“Los riñones trabajan en silencio y se enferman en silencio, las enfermedades renales crónicas no causan dolor, los síntomas no llaman la atención, pueden pasar desapercibidos y es importante chequearte periódicamente para prevenir los males renales y recuerda: los riñones se enferman en silencio”, lo anterior lo sostiene el famoso médico internista y nefrólogo, doctor Gustavo Aroca Martínez, vallenato de pura cepa, quien en este momento funge como presidente de la Sociedad de Nefrólogos del país.

Tavo, así le digo a mi primo hermano, siempre pendiente de su tierra y con el ánimo de servir tuvo la feliz idea de adelantar una campaña a nivel nacional de prevención y curación de los riñones y lógicamente comenzará en las poblaciones de nuestros indígenas en la Sierra Nevada y nada más fue exponerle la idea a sus colegas de aquí para que entusiasmados la acogieran y bajo su dirección iniciaran la vasta campaña el sábado y domingo en las poblaciones de Pueblo Bello, Nabusimake, Los Besotes, La Mina y Atánquez, los médicos nefrólogos Enrique García, Amalfi Charry, Juan Carlos Conde, Javier Morón, Alberto Carvajal, Luis Cotes, Rafael Isaza, Eddie Castro, Carlos Coronel, Rafael Pérez, Andrés Soto, Andrés Cadena y Martha Potes y las nefrólogas pediatras Zilac Espitaleta y Sandra García.

Felicitaciones al doctor Gustavo Aroca y a todos sus colaboradores por esta feliz iniciativa y sea éste un ejemplo para que el doctor Luciano Aponte López, otro primo hermano, famoso médico gastroenterólogo, quien también ha sido presidente de su gremio y plácidamente vive en Bogotá lo imite y le pida la colaboración a sus colegas en esta ciudad para que hagan lo mismo, creo que José Antonio Fernández, Rodrigo Laborda y los Lara estén prestos a servirle y otro primo quien también brilla en la ciencia médica y también ha sido presidente de los Neurólogos del país, el doctor Fabián Daza Daza, allá en Bogotá, al leer esta columna se interese y se ponga en contacto con sus colegas urólogos vallenatos y hagan lo mismo. No creo que el doctor Ángulo, Arenas y demás médicos urólogos se opongan a esta feliz iniciativa.

Por ahora felicitaciones Tavo.

En días pasados falleció en Barranquilla la distinguida, bella y octogenaria dama villanuevera Celina Martínez, viuda de Dávila, quien desde hace muchos años se fue a vivir a la Arenosa. Ella, Celina, la bonita, hizo de su hogar un altar adornado por sus hijos a quienes con esfuerzos y sacrificios en su calidad de madre soltera, ya que el arroyo del Country le arrebató a su esposo, el médico Ramón Dávila, también villanuevero hace más de sesenta años. Los levantó, los educó y hoy son orgullo de la sociedad barranquillera, para ellos, sus hijos, nietos y biznietos en nombre de esta larga familia Martínez mis más sentidas notas de condolencias y un abrazo muy fuerte lleno de cariño y amor familiar. Paz en su tumba.