Publicidad
Categorías
Categorías
General - 7 mayo, 2013

El “puente Escalona” se quedó en el aire

En medio de la maleza, entre Valledupar y La Paz, se encuentra el puente Rafael Escalona, que se construyó sin que existieran vías para poder darle uso.

Boton Wpp

Por: Pepe Morón Reales
[email protected] 

En 1982, el entonces Gobernador del Cesar,  José Guillermo ‘pepe’ Castro inició, de la mano del Gobierno Nacional, la construcción del puente Rafael Escalona. Esta monumental construcción,  sobre el río Cesar, pretendía acortar la distancia en solo nueve kilómetros, de  los 18 que tiene la vía actual que conecta a Valledupar con el municipio de La Paz y por ende encontrar más rápido la  ruta hacia La Guajira. 

Para los que conocen a ‘Pepe’ Castro, su vida política tiene dos grandes frustraciones, una es la unión de Colombia y Venezuela por la zona montañosa de Manaure Cesar y la otra es la vía que acortaría la distancia entre Valledupar y La Paz.   Además era fácil pensar que con el puente Rafael Escalona construido, forzaba al Estado a la construcción de una carretera que uniera a la capital del departamento con La Paz.


Pocos amigos y muchos enemigos  

En un acto político con más sabor a protesta que festejo, este puente fue inaugurado en 1991, pero nunca lo ha estrenado vehículo alguno; muy seguramente porque no hace parte de ninguna carretera. 

Para hacer que el puente entrara en funcionamiento, era necesario construir los nueve kilómetros de carretera que unían las dos cabeceras municipales. Una obra que en la actualidad, según Antonio Mindiola, Ingeniero Civil,  tendría un costo aproximado de 12 mil millones de pesos. Monto que se hizo elevado al criterio de los gobernadores que sucedieron a ‘Pepe’ Castro.

La estructura que en uno de sus extremos conecta la trocha destruida que nace en La Paz, ha tenido muy pocos dolientes y muchos enemigos. 

Desde su construcción y posterior inauguración, solo en 2003,  el gobernador encargado, Guillermo Castro, hijo del precursor de esta obra, intentó retomar el proyecto y sacarlo adelante. Pero al parecer, se encontró en el camino con los mismos tropiezos que tuvo ‘Pepe’: “Familias de mucha influencia no querían que esta obra saliera adelante”.   

El puente y las vías que en sus extremos se proyectan, se encuentra en el predio rural conocido como El Guamo que sería propiedad de doña Rosa Villazón de Maya, madre de quien en ese momento era Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón. 

Antes de intentar  retomar el proyecto, el argumento de los mandatarios de turno, era el alto costo que tenía la construcción de la llamada Carretera Recta, entre Valledupar y La Paz. 

EL PILON conoció que  según concepto del Viceministerio de Transporte en el año de 1996, el costo de esa carretera es elevado y por eso en los sucesivos gobiernos se ha descartado su construcción  y por eso recomendó seguir ampliando la actual vía Valledupar-La Paz, para tener una verdadera autopista. 

Algo que según el ingeniero consultado por este diario no superaría los 9 mil millones de pesos. Hay que aclarar que el estudio para una concesión arrojaría el valor real del proyecto.

¿Por qué terminar el Rafael Escalona? 

Aunque hoy, está en medio de una espesa vegetación, este puente facilitaría la circulación de los vehículos que ingresan a la capital del Cesar, provenientes de La Paz, y los municipios de La Guajira que conectan con Venezuela.  

Además del tiempo y la distancia, que serían más cortos, esta nueva ruta puede facilitar la tarea de dividir el tráfico de acuerdo al peso de los vehículos. Algo que no es de poca importancia, si se tiene en cuenta que a esta ciudad entran según el último conteo de Tránsito y Transporte, un promedio de 5 mil carros de uso particular, procedentes de esta vía, número que va en aumento y que dificulta el tráfico en esta ruta que tiene puntos de particular peligrosidad. 

El puente y la Nacional 

Según lo que manifestó en campaña,  el actual Gobernado del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, su administración planea retomar esta obra por lo importante que puede ser esta vía en relación a la construcción de una sede para el departamento de la Universidad Nacional.

Mayor control 

Según la Policía  de Carreteras, una segunda vía facilitaría el control a flagelos como el contrabando y la seguridad en las vías. Además que ayudaría a controlar el ingreso de visitantes a la ciudad y haría mucho más amena su llegada a la capital del Cesar. 

Inversiones 

Con la emergencia nacional, del año de 1996 el gobierno de Colombia dispuso de un presupuesto de 100 mil millones de pesos que fueron invertidos en el arreglo de las principales vías y puentes; sobretodo en aquellos de gran tráfico. 

En el Cesar, además de avanzar en la construcción de la carretera San Juan Valledupar, vía que aun no esta terminada, se rehabilitaron dos puentes, entre San Alberto y Pelaya. Sumado a eso, en ese mismo año para  la carretera de La Paz – San Roque, se adjudicó una licitación por 1.500 millones de pesos y para el año siguiente se destinaron  2 mil millones más para rehabilitarla, debido a su deterioro. 

 

General
7 mayo, 2013

El “puente Escalona” se quedó en el aire

En medio de la maleza, entre Valledupar y La Paz, se encuentra el puente Rafael Escalona, que se construyó sin que existieran vías para poder darle uso.


Boton Wpp

Por: Pepe Morón Reales
[email protected] 

En 1982, el entonces Gobernador del Cesar,  José Guillermo ‘pepe’ Castro inició, de la mano del Gobierno Nacional, la construcción del puente Rafael Escalona. Esta monumental construcción,  sobre el río Cesar, pretendía acortar la distancia en solo nueve kilómetros, de  los 18 que tiene la vía actual que conecta a Valledupar con el municipio de La Paz y por ende encontrar más rápido la  ruta hacia La Guajira. 

Para los que conocen a ‘Pepe’ Castro, su vida política tiene dos grandes frustraciones, una es la unión de Colombia y Venezuela por la zona montañosa de Manaure Cesar y la otra es la vía que acortaría la distancia entre Valledupar y La Paz.   Además era fácil pensar que con el puente Rafael Escalona construido, forzaba al Estado a la construcción de una carretera que uniera a la capital del departamento con La Paz.


Pocos amigos y muchos enemigos  

En un acto político con más sabor a protesta que festejo, este puente fue inaugurado en 1991, pero nunca lo ha estrenado vehículo alguno; muy seguramente porque no hace parte de ninguna carretera. 

Para hacer que el puente entrara en funcionamiento, era necesario construir los nueve kilómetros de carretera que unían las dos cabeceras municipales. Una obra que en la actualidad, según Antonio Mindiola, Ingeniero Civil,  tendría un costo aproximado de 12 mil millones de pesos. Monto que se hizo elevado al criterio de los gobernadores que sucedieron a ‘Pepe’ Castro.

La estructura que en uno de sus extremos conecta la trocha destruida que nace en La Paz, ha tenido muy pocos dolientes y muchos enemigos. 

Desde su construcción y posterior inauguración, solo en 2003,  el gobernador encargado, Guillermo Castro, hijo del precursor de esta obra, intentó retomar el proyecto y sacarlo adelante. Pero al parecer, se encontró en el camino con los mismos tropiezos que tuvo ‘Pepe’: “Familias de mucha influencia no querían que esta obra saliera adelante”.   

El puente y las vías que en sus extremos se proyectan, se encuentra en el predio rural conocido como El Guamo que sería propiedad de doña Rosa Villazón de Maya, madre de quien en ese momento era Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón. 

Antes de intentar  retomar el proyecto, el argumento de los mandatarios de turno, era el alto costo que tenía la construcción de la llamada Carretera Recta, entre Valledupar y La Paz. 

EL PILON conoció que  según concepto del Viceministerio de Transporte en el año de 1996, el costo de esa carretera es elevado y por eso en los sucesivos gobiernos se ha descartado su construcción  y por eso recomendó seguir ampliando la actual vía Valledupar-La Paz, para tener una verdadera autopista. 

Algo que según el ingeniero consultado por este diario no superaría los 9 mil millones de pesos. Hay que aclarar que el estudio para una concesión arrojaría el valor real del proyecto.

¿Por qué terminar el Rafael Escalona? 

Aunque hoy, está en medio de una espesa vegetación, este puente facilitaría la circulación de los vehículos que ingresan a la capital del Cesar, provenientes de La Paz, y los municipios de La Guajira que conectan con Venezuela.  

Además del tiempo y la distancia, que serían más cortos, esta nueva ruta puede facilitar la tarea de dividir el tráfico de acuerdo al peso de los vehículos. Algo que no es de poca importancia, si se tiene en cuenta que a esta ciudad entran según el último conteo de Tránsito y Transporte, un promedio de 5 mil carros de uso particular, procedentes de esta vía, número que va en aumento y que dificulta el tráfico en esta ruta que tiene puntos de particular peligrosidad. 

El puente y la Nacional 

Según lo que manifestó en campaña,  el actual Gobernado del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, su administración planea retomar esta obra por lo importante que puede ser esta vía en relación a la construcción de una sede para el departamento de la Universidad Nacional.

Mayor control 

Según la Policía  de Carreteras, una segunda vía facilitaría el control a flagelos como el contrabando y la seguridad en las vías. Además que ayudaría a controlar el ingreso de visitantes a la ciudad y haría mucho más amena su llegada a la capital del Cesar. 

Inversiones 

Con la emergencia nacional, del año de 1996 el gobierno de Colombia dispuso de un presupuesto de 100 mil millones de pesos que fueron invertidos en el arreglo de las principales vías y puentes; sobretodo en aquellos de gran tráfico. 

En el Cesar, además de avanzar en la construcción de la carretera San Juan Valledupar, vía que aun no esta terminada, se rehabilitaron dos puentes, entre San Alberto y Pelaya. Sumado a eso, en ese mismo año para  la carretera de La Paz – San Roque, se adjudicó una licitación por 1.500 millones de pesos y para el año siguiente se destinaron  2 mil millones más para rehabilitarla, debido a su deterioro.