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Columnista - 7 noviembre, 2012

El que muta no mata

Desde mi cocina Por: Silvia Betancourt Alliegro En mi labor de visitar nuestra historia, especialmente en lo que se relacione con los Procesos de Paz, me permito repetir esta columna que fue publicada el miércoles 3 de octubre de 2007, en el Diario El Pilón. “Ya todo está conversado y debidamente registrado y firmado desde […]

Desde mi cocina

Por: Silvia Betancourt Alliegro

En mi labor de visitar nuestra historia, especialmente en lo que se relacione con los Procesos de Paz, me permito repetir esta columna que fue publicada el miércoles 3 de octubre de 2007, en el Diario El Pilón.

“Ya todo está conversado y debidamente registrado y firmado desde hace seis (6) años, la paz es posible y está reglamentada, por tanto, al presidente de Venezuela Hugo Chávez y a Piedad Córdoba, más todo el ‘combo’ que se les quiera unir, no les quemará mucho tiempo ni neuronas conseguirla.

El 27 de septiembre de 2001 la Comisión de Notables nombrada en la Mesa Nacional de Diálogo para el proceso de paz consignó para nuestra historia  un documento apoyado en el numeral 3 del Acuerdo de los Pozos suscrito entre el presidente Andrés Pastrana Arango y el comandante de las Farc-Ep. Manuel Marulanda Vélez, que dice:

“La experiencia histórica, tanto en Colombia como en el mundo, demuestra que el esquema de la negociación bajo el fuego no produce resultados satisfactorios, al menos en el corto y mediano plazo en el objetivo de lograr la paz. Porque, entre otras cosas, supone mantener la aspiración de cada una de las partes en conflicto de imponerse por la fuerza de las armas a la parte contraria, hasta derrotarla militarmente, con todo aquello que implica en pérdida de vidas humanas, en destrucción material, en gasto económico y en ruina física y moral para millones de personas”.

…Por las anteriores razones, los comisionados, en forma unánime, en cumplimiento de la misión a nosotros encomendada en la Mesa de Diálogo y Negociación (…) nos permitimos formular a la Mesa las siguientes recomendaciones:

1. Que se pacte una tregua bilateral entre el Gobierno Nacional y las Farc-Ep, en principio de seis (6) meses, en las acciones armadas, término que puede ser prorrogado por acuerdo entre las partes. Dicha tregua implica que las partes adquieran, por lo menos durante ese lapso, los siguientes compromisos:
a) No habrá acciones militares por parte de las Fuerzas Armadas y de Policía contra las Farc-Ep. En ningún lugar del territorio nacional.
b) No habrá acciones militares por parte de las Farc-Ep contra las Fuerzas Armadas y de Policía en ningún lugar del territorio nacional.
c) Lo anterior no impide que las Fuerzas Armadas y de Policía continúen sus acciones, conforme a los mandatos de la Constitución y de la ley, en contra de otras agrupaciones o individuos que sigan actuando de manera ilegal.
d) El Estado reitera su compromiso de respetar todas las normas universales que regulan los conflictos armados no internacionales, recopiladas en el Derecho Internacional Humanitario (Convención de Ginebra y protocolos adicionales)  y las Farc-Ep se comprometen igualmente a respetar dichas normas. Ambas partes se abstendrán, en particular de la utilización de armas no convencionales, como las minas antipersonales, los cilindros de gas y bombas de aspersión, del reclutamiento y mantenimiento en filas de menores de edad, así como del asalto y toma de poblaciones.
e) Las Farc-Ep no efectuarán actos de hostilidad contra particulares, tales como retención de personas, secuestro, cobro forzado de contribuciones pecuniarias o de cualquier especie, atentados contra la infraestructura energética y petrolera del país o contra la infraestructura vial.
f) El Gobierno Nacional, de común acuerdo con las Farc-Ep estudiará mecanismos de financiación que permitan atender las necesidades de subsistencia de los combatientes de insurgencia durante el periodo de tregua”.

Siguen veintinueve (29) puntos de recomendaciones  que planifican el periodo de tregua bilateral. Algunos de ellos ya se han cumplido por parte del Gobierno Nacional actual, especialmente los que conciernen al tema del paramilitarismo, punto 19, artículos a.b.c.d.e.f.g.h.i.j.k.l.

Seguramente que Piedad Córdoba se sabe de memoria tan importante documento, firmado por Camilo Gómez Alzate, Alto Comisionado para la Paz; Juan Gabriel Uribe, Asesor Especial; Manuel Marulanda Vélez, comandante en Jefe de las Farc-Ep; Voceros de las Farc-Ep Raúl Reyes; Joaquín Gómez; Simón Trinidad; Andrés París, entre otros… y lo más probable es que Piedad lo cargue en su portafolio para dárselo a quien corresponda, en el tiempo y lugar precisos, y con fecha abierta y lugar para otras firmas porque hay que hacerle zancadilla a las oportunidades”.

[email protected]
@yastao

Columnista
7 noviembre, 2012

El que muta no mata

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Silvia Betancourt Alliegro

Desde mi cocina Por: Silvia Betancourt Alliegro En mi labor de visitar nuestra historia, especialmente en lo que se relacione con los Procesos de Paz, me permito repetir esta columna que fue publicada el miércoles 3 de octubre de 2007, en el Diario El Pilón. “Ya todo está conversado y debidamente registrado y firmado desde […]


Desde mi cocina

Por: Silvia Betancourt Alliegro

En mi labor de visitar nuestra historia, especialmente en lo que se relacione con los Procesos de Paz, me permito repetir esta columna que fue publicada el miércoles 3 de octubre de 2007, en el Diario El Pilón.

“Ya todo está conversado y debidamente registrado y firmado desde hace seis (6) años, la paz es posible y está reglamentada, por tanto, al presidente de Venezuela Hugo Chávez y a Piedad Córdoba, más todo el ‘combo’ que se les quiera unir, no les quemará mucho tiempo ni neuronas conseguirla.

El 27 de septiembre de 2001 la Comisión de Notables nombrada en la Mesa Nacional de Diálogo para el proceso de paz consignó para nuestra historia  un documento apoyado en el numeral 3 del Acuerdo de los Pozos suscrito entre el presidente Andrés Pastrana Arango y el comandante de las Farc-Ep. Manuel Marulanda Vélez, que dice:

“La experiencia histórica, tanto en Colombia como en el mundo, demuestra que el esquema de la negociación bajo el fuego no produce resultados satisfactorios, al menos en el corto y mediano plazo en el objetivo de lograr la paz. Porque, entre otras cosas, supone mantener la aspiración de cada una de las partes en conflicto de imponerse por la fuerza de las armas a la parte contraria, hasta derrotarla militarmente, con todo aquello que implica en pérdida de vidas humanas, en destrucción material, en gasto económico y en ruina física y moral para millones de personas”.

…Por las anteriores razones, los comisionados, en forma unánime, en cumplimiento de la misión a nosotros encomendada en la Mesa de Diálogo y Negociación (…) nos permitimos formular a la Mesa las siguientes recomendaciones:

1. Que se pacte una tregua bilateral entre el Gobierno Nacional y las Farc-Ep, en principio de seis (6) meses, en las acciones armadas, término que puede ser prorrogado por acuerdo entre las partes. Dicha tregua implica que las partes adquieran, por lo menos durante ese lapso, los siguientes compromisos:
a) No habrá acciones militares por parte de las Fuerzas Armadas y de Policía contra las Farc-Ep. En ningún lugar del territorio nacional.
b) No habrá acciones militares por parte de las Farc-Ep contra las Fuerzas Armadas y de Policía en ningún lugar del territorio nacional.
c) Lo anterior no impide que las Fuerzas Armadas y de Policía continúen sus acciones, conforme a los mandatos de la Constitución y de la ley, en contra de otras agrupaciones o individuos que sigan actuando de manera ilegal.
d) El Estado reitera su compromiso de respetar todas las normas universales que regulan los conflictos armados no internacionales, recopiladas en el Derecho Internacional Humanitario (Convención de Ginebra y protocolos adicionales)  y las Farc-Ep se comprometen igualmente a respetar dichas normas. Ambas partes se abstendrán, en particular de la utilización de armas no convencionales, como las minas antipersonales, los cilindros de gas y bombas de aspersión, del reclutamiento y mantenimiento en filas de menores de edad, así como del asalto y toma de poblaciones.
e) Las Farc-Ep no efectuarán actos de hostilidad contra particulares, tales como retención de personas, secuestro, cobro forzado de contribuciones pecuniarias o de cualquier especie, atentados contra la infraestructura energética y petrolera del país o contra la infraestructura vial.
f) El Gobierno Nacional, de común acuerdo con las Farc-Ep estudiará mecanismos de financiación que permitan atender las necesidades de subsistencia de los combatientes de insurgencia durante el periodo de tregua”.

Siguen veintinueve (29) puntos de recomendaciones  que planifican el periodo de tregua bilateral. Algunos de ellos ya se han cumplido por parte del Gobierno Nacional actual, especialmente los que conciernen al tema del paramilitarismo, punto 19, artículos a.b.c.d.e.f.g.h.i.j.k.l.

Seguramente que Piedad Córdoba se sabe de memoria tan importante documento, firmado por Camilo Gómez Alzate, Alto Comisionado para la Paz; Juan Gabriel Uribe, Asesor Especial; Manuel Marulanda Vélez, comandante en Jefe de las Farc-Ep; Voceros de las Farc-Ep Raúl Reyes; Joaquín Gómez; Simón Trinidad; Andrés París, entre otros… y lo más probable es que Piedad lo cargue en su portafolio para dárselo a quien corresponda, en el tiempo y lugar precisos, y con fecha abierta y lugar para otras firmas porque hay que hacerle zancadilla a las oportunidades”.

[email protected]
@yastao