Es lógico que se abra paso nuestro territorio a las energías renovables pero nos preocupa que los proyectos no generen suficientes regalías y beneficios para la comunidad que lo rodea.

Hoy en el Cesar y La Guajira tenemos la explotación de un recurso natural como el carbón que genera significativas regalías para la nación y las entidades territoriales. Y esas explotaciones de gran escala a cielo abierto de altos volúmenes de carbones térmicos, que enfrentan situaciones adversas, no solo en los mercados sino de incomprensión e interlocución con pueblos vecinos, de lo que se dice no son grandes generadores de empleos – como digamos, la actividad agropecuaria- pero dejan de ser miles de trabajos en la región que se acercan a los 30.000 empleados de buenos ingresos. Pero definitivamente lo más interesante de la actividad es la importante generación de riqueza vía regalías.

De acuerdo a la nueva reforma del régimen del Sistema Nacional de Regalías los territorios donde se desarrolla la producción volverán a recibir la mayor parte de ellas, aunque se mantiene el espíritu de la distribución en todo el territorio nacional en la mal llamada mermelada. Esa distribución es más equitativa pues permite por un lado darle recursos a poblados aún no productores pero también considera, preferencialmente, a aquellos que siéndolo reciben el fuerte impacto social y ambiental de la actividad minera.

A lo que no se puede llegar es a una situación en que por el transcurso del tiempo en el cual se pregona el inconveniente peso en la balanza energética de los combustibles fósiles como el carbón se vaya pasando a aprovechar el sol mediante el uso de celdas fotovalticas y del viento a través de aspas, y la energía producida entre al sistema nacional de energía y vaya a satisfacer los grandes mercados del país y sin embargo no quede claro el impacto de ese nuevo tipo de generación traducido en atractivos, suficientes y bien pagados empleos y no se registren niveles de transferencias que reemplacen los importantes niveles de dinero de regalías que hoy llegan a los departamentos del Cesar y La Guajira.

No dejamos de mencionar las dificultades presentes: en La Guajira se espera la instalación masiva de proyectos eólicos pero ha habido serias dificultades con la línea de transmisión de alta tensión denominada La Colectora, puesto que los contratistas tienen que hacer cientos de consultas con las comunidades que se han multiplicado por la circunstancia de la distribución poblacional dispersa, de manera que el propósito del gobierno Duque, ya comprometidas las firmas en la generación, no encuentran la posibilidad de entrar en servicio en el plazo acordado. Se ha llegado a decir que esos proyectos no alcanzará a ponerlos en servicio el presente gobierno.

También hay dificultades de conexión a los proyectos del Cesar, aunque Enel ha logrado poner en funcionamiento un importante parque solar en el municipio de El Paso.