Israel es el único país del mundo que tiene derecho a invadir, robar, asesinar civiles incluidas mujeres ancianos y niños, bombardear colegios, hospitales y albergues bajo una sola excusa: “tiene el derecho histórico y cuasi divino de defenderse”.
Israel es el único país del mundo que tiene derecho a invadir, robar, asesinar civiles incluidas mujeres ancianos y niños, bombardear colegios, hospitales y albergues bajo una sola excusa: “tiene el derecho histórico y cuasi divino de defenderse”. La pregunta honesta que el mundo debería hacerse es: ¿defenderse de quién? Pues históricamente ha sido enemigo de todos sus vecinos árabes con quien ha sostenido guerras abiertas pero la que tiene hoy con Hamas le justifica todo un exterminio a un pueblo entero, esto no tiene otro nombre que genocidio; ojo que el partido extremista de Netanyahu apoyó y financió a Hamás para que llegaran al poder en Palestina.
No voy a entrar en los detalles históricos porque necesitaría al menos diez columnas y preparar una defensa acérrima contra contradictores fanáticos que defienden ciegamente a Israel bajo el argumento de ser el pueblo “elegido por Dios” y todos los demás son unos Goyim que no merecen siquiera pronunciar su nombre; el hecho es que hay que separar dos actores, por un lado el pueblo judío, y por el otro el movimiento político Sionista culpable de todas las desgracias no solo de medio oriente sino de todo el mundo.
Asumiendo como cierto que el pueblo que habita hoy en las tierras de Israel son los herederos de Abraham y por ende sujetos de la ley que JHV le entregó a Moisés en la cima del monte Sinaí; entonces, si en esa ley está expresamente prohibido matar y ellos (el pueblo judío) deberían cumplirla ¿por qué se la pasan por la faja sin temor ni rendirle cuentas a nadie? La respuesta sé que no les va a gustar ni poquito: ¡ellos no creen en nuestro Dios!
Los judíos no cristianos que están vinculados a los círculos de poder y con influencia en todos los campos (científico, militar, económico, financiero, etc.) sencillamente no creen en Jesucristo como hijo de Dios y el mesías enviado por Yahvé para redimir los pecados; es más, ellos aún siguen esperando a ese mesías que debe erigirse de los ejércitos como un líder que lleve a su pueblo a la conquista, a la destrucción de sus enemigos y a la liberación de su pueblo, todo esto bajo la espada ensangrentada de sus enemigos; aunque en realidad son escombros, polvo, y restos de misiles lanzados a civiles en su mayoría niños, como ya mencioné.
La masacre en Palestina corrió con la mala suerte de haber sido una causa que defienden los enemigos de Estados Unidos y sus aliado de la UE (Rusia, China, irán, Venezuela, Siria, entre otros), en el momento que estos países asumieron la defensa de los palestinos se les etiquetó como financiadores de grupos terroristas y por ende todo lo que habite en suelo de la franja de Gaza es sujeto de ser catalogados como tal; por ende, su mala suerte se la tienen bien merecida. ¿Quién los manda a dejarse apoyar por los países pertenecientes al “eje del mal”? De este calibre son los argumentos utilizados para justificar el genocidio que comete Israel.
Otra gran pregunta que el mundo debería hacerse es: ¿cómo es posible que se condene con tanta energía los muertos que caen en la guerra de Ucrania contra Rusia y no los de Palestina? ¿Qué hace que el mundo se solidarice con unos y les dé la espalda a otros? Para muchos analistas esto se debe que Israel ejerce una especie de chantaje contra sus aliados particularmente por el control que tiene sobre todo el sistema financiero y los organismos multilaterales; entre otras cosas, han incumplido todas las resoluciones expedidas por Naciones Unidas, pero como si su arrogancia no fuera suficiente, acaban de declarar persona no grata al secretario general de la ONU. ¡hágame el favor!
No me imagino la cara de Jesucristo cuando venga y encuentre que la tierra donde nació y donde lo mataron está siendo arrasada por el que dice ser el pueblo de su papá, pero peor aún, cómo le van a explicar algunos líderes religiosos el hecho que en sus templos se adore la bandera de un pueblo que no cree en él. Yo quiero estar vivo cuando eso suceda porque el mal no puede imponerse jamás sobre el bien y estoy seguro que los que defienden el genocidio en Gaza, están equivocados.
Por: Eloy Gutiérrez Anaya.
Israel es el único país del mundo que tiene derecho a invadir, robar, asesinar civiles incluidas mujeres ancianos y niños, bombardear colegios, hospitales y albergues bajo una sola excusa: “tiene el derecho histórico y cuasi divino de defenderse”.
Israel es el único país del mundo que tiene derecho a invadir, robar, asesinar civiles incluidas mujeres ancianos y niños, bombardear colegios, hospitales y albergues bajo una sola excusa: “tiene el derecho histórico y cuasi divino de defenderse”. La pregunta honesta que el mundo debería hacerse es: ¿defenderse de quién? Pues históricamente ha sido enemigo de todos sus vecinos árabes con quien ha sostenido guerras abiertas pero la que tiene hoy con Hamas le justifica todo un exterminio a un pueblo entero, esto no tiene otro nombre que genocidio; ojo que el partido extremista de Netanyahu apoyó y financió a Hamás para que llegaran al poder en Palestina.
No voy a entrar en los detalles históricos porque necesitaría al menos diez columnas y preparar una defensa acérrima contra contradictores fanáticos que defienden ciegamente a Israel bajo el argumento de ser el pueblo “elegido por Dios” y todos los demás son unos Goyim que no merecen siquiera pronunciar su nombre; el hecho es que hay que separar dos actores, por un lado el pueblo judío, y por el otro el movimiento político Sionista culpable de todas las desgracias no solo de medio oriente sino de todo el mundo.
Asumiendo como cierto que el pueblo que habita hoy en las tierras de Israel son los herederos de Abraham y por ende sujetos de la ley que JHV le entregó a Moisés en la cima del monte Sinaí; entonces, si en esa ley está expresamente prohibido matar y ellos (el pueblo judío) deberían cumplirla ¿por qué se la pasan por la faja sin temor ni rendirle cuentas a nadie? La respuesta sé que no les va a gustar ni poquito: ¡ellos no creen en nuestro Dios!
Los judíos no cristianos que están vinculados a los círculos de poder y con influencia en todos los campos (científico, militar, económico, financiero, etc.) sencillamente no creen en Jesucristo como hijo de Dios y el mesías enviado por Yahvé para redimir los pecados; es más, ellos aún siguen esperando a ese mesías que debe erigirse de los ejércitos como un líder que lleve a su pueblo a la conquista, a la destrucción de sus enemigos y a la liberación de su pueblo, todo esto bajo la espada ensangrentada de sus enemigos; aunque en realidad son escombros, polvo, y restos de misiles lanzados a civiles en su mayoría niños, como ya mencioné.
La masacre en Palestina corrió con la mala suerte de haber sido una causa que defienden los enemigos de Estados Unidos y sus aliado de la UE (Rusia, China, irán, Venezuela, Siria, entre otros), en el momento que estos países asumieron la defensa de los palestinos se les etiquetó como financiadores de grupos terroristas y por ende todo lo que habite en suelo de la franja de Gaza es sujeto de ser catalogados como tal; por ende, su mala suerte se la tienen bien merecida. ¿Quién los manda a dejarse apoyar por los países pertenecientes al “eje del mal”? De este calibre son los argumentos utilizados para justificar el genocidio que comete Israel.
Otra gran pregunta que el mundo debería hacerse es: ¿cómo es posible que se condene con tanta energía los muertos que caen en la guerra de Ucrania contra Rusia y no los de Palestina? ¿Qué hace que el mundo se solidarice con unos y les dé la espalda a otros? Para muchos analistas esto se debe que Israel ejerce una especie de chantaje contra sus aliados particularmente por el control que tiene sobre todo el sistema financiero y los organismos multilaterales; entre otras cosas, han incumplido todas las resoluciones expedidas por Naciones Unidas, pero como si su arrogancia no fuera suficiente, acaban de declarar persona no grata al secretario general de la ONU. ¡hágame el favor!
No me imagino la cara de Jesucristo cuando venga y encuentre que la tierra donde nació y donde lo mataron está siendo arrasada por el que dice ser el pueblo de su papá, pero peor aún, cómo le van a explicar algunos líderes religiosos el hecho que en sus templos se adore la bandera de un pueblo que no cree en él. Yo quiero estar vivo cuando eso suceda porque el mal no puede imponerse jamás sobre el bien y estoy seguro que los que defienden el genocidio en Gaza, están equivocados.
Por: Eloy Gutiérrez Anaya.