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Editorial - 15 marzo, 2013

El problema de fondo del Loperena

El que en una época fuera el glorioso Colegio Loperena, el que abría las puertas de todas las universidades del país a sus egresados, hoy no tiene dolientes, es un pobre anciano al cual le llegó prematuramente la vejez

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El que en una época fuera el glorioso Colegio Loperena, el que abría las puertas de todas las universidades del país a sus egresados, hoy no tiene dolientes, es un pobre anciano al cual le llegó prematuramente la vejez. Por sus aulas pasaron diferentes generaciones que le dieron orgullo al Cesar y a La Guajira, pero ya nadie se acuerda. El Loperena era Alma Mater de Valledupar y la provincia, más reconocido que la UPC de hoy; era un orgullo estar en sus aulas. Ser rector del Loperena era una de las mejores posiciones laborales y sociales de esa época.

 

Hace tiempo se viene hablando de su deplorable situación física y a fuerza de llamamientos de sus rectores han confluido muchas personalidades, no a buscar una solución, sino a teorizar sobre su estado. Recientemente estuvieron presentes parlamentarios, el Concejo Municipal y funcionarios varios pero la falta de claridad no ha permitido formular las propuestas pertinentes; el gobierno nacional ha estado ausente ante el clamor de esta su creatura.

 

El Loperena tiene varios problemas pero nadie ha dicho cuál es el fundamental; es que esta institución está enferma por dentro y por fuera. La solución de la parte física, son apenas pañitos de agua tibia, la fiebre va por dentro. En lo físico, ya no tiene como crecer; la mitad de sus terrenos fueron cercenados, hace años, para la construcción de una parroquia. Su condición de Patrimonio Cultural, de nada le ha servido, más bien le ha impuesto restricciones.

 

El arquitecto Jaime Palmera ha hecho una propuesta razonable y es dejar este edificio como centro y patrimonio cultural, acondicionándolo, por supuesto. El colegio en sí, debería ser reubicado en unas instalaciones modernas, para eso están las regalías mineras. Así se daría solución definitiva a la parte física. El problema de fondo, que es la calidad académica, que no se debe maquillar con lo físico, es lo que más debe preocuparnos.

 

El Loperena debe volver por sus fueros, saliendo del vergonzoso ranking en el cual se encuentra. Es curioso que las autoridades loperenistas nunca clamen por la calidad; este rubro no es muy rentable para los contratistas ni quizás el mas caro, pero es el fundamental, en eso debemos concentrarnos.

 

El Loperena hace parte de la historia del Cesar y de La Guajira y esa historia se debe honrar. Tanto el gobernador del Cesar, como elalcalde de Valledupar deben fijarse esta meta en sus corazones. No mas rencillas, todo debe confluir a la grandeza de esa institución que inspiró a Escalona y a otros importantes cantautores vallenatos. Hagamos, desde ya, una gran cruzada por este moribundo. No solo es el Ministerio de Cultura, invitemos a participar a la Ministra de Educación y al presidente Santos.

 

 

Editorial
15 marzo, 2013

El problema de fondo del Loperena

El que en una época fuera el glorioso Colegio Loperena, el que abría las puertas de todas las universidades del país a sus egresados, hoy no tiene dolientes, es un pobre anciano al cual le llegó prematuramente la vejez


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El que en una época fuera el glorioso Colegio Loperena, el que abría las puertas de todas las universidades del país a sus egresados, hoy no tiene dolientes, es un pobre anciano al cual le llegó prematuramente la vejez. Por sus aulas pasaron diferentes generaciones que le dieron orgullo al Cesar y a La Guajira, pero ya nadie se acuerda. El Loperena era Alma Mater de Valledupar y la provincia, más reconocido que la UPC de hoy; era un orgullo estar en sus aulas. Ser rector del Loperena era una de las mejores posiciones laborales y sociales de esa época.

 

Hace tiempo se viene hablando de su deplorable situación física y a fuerza de llamamientos de sus rectores han confluido muchas personalidades, no a buscar una solución, sino a teorizar sobre su estado. Recientemente estuvieron presentes parlamentarios, el Concejo Municipal y funcionarios varios pero la falta de claridad no ha permitido formular las propuestas pertinentes; el gobierno nacional ha estado ausente ante el clamor de esta su creatura.

 

El Loperena tiene varios problemas pero nadie ha dicho cuál es el fundamental; es que esta institución está enferma por dentro y por fuera. La solución de la parte física, son apenas pañitos de agua tibia, la fiebre va por dentro. En lo físico, ya no tiene como crecer; la mitad de sus terrenos fueron cercenados, hace años, para la construcción de una parroquia. Su condición de Patrimonio Cultural, de nada le ha servido, más bien le ha impuesto restricciones.

 

El arquitecto Jaime Palmera ha hecho una propuesta razonable y es dejar este edificio como centro y patrimonio cultural, acondicionándolo, por supuesto. El colegio en sí, debería ser reubicado en unas instalaciones modernas, para eso están las regalías mineras. Así se daría solución definitiva a la parte física. El problema de fondo, que es la calidad académica, que no se debe maquillar con lo físico, es lo que más debe preocuparnos.

 

El Loperena debe volver por sus fueros, saliendo del vergonzoso ranking en el cual se encuentra. Es curioso que las autoridades loperenistas nunca clamen por la calidad; este rubro no es muy rentable para los contratistas ni quizás el mas caro, pero es el fundamental, en eso debemos concentrarnos.

 

El Loperena hace parte de la historia del Cesar y de La Guajira y esa historia se debe honrar. Tanto el gobernador del Cesar, como elalcalde de Valledupar deben fijarse esta meta en sus corazones. No mas rencillas, todo debe confluir a la grandeza de esa institución que inspiró a Escalona y a otros importantes cantautores vallenatos. Hagamos, desde ya, una gran cruzada por este moribundo. No solo es el Ministerio de Cultura, invitemos a participar a la Ministra de Educación y al presidente Santos.