Por: Basilio Padilla

Para nosotros los Cesarenses significa que debemos enfatizar el hallazgo de nuevos mercados en el área ganadera. En las épocas difíciles de las relaciones bilaterales entre nuestros países, el presidente Venezolano busco otros mercados de importación de carne (Argentina y Brasil), causando un decaimiento en nuestro departamento que tanto dependía de estas relaciones, para mantener viva una de nuestras áreas históricas de producción, como es la ganadería. La aprobación del TLC, no modificara mucho esta situación, ya que para nosotros es algo local y de poca extensión a lo nacional. Sabemos que la carne que se produce en el Cesar es de buena calidad alimenticia, debido al hecho de que no estamos usando cantidades de hormonas y antibióticos, como se hace  en los E.U. y otros países. Se ha comparado la carne bovina nuestra con el contenido alimenticio de las aves de corral en lo que se refiere a las grasas, proteínas y colesterol. A pesar de las buenas diligencias del presidente Santos, no veo un regreso a la demanda que existía en la época de buenas relaciones, ya que los otros países también buscan las ventajas de exportación y una vez establecidas no las van a soltar fácilmente.
En el aspecto político las relaciones continuaran apenas medio tibias. Esto, más que todo debido a la influencia que todavía mantiene el presidente Uribe en la vida nacional, de hecho, las riñas verbales han continuado y se han acentuado en los últimos meses. La idea central del presidente Chávez de crear un socialismo bolivariano tampoco concuerda con lo que estamos haciendo en Colombia, donde prevalece más la influencia de los E.U.
La alianza que el presidente Venezolano ha forjado con líderes radicales a nivel mundial, hacen que el panorama en Venezuela sea uno de más aislamiento  y poco entendimiento con sus vecinos en Latinoamérica, con la excepción de aquellos que también profesan estas mismas ideas como Cuba, Bolivia, Ecuador y posiblemente Perú y Argentina. Las áreas fronterizas con nuestro país, no volverán a ver el boom de las épocas pasadas y tendrán que desarrollar otras actividades  para evitar una depresión total.
Algunos analistas estiman que las supuestamente buenas relaciones entre los presidentes Chávez y Santos son sonrisas de los dientes hacia afuera, ya que fue Santos como ministro de defensa,  el que suscito muchas de estas peleas entre los países vecinos. El triunfo de Chávez le darán seis años más en el poder para presionar a los países latinos en favor de un socialismo que  los distancie de los E.U. y esto entrara en sentido opuesto a lo que muchos de ellos piensan, especialmente en nuestro país de Colombia, donde la ideología es más de centro y derecha. Todo esto le traerá al país vecino problemas de inversión, con lo cual, Colombia puede ser un gran ganador para crear empleo y progreso.
La nacionalización de empresas extranjeras en Venezuela creará cierto estancamiento en el vecino país, la economía se contraerá significativamente y los empresarios continuarán su fuga a los E.U. y – en menor escala- a otros países. Los recursos de la producción petrolera se pondrán al servicio  de las personas más humildes, creando así un verdadero estado social marxista-Leninista. El mismo Chávez expreso este objetivo en la asamblea de las Naciones Unidas. El único problema es que los mismos estados que profesaron estas ideas por tanto tiempo, ahora se están transformando a un semi-capitalismo, como la China y Rusia, es decir el presidente Chávez marcha muchos años atrás de todas estas ideologías políticas. Se percibe aquí, la influencia de Cuba y su líder Fidel Castro, con los cuales Chávez tiene profundas raíces de amistad y lealtad que continuarán mientras el esté en el poder. Para Colombia el sendero seria cerrar los ojos y  continuar lo que estamos haciendo, donde la economía continuará su expansión,  aunque con algunas deficiencias y a diferencia de Venezuela con poca participación de las masas populares.