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Editorial - 14 febrero, 2012

El reto de construir una Ciudad – Región

¿Es Valledupar una Ciudad Región, o simplemente un centro de prestación de servicios?; ¿Tiene viabilidad el área metropolitana?, son algunos de los interrogantes que surgieron del conversatorio sobre el tema, convocado por el Centro de Pensamiento Cesarense CPC, que concitó a un nutrido número de vallenatos destacados, interesados en este tema trascendental para el desarrollo […]

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¿Es Valledupar una Ciudad Región, o simplemente un centro de prestación de servicios?; ¿Tiene viabilidad el área metropolitana?, son algunos de los interrogantes que surgieron del conversatorio sobre el tema, convocado por el Centro de Pensamiento Cesarense CPC, que concitó a un nutrido número de vallenatos destacados, interesados en este tema trascendental para el desarrollo de la ciudad a mediano y largo plazo.
El Alcalde de Valledupar y su equipo de gobierno, comenzando por el Jefe de la Oficina de Planeación Municipal, Aníbal Quiroz Monsalvo, vienen promoviendo el concepto de ciudad – región, para proyectar tanto el Plan de Desarrollo de la presente administración, que tiene una proyección de mediano plazo, como la revisión general al Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que tiene una proyección a largo plazo (tres periodos de gobierno).
Sin duda Valledupar es una Ciudad Región; es la capital mundial del Vallenato, para comenzar. Así es conocida en todo el mundo, como centro de una expresión cultural musical única y atrayente con más de un siglo de desarrollo y que ha sido hasta sustento de un Premio Nobel de Literatura, y de muchos músicos, compositores, poetas y admiradores de una expresión que está al mismo nivel de la Rachera Mexicana o del Tango Argentino.
Nos falta mucho, pero mucho, por explotar mejor esa expresión musical; su relación con el turismo cultural, con la gastronomía propia y con el famoso “cluster” de la música vallenata, que sigue siendo un proyecto incipiente.
Valledupar es la capital del país vallenato, como bien lo ha advertido y defendido el ex contralor general y ex alcalde de Valledupar, Aníbal Martínez Zuleta. Ese país vallenato comprende parte de la Guajira, con el perdón de los vecinos, del magdalena y de Bolívar, por razones económicas, sociales y culturales que están por encima de la distribución geográfica de los actuales departamentos.
Pero Valledupar no ha pensado como tal, no ha pensado en grande, y el inicio de una nueva administración en la Alcaldía y en la Gobernación, cuando se habla de un nuevo plan de desarrollo para la ciudad y de un nuevo POT, bien vale la pena repensar con juicio a Valledupar, con mucha visión, integral y de largo plazo, partiendo de su condición de centro geográfico de dos grandes proyectos mineros y de esa condición de ser centro de una expresión musical en crecimiento.
De hecho, Valledupar es una ciudad universitaria; así no se haya organizado para ello. Esta característica también debe tenerse en cuenta.
Pero, aún con todas las consideraciones anteriores, no podemos perder de vista que estamos en un valle con una gran vocación agropecuaria, como lo reconoce el país y un mundo ávido de la producción masiva de alimentos y a buen precio.
Y finalmente, reconociendo que el tema no se agota en los conceptos antes expresados, está nuestra cercanía con Venezuela. Desde esta tribuna consideramos importante que la ciudad y el departamento tengan en cuenta esa característica geográfica para fomentar una vocación exportadora en estos territorios.
Por supuesto que es mucho lo que nos falta por recorrer, en materia de competitividad, movilidad, seguridad, etc,  y que no debemos pecar de optimistas, pero estamos seguros que tenemos el recurso humano, y los recursos materiales y técnicos para proyectar a Valledupar como un buen vividero, como una ciudad amable, humana y  competitiva, como lo identificó el ex alcalde de Bogotá, en su reciente visita a nuestra ciudad.
Pero nos falta un elemento importante la voluntad y la sinergia para trabajar unidos, sector público, sector privado  y ciudadanía. El reto es inmenso, pero podemos lograrlo.

Editorial
14 febrero, 2012

El reto de construir una Ciudad – Región

¿Es Valledupar una Ciudad Región, o simplemente un centro de prestación de servicios?; ¿Tiene viabilidad el área metropolitana?, son algunos de los interrogantes que surgieron del conversatorio sobre el tema, convocado por el Centro de Pensamiento Cesarense CPC, que concitó a un nutrido número de vallenatos destacados, interesados en este tema trascendental para el desarrollo […]


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¿Es Valledupar una Ciudad Región, o simplemente un centro de prestación de servicios?; ¿Tiene viabilidad el área metropolitana?, son algunos de los interrogantes que surgieron del conversatorio sobre el tema, convocado por el Centro de Pensamiento Cesarense CPC, que concitó a un nutrido número de vallenatos destacados, interesados en este tema trascendental para el desarrollo de la ciudad a mediano y largo plazo.
El Alcalde de Valledupar y su equipo de gobierno, comenzando por el Jefe de la Oficina de Planeación Municipal, Aníbal Quiroz Monsalvo, vienen promoviendo el concepto de ciudad – región, para proyectar tanto el Plan de Desarrollo de la presente administración, que tiene una proyección de mediano plazo, como la revisión general al Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que tiene una proyección a largo plazo (tres periodos de gobierno).
Sin duda Valledupar es una Ciudad Región; es la capital mundial del Vallenato, para comenzar. Así es conocida en todo el mundo, como centro de una expresión cultural musical única y atrayente con más de un siglo de desarrollo y que ha sido hasta sustento de un Premio Nobel de Literatura, y de muchos músicos, compositores, poetas y admiradores de una expresión que está al mismo nivel de la Rachera Mexicana o del Tango Argentino.
Nos falta mucho, pero mucho, por explotar mejor esa expresión musical; su relación con el turismo cultural, con la gastronomía propia y con el famoso “cluster” de la música vallenata, que sigue siendo un proyecto incipiente.
Valledupar es la capital del país vallenato, como bien lo ha advertido y defendido el ex contralor general y ex alcalde de Valledupar, Aníbal Martínez Zuleta. Ese país vallenato comprende parte de la Guajira, con el perdón de los vecinos, del magdalena y de Bolívar, por razones económicas, sociales y culturales que están por encima de la distribución geográfica de los actuales departamentos.
Pero Valledupar no ha pensado como tal, no ha pensado en grande, y el inicio de una nueva administración en la Alcaldía y en la Gobernación, cuando se habla de un nuevo plan de desarrollo para la ciudad y de un nuevo POT, bien vale la pena repensar con juicio a Valledupar, con mucha visión, integral y de largo plazo, partiendo de su condición de centro geográfico de dos grandes proyectos mineros y de esa condición de ser centro de una expresión musical en crecimiento.
De hecho, Valledupar es una ciudad universitaria; así no se haya organizado para ello. Esta característica también debe tenerse en cuenta.
Pero, aún con todas las consideraciones anteriores, no podemos perder de vista que estamos en un valle con una gran vocación agropecuaria, como lo reconoce el país y un mundo ávido de la producción masiva de alimentos y a buen precio.
Y finalmente, reconociendo que el tema no se agota en los conceptos antes expresados, está nuestra cercanía con Venezuela. Desde esta tribuna consideramos importante que la ciudad y el departamento tengan en cuenta esa característica geográfica para fomentar una vocación exportadora en estos territorios.
Por supuesto que es mucho lo que nos falta por recorrer, en materia de competitividad, movilidad, seguridad, etc,  y que no debemos pecar de optimistas, pero estamos seguros que tenemos el recurso humano, y los recursos materiales y técnicos para proyectar a Valledupar como un buen vividero, como una ciudad amable, humana y  competitiva, como lo identificó el ex alcalde de Bogotá, en su reciente visita a nuestra ciudad.
Pero nos falta un elemento importante la voluntad y la sinergia para trabajar unidos, sector público, sector privado  y ciudadanía. El reto es inmenso, pero podemos lograrlo.