Entre Otras Cosas… Por: Dario Arregoces ¿Quién dijo que Colombia es un país de blancos? Somos producto del mestizaje racial, y desconocer esa realidad nos ha llevado por el camino equivocado, que raya en la ignorancia y que se traduce en actos de exacerbada intolerancia. ¿Pero que es el racismo? Consultando el diccionario Pequeño Larousse […]
Entre Otras Cosas…
Por: Dario Arregoces
¿Quién dijo que Colombia es un país de blancos? Somos producto del mestizaje racial, y desconocer esa realidad nos ha llevado por el camino equivocado, que raya en la ignorancia y que se traduce en actos de exacerbada intolerancia. ¿Pero que es el racismo? Consultando el diccionario Pequeño Larousse encuentro que racismo se define como la “Ideología que afirma la superioridad de un grupo racial, a los demás y que preconiza en particular la separación de estos grupos dentro de un país, por segregación racial e incluso su eliminación”. Y se diferencia de la xenofobia, por cuanto esta hace alusión a los actos hostiles hacia el extranjero.
Traigo a cuento lo anterior, porque el tema del racismo volvió a aflorar con la noticia difundida por todos los medios de comunicación, acerca del encuentro futbolístico del pasado 18 de Marzo, entre el Deportivo Pasto y La Equidad, donde un sector del público asistente al estadio, denostaba de forma reiterada, contra los jugadores Carmelo Valencia y Leudo, tildándolos de “negros y micos”. La cosa llegó a tal punto, que los mismos jugadores le manifestaron al árbitro, que si seguían los insultos ellos abandonarían el terreno de juego. El juez central consignó este hecho en su informe, lo que originó que la Dimayor sancionara ejemplarmente al Deportivo Pasto, aplicando el artículo 104 del Código Único Disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol, en cuyo tenor se expresa: “El que mediante actos o palabras humille, discrimine o ultraje a una persona en razón de su raza, color de piel, idioma, credo u origen de forma que atente contra su dignidad será suspendido de cinco a diez fechas y sancionado con multa de treinta a cincuenta salarios mínimos mensuales legales vigentes”.
Desde luego, que contra la decisión ya se interpusieron los recursos legales, pero me asalta una duda: Cuándo el juez central sanciona una pena máxima, no muy evidente y que despiertan la ira del público, que no tiene reparos en hacerle un recordatorio del “día de la madre” entre otros insultos; a mi juicio, ello también sería un acto atentatorio contra la dignidad humana, la pregunta del millón es ¿Se sancionará la plaza o al equipo con el mismo racero con que hoy se sanciona al Deportivo Pasto? Pienso que la respuesta en sana lógica debe ser un “Sí” rotundo, por aquello de que todos en la cama o todos en el suelo.
Pero volviendo al tema del racismo, es bueno que se tome conciencia de que el racismo, no es más que una muestra de ignorancia que incentivan actos de intolerancia, como el citado y que no deben tener cabida en la sociedad moderna, más cuando debemos tener claro que todos somos obra del mismo Creador, ese que nos mandó a amarnos con amor fraterno.
“Puesto que yo soy imperfecto, y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio” M. Gandhi.
Entre Otras Cosas… Por: Dario Arregoces ¿Quién dijo que Colombia es un país de blancos? Somos producto del mestizaje racial, y desconocer esa realidad nos ha llevado por el camino equivocado, que raya en la ignorancia y que se traduce en actos de exacerbada intolerancia. ¿Pero que es el racismo? Consultando el diccionario Pequeño Larousse […]
Entre Otras Cosas…
Por: Dario Arregoces
¿Quién dijo que Colombia es un país de blancos? Somos producto del mestizaje racial, y desconocer esa realidad nos ha llevado por el camino equivocado, que raya en la ignorancia y que se traduce en actos de exacerbada intolerancia. ¿Pero que es el racismo? Consultando el diccionario Pequeño Larousse encuentro que racismo se define como la “Ideología que afirma la superioridad de un grupo racial, a los demás y que preconiza en particular la separación de estos grupos dentro de un país, por segregación racial e incluso su eliminación”. Y se diferencia de la xenofobia, por cuanto esta hace alusión a los actos hostiles hacia el extranjero.
Traigo a cuento lo anterior, porque el tema del racismo volvió a aflorar con la noticia difundida por todos los medios de comunicación, acerca del encuentro futbolístico del pasado 18 de Marzo, entre el Deportivo Pasto y La Equidad, donde un sector del público asistente al estadio, denostaba de forma reiterada, contra los jugadores Carmelo Valencia y Leudo, tildándolos de “negros y micos”. La cosa llegó a tal punto, que los mismos jugadores le manifestaron al árbitro, que si seguían los insultos ellos abandonarían el terreno de juego. El juez central consignó este hecho en su informe, lo que originó que la Dimayor sancionara ejemplarmente al Deportivo Pasto, aplicando el artículo 104 del Código Único Disciplinario de la Federación Colombiana de Fútbol, en cuyo tenor se expresa: “El que mediante actos o palabras humille, discrimine o ultraje a una persona en razón de su raza, color de piel, idioma, credo u origen de forma que atente contra su dignidad será suspendido de cinco a diez fechas y sancionado con multa de treinta a cincuenta salarios mínimos mensuales legales vigentes”.
Desde luego, que contra la decisión ya se interpusieron los recursos legales, pero me asalta una duda: Cuándo el juez central sanciona una pena máxima, no muy evidente y que despiertan la ira del público, que no tiene reparos en hacerle un recordatorio del “día de la madre” entre otros insultos; a mi juicio, ello también sería un acto atentatorio contra la dignidad humana, la pregunta del millón es ¿Se sancionará la plaza o al equipo con el mismo racero con que hoy se sanciona al Deportivo Pasto? Pienso que la respuesta en sana lógica debe ser un “Sí” rotundo, por aquello de que todos en la cama o todos en el suelo.
Pero volviendo al tema del racismo, es bueno que se tome conciencia de que el racismo, no es más que una muestra de ignorancia que incentivan actos de intolerancia, como el citado y que no deben tener cabida en la sociedad moderna, más cuando debemos tener claro que todos somos obra del mismo Creador, ese que nos mandó a amarnos con amor fraterno.
“Puesto que yo soy imperfecto, y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio” M. Gandhi.