Campesinos de las veredas Filo de Machete, Riecito y La Frontera, las cuales hacen parte de las 18 veredas que conforman el corregimiento de San José de Oriente, jurisdicción del municipio de La Paz, dejaron saber su preocupación ante el riesgo de perder las cosechas de café.

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Indicaron que la principal problemática que tienen son las vías de acceso hacia las fincas, lo cual les dificulta sacar el producto hasta una zona plana donde llegan los compradores; también señalaron que los torrenciales aguaceros están tumbando el grano antes de madurarse y el que logran recoger no lo pueden secar, lo cual reduce su calidad y precio. 

De acuerdo con la presidenta de la Junta de Acción Comunal de Filo de Machete,  Norelys Castrillo Santos, de continuar esta situación hay un alto riesgo de pérdidas para los agricultores.

“Las vías están intransitables. Las hemos podido medio arreglar con picos y palas para poder transitar por los sitios más malos.  Todos los días llueve, no alcanzamos a hacer cunetas ni desaguaderos porque las fuertes lluvias no nos lo permiten. Estamos pensando la sacada del café: los conductores de los carros que suben hasta acá no quieren venir a recoger el café porque tienen temor que se vayan a deslizar o quedar atascados”, destacó la líder comunal.

Añadió que en otras temporadas de cosecha sacan los bultos de café hasta Valledupar, pero este año todo ha sido diferente debido a la ola invernal.

“Como ahora no lo podemos sacar completamente, algunos llegan a comprarlo en San José de Oriente. Lo compran más barato”, refirió Castrillo Santos.

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Igualmente, señaló que los campesinos se preparan durante todo el año para la cosecha del café, ya que es lo único que pueden cultivar para comercializar, debido a que solo cuentan con un nacedero de un río y un caño, los cuales aumentan su caudal en temporadas de invierno, lo suficiente para abastecerse, pero en época de verano se secan y la poca agua que les queda no es suficiente para generar cultivos de riego.

“Le hemos pedido a los concejales que nos ayuden a conseguir maquinaria para esta zona, tenemos miedo de bajar el café porque está intransitable la vía”, puntualizó Norelys Castrillo Santos.

Situación similar sufren en la vereda Los Deseos. Con las primeras lluvias de octubre, los parceleros perdieron los cultivos de pancoger y 28 familias perdieron sus viviendas.  Desde entonces esperan que la administración municipal los ayude a despejar la vía de acceso taponada por grandes árboles que se cayeron.

DECLARAN CALAMIDAD PÚBLICA

El alcalde del municipio de La Paz, Martín Zuleta, indicó que tomó la decisión de declarar calamidad pública a raíz de la ola invernal que ha afectado a las comunidades de la cordillera del Perijá y las zonas planas.

“Nosotros tenemos una maquinaría disponible para mejorar 20 kilómetros de vía rural. Esa maquinaria está en la zona de Guaymaral y Los Encantos ayudando a los campesinos, pero en estos momentos estamos declarando la calamidad pública para conseguir una maquinaria para destaponar las vías afectadas, sin embargo no lo podemos hacer en estos momentos porque, según nos dicen los ingenieros, es un riesgo grande porque se puede presentar un accidente”, señaló el burgomaestre.

ALERTA AMARILLA

De acuerdo con la Secretaría de Ambiente y la Oficina de Gestión de Riesgo del Cesar, el departamento tiene 14 de los 25 municipios con afectaciones por las fuertes lluvias, por lo cual declararon alerta Amarilla.

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Por su parte, el Ideam indicó en su último boletín de alerta que este departamento está en categoría naranja, por riesgo a presentarse crecientes súbitas, incrementos súbitos, formación de arroyos, desbordamientos, inundaciones, niveles altos e incrementos de nivel en las zonas hidrográficas y deslizamientos de tierra.

La entidad recomendó especial atención en el río Cesar y sus afluentes; y en el río Guatapurí, a la altura del corregimiento de Chemesquemena, por las fuertes precipitaciones en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.