Para que los afluentes de una región puedan establecer y mantener un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de los recursos naturales renovables y la conservación de dicha estructura, se necesita la ordenación de la misma, que no es otra cosa que la planificación del uso y manejo sostenible de los recursos naturales renovables existentes.
Para que los afluentes de una región puedan establecer y mantener un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de los recursos naturales renovables y la conservación de dicha estructura, se necesita la ordenación de la misma, que no es otra cosa que la planificación del uso y manejo sostenible de los recursos naturales renovables existentes.
Esto es lo que en la práctica debería haber pasado hace años en la cuenca del río Guatapuri, que tiene a su favor el sobredimensionamiento de estudios y de compromisos adquiridos para realizar el anhelado y esperado Plan de Manejo y Ordenamiento de una Cuenca, POMCA. Han pasado diferentes directores por la Corporación Autónoma Regional del Cesar –Corpocesar- y todos se han comprometido con esta meta, pero nada pasa. Lo único cierto es que el Guatapuri sigue sin su Plan de Manejo y los efectos negativos se observan cada día más.
En agosto de 2012, a pocos meses de posesionado el actual director de Corpocesar, Kaleb Villalobos, hizo un recorrido por un amplio tramo del rio Guatapuri y apoyado por docentes, investigadores y estudiantes de la Universidad Popular del Cesar, evidenciaron, según lo informó la Corporación en Boletín de Prensa oficial, “el inadecuado manejo de podas, escombros, vertimientos de aguas residuales, talas, construcción de viviendas en zonas que hacen parte de la ronda del río, entre otras anomalías”. De esta visita salió como tarea prioritaria el Plan de Ordenamiento y Manejo Ambiental, POMCA, meta que fue reiterada en marzo de 2013, cuando se celebró el Día Mundial del Agua.
Señor director de Corpocesar: es hora de ocuparse en serio del Guatapurí y como autoridad ambiental en el Cesar es oportuno revisar cuantos afluentes del departamento cuentan con este Plan de Manejo. EL PILON conoció que son pocos, no pasan de tres los ríos que ya tienen aprobados sus POMCA.
Recuerde que el POMCA prima sobre disposiciones generales de otro ordenamiento administrativo, reglamentaciones de corrientes, permisos, concesiones y licencias para uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y es determinante ambiental del ordenamiento territorial. Además, que existen fuentes de financiación concretas para este fin, como son las tasas retributivas, compensatorias y por uso de aguas, contribuciones por valorización, empréstitos, donaciones, inversión forzosa del 1% del presupuesto municipal según Articulo 43de la Ley 99/93.
En fin, son más las razones a favor que en contra para formular de manera urgente este Plan de Manejo y Ordenamiento del Guatapuri. Si ya está en formulación, entonces revise porqué los tiempos son tan lentos para lograr el objetivo. Que no pase otra vigencia sin que el rio Guatapurí y sus afluentes cuenten con su POMCA.
Para que los afluentes de una región puedan establecer y mantener un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de los recursos naturales renovables y la conservación de dicha estructura, se necesita la ordenación de la misma, que no es otra cosa que la planificación del uso y manejo sostenible de los recursos naturales renovables existentes.
Para que los afluentes de una región puedan establecer y mantener un adecuado equilibrio entre el aprovechamiento económico de los recursos naturales renovables y la conservación de dicha estructura, se necesita la ordenación de la misma, que no es otra cosa que la planificación del uso y manejo sostenible de los recursos naturales renovables existentes.
Esto es lo que en la práctica debería haber pasado hace años en la cuenca del río Guatapuri, que tiene a su favor el sobredimensionamiento de estudios y de compromisos adquiridos para realizar el anhelado y esperado Plan de Manejo y Ordenamiento de una Cuenca, POMCA. Han pasado diferentes directores por la Corporación Autónoma Regional del Cesar –Corpocesar- y todos se han comprometido con esta meta, pero nada pasa. Lo único cierto es que el Guatapuri sigue sin su Plan de Manejo y los efectos negativos se observan cada día más.
En agosto de 2012, a pocos meses de posesionado el actual director de Corpocesar, Kaleb Villalobos, hizo un recorrido por un amplio tramo del rio Guatapuri y apoyado por docentes, investigadores y estudiantes de la Universidad Popular del Cesar, evidenciaron, según lo informó la Corporación en Boletín de Prensa oficial, “el inadecuado manejo de podas, escombros, vertimientos de aguas residuales, talas, construcción de viviendas en zonas que hacen parte de la ronda del río, entre otras anomalías”. De esta visita salió como tarea prioritaria el Plan de Ordenamiento y Manejo Ambiental, POMCA, meta que fue reiterada en marzo de 2013, cuando se celebró el Día Mundial del Agua.
Señor director de Corpocesar: es hora de ocuparse en serio del Guatapurí y como autoridad ambiental en el Cesar es oportuno revisar cuantos afluentes del departamento cuentan con este Plan de Manejo. EL PILON conoció que son pocos, no pasan de tres los ríos que ya tienen aprobados sus POMCA.
Recuerde que el POMCA prima sobre disposiciones generales de otro ordenamiento administrativo, reglamentaciones de corrientes, permisos, concesiones y licencias para uso y aprovechamiento de los recursos naturales renovables y es determinante ambiental del ordenamiento territorial. Además, que existen fuentes de financiación concretas para este fin, como son las tasas retributivas, compensatorias y por uso de aguas, contribuciones por valorización, empréstitos, donaciones, inversión forzosa del 1% del presupuesto municipal según Articulo 43de la Ley 99/93.
En fin, son más las razones a favor que en contra para formular de manera urgente este Plan de Manejo y Ordenamiento del Guatapuri. Si ya está en formulación, entonces revise porqué los tiempos son tan lentos para lograr el objetivo. Que no pase otra vigencia sin que el rio Guatapurí y sus afluentes cuenten con su POMCA.