos a sus rivales.

En la bella tierra del ahora famoso Silvestre Dangond Corrales, la de las exquisitas malangadas, la que vio nacer a uno de los mejores gastroenterólogos del país, Luciano Aponte López, su hermano Carlos José, más conocido como ‘Cabiche’, gallero de reconocida  fama, sacó y crió una “nidá” de 4 o 5 pollitos y ya de servicio, en compañía de sus hermanos ‘Chalalo’ y Nando y sus carnales Eduardo Mattos y Jaime López. Los pelearon y solo salió airoso uno, un bello plumifero de color chino, grande, 3-10 y cola muy larga. 

Como ‘Cabiche’ era burlón y ponedor de cebo le puso ‘El Tuntuneco’, palabra que  pronunciaba por sílabas y dando bronquitos.  Tuntuneco comenzó a hacer destrozos en las gallerras de todos estos pueblos tirando patas arriba a todo gallo que le echaran. Su dueño, después de ganar, con ternura lo abrazaba y lo besaba y bailaba, agregando: “Este sí es fino, este un Aponte puro”.

Llegó la noticia del famoso gallo al también famoso gallero villanuevero ‘Enriquito’ Orozco, que tenía un afamado gallo negro gallino que también venía haciendo diabluras con el pico y las espuelas. El 2 de febrero, día de la Virgen La Candelaria, fiesta que fue famosa en Villanueva, se enfrentaron esos dos colosos. La pelea fue rápida, relámpago, dicen los gallegos. El valiente ‘Caraballo’ no alcanzó siquiera a picar cuando cayó fulminado por decenas de puñaladas que en menos de 30 segundos le clavó su contendor. El ‘Tuntu’ siquiera lo lavaron.

Así cayeron otros famosos como ‘Hacelo pia’ de Miguel Celedón, en San Juan, Riohacha, Codazzi, La Paz. El pacífico Manuel Moscatel Mejía, ‘Ticoqui’ y el ‘Negro’ Morón le compraron al encumbrado gallego samario Carlos Loaiza  un famoso gallo que venía haciendo barra de jabón en el Magdalena, Atlántico, La Guajira y Bolívar, llamado ‘Paraco’, porque en sus patas tenía un potroso lleno de avispas que no picaban sino que espoleaban para enfrentar al ‘Cabichito’ Aponte con su afamado Tuntuneco. 

Casi eran del mismo color, el urumitero chino claro brillante y el pacífico chino oscuro, osco. Al ‘Paraco’ lo calzó con toda su sapiencia el ‘Negro’  Morón y al ‘Tuntu’ lo armó ‘Chalalo’ Aponte. El 29 de abril de 1967, día de la Virgen del Rosario, se abrieron las puertas de la gallera Miguel Yaneth, en esa época en la carrera 9, cerca al taller de Lucho Baleta. Se enfrentaron ese par de fieras, los picaron sus dueños. ‘Cabiche’ y el ‘Negro’ los soltaron, se miraron, se estudiaron y de una se rebrujaron en el aire, pocos segundos al estilo Tyson. 

Pero cuando cayeron al suelo, el ‘Paraco’ no se levantó más pues las espuelas hábilmente calzadas por ‘Chala’ le destrozaron el corazón. Por eso, ‘Chala’ fue declarado el mejor calzador del año y el ‘Tuntuneco’, que nuevamente salió sin un rasguño, el mejor gallo fino que en esta región ha habido, afirmación ratificada por autoridades en estas lides, como el ‘Cuba’, el ‘Cabezón’ y ‘Jorgito Mazziri’.

Pero ‘Ticoqui’ quedó picado y mal herido, por eso se fue donde el legendario y famoso gallero don Vicente Caballero, en Pivijay. Lo ‘emborracó’, lo enamoró y le compró otra fiera probada muchas veces, al cual le cambió de nombre y le puso ‘La Venganza’, que fue el que más lidia le dio al ‘Tuntu’, pero lo humilló y lo arrodilló, con los ojos exorbitados, con un tiro de pulmón o quizás dos, porque la sangre como una catarata le fluía por el pico y del otro lado una morcillera con una hemorragia sin control en el buche. Se lo quitaron y no sé si lo salvaron.

Paradójicamente, el ‘Tuntuneco’ no murió en la valla, calzado y peleando sino en una finca del gallero Fabio Lacouture Acosta peleando pero con un perro que le metió los dientes y lo destrozó. Le estaban cogiendo crías y por eso no hay descendencia.

Columnista
30 abril, 2021

El ‘Tuntuneco’

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Esta remembranza va dedicada a los desaparecidos galleros Cabiche Aponte, ‘Negro’ Morón, ‘Enriquito’ y ‘Alvarito’ Orozco y el ‘Turco’ Yalil, y a los vivos ‘Checo’ Castro y ‘Darío’ Pavajeau. Otro 29 de abril sin  la famosa concentración de la fiesta de picos y espuelas en el famoso Coliseo Miguel Yaneth. El bicho maldito las suspendió, […]


Esta remembranza va dedicada a los desaparecidos galleros Cabiche Aponte, ‘Negro’ Morón, ‘Enriquito’ y ‘Alvarito’ Orozco y el ‘Turco’ Yalil, y a los vivos ‘Checo’ Castro y ‘Darío’ Pavajeau.

Otro 29 de abril sin  la famosa concentración de la fiesta de picos y espuelas en el famoso Coliseo Miguel Yaneth. El bicho maldito las suspendió, pero volverán y mientras eso suceda recordemos hoy al mejor gallo fino que se ha conocido y que jamás fue vencido en ninguna valla y solo la muerte evitó que siguiera dejando tendidos a sus rivales.

En la bella tierra del ahora famoso Silvestre Dangond Corrales, la de las exquisitas malangadas, la que vio nacer a uno de los mejores gastroenterólogos del país, Luciano Aponte López, su hermano Carlos José, más conocido como ‘Cabiche’, gallero de reconocida  fama, sacó y crió una “nidá” de 4 o 5 pollitos y ya de servicio, en compañía de sus hermanos ‘Chalalo’ y Nando y sus carnales Eduardo Mattos y Jaime López. Los pelearon y solo salió airoso uno, un bello plumifero de color chino, grande, 3-10 y cola muy larga. 

Como ‘Cabiche’ era burlón y ponedor de cebo le puso ‘El Tuntuneco’, palabra que  pronunciaba por sílabas y dando bronquitos.  Tuntuneco comenzó a hacer destrozos en las gallerras de todos estos pueblos tirando patas arriba a todo gallo que le echaran. Su dueño, después de ganar, con ternura lo abrazaba y lo besaba y bailaba, agregando: “Este sí es fino, este un Aponte puro”.

Llegó la noticia del famoso gallo al también famoso gallero villanuevero ‘Enriquito’ Orozco, que tenía un afamado gallo negro gallino que también venía haciendo diabluras con el pico y las espuelas. El 2 de febrero, día de la Virgen La Candelaria, fiesta que fue famosa en Villanueva, se enfrentaron esos dos colosos. La pelea fue rápida, relámpago, dicen los gallegos. El valiente ‘Caraballo’ no alcanzó siquiera a picar cuando cayó fulminado por decenas de puñaladas que en menos de 30 segundos le clavó su contendor. El ‘Tuntu’ siquiera lo lavaron.

Así cayeron otros famosos como ‘Hacelo pia’ de Miguel Celedón, en San Juan, Riohacha, Codazzi, La Paz. El pacífico Manuel Moscatel Mejía, ‘Ticoqui’ y el ‘Negro’ Morón le compraron al encumbrado gallego samario Carlos Loaiza  un famoso gallo que venía haciendo barra de jabón en el Magdalena, Atlántico, La Guajira y Bolívar, llamado ‘Paraco’, porque en sus patas tenía un potroso lleno de avispas que no picaban sino que espoleaban para enfrentar al ‘Cabichito’ Aponte con su afamado Tuntuneco. 

Casi eran del mismo color, el urumitero chino claro brillante y el pacífico chino oscuro, osco. Al ‘Paraco’ lo calzó con toda su sapiencia el ‘Negro’  Morón y al ‘Tuntu’ lo armó ‘Chalalo’ Aponte. El 29 de abril de 1967, día de la Virgen del Rosario, se abrieron las puertas de la gallera Miguel Yaneth, en esa época en la carrera 9, cerca al taller de Lucho Baleta. Se enfrentaron ese par de fieras, los picaron sus dueños. ‘Cabiche’ y el ‘Negro’ los soltaron, se miraron, se estudiaron y de una se rebrujaron en el aire, pocos segundos al estilo Tyson. 

Pero cuando cayeron al suelo, el ‘Paraco’ no se levantó más pues las espuelas hábilmente calzadas por ‘Chala’ le destrozaron el corazón. Por eso, ‘Chala’ fue declarado el mejor calzador del año y el ‘Tuntuneco’, que nuevamente salió sin un rasguño, el mejor gallo fino que en esta región ha habido, afirmación ratificada por autoridades en estas lides, como el ‘Cuba’, el ‘Cabezón’ y ‘Jorgito Mazziri’.

Pero ‘Ticoqui’ quedó picado y mal herido, por eso se fue donde el legendario y famoso gallero don Vicente Caballero, en Pivijay. Lo ‘emborracó’, lo enamoró y le compró otra fiera probada muchas veces, al cual le cambió de nombre y le puso ‘La Venganza’, que fue el que más lidia le dio al ‘Tuntu’, pero lo humilló y lo arrodilló, con los ojos exorbitados, con un tiro de pulmón o quizás dos, porque la sangre como una catarata le fluía por el pico y del otro lado una morcillera con una hemorragia sin control en el buche. Se lo quitaron y no sé si lo salvaron.

Paradójicamente, el ‘Tuntuneco’ no murió en la valla, calzado y peleando sino en una finca del gallero Fabio Lacouture Acosta peleando pero con un perro que le metió los dientes y lo destrozó. Le estaban cogiendo crías y por eso no hay descendencia.