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Farándula - 13 abril, 2018

“El primer enfrentamiento con el machismo fue con mi papá”: Karen Lizarazo

Esta joven oriunda de Aguachica, Cesar, entrega su nueva canción, titulada ‘Donde más me duele’, que tiene el sello de Iván Calderón y Carlos Torres, en la producción y el acordeón respectivamente. Actualmente vive en pleno fervor con los amantes del vallenato.

Boton Wpp

Un fenómeno en las redes sociales y ahora se perfila como una líder entre las mujeres que tanto espacio reclaman en la radio nacional. Se llama Karen Lizarazo y gracias a una particular interpretación de la música vallenata está causando furor.

Sin pasiones tradicionales, apostando a su estilo juvenil y dándole el lugar que merece el género femenino entre letras, la joven oriunda de Aguachica, Cesar, se la jugó por marcar la diferencia en el escenario; llenarlo de luces, humo, un vestuario urbano y con su útil manera de bailar cautiva a los espectadores.

Hoy, oficialmente, Karen entrega la canción ‘Donde más me duele’, una obra hecha bajo la dirección de Iván Calderón y con el acordeón del rey Aficionado del Festival Vallenato, Carlos Torres. No es su debut en las grabaciones, pero sí es la primera ocasión que enfila sus baterías con un tema de corte romántico adaptado a la modernidad, y aunque creció con la influencia de Kaleth Morales en la música, su mayor afición es para Diomedes Díaz, así lo dejó plasmado en la charla con NUESTRO FOLCLOR.

¿Cómo llega Karen Lizarazo a la música?

Desde los ocho años canto. Mi abuela paterna Aurora Piedrahita, me inculcó esto de la música y siempre me mostró esa parte con influencias rancheras, tango y boleros. Así comencé a cantar en reuniones familiares, luego entré a un curso para aprender a tocar guitarra y me convertí en la cantante del grupo. A los 10 años daba serenada en todas partes. Luego entré a estudiar en un colegio de monjas y también cantaba por todas las iglesias de Aguachica. Así comenzó todo, cantando mucho tiempo en la iglesia, y entonces yo sentía que lo mío era subirme a una tarima y tener un grupo que tocara para que yo cantara.
Siempre habla de la influencia de Kaleth Morales.

¿Cómo fue eso?

A los 14 años conocía a Kaleth Morales. Él se presentó en Aguachica, fue el único concierto que hizo, por eso cuando lo vi con su frescura, su manera de interpretar el vallenato, me identificaba porque él más que cantar me transmitía una historia. Eso es lo que yo quiero hacer.

Desde ese momento me enamoré del vallenato. Me moría por crear una banda con sonidos diferentes, influencia de instrumentos para que sonara distinto pero sin perder el vallenato. A los 15 años creé mi primer grupo; caja, guacharaca y acordeón.

¿Qué vino después?

Al formar el grupo, el primer enfrentamiento con el machismo fue con mi papá; casi le da un infarto cuando le dije que quería ser cantante de vallenato. Él se llama Yurgense y es diomedista a morir, me decía que no podía ser y era básicamente por miedo a que sus amigos le reprocharan el tema. Se vinieron los primeros bailes en discotecas de Aguachica y no entraba nadie, tampoco encontraba músicos que tocaran conmigo y los poquitos que lo hacían me dejaban tirada.

¿Cómo enfrentaste ese trance?

Mi papá me dijo entonces que me ayudaba en la música sin cumplía con estudiar lo que yo siempre quise y fue el Derecho. Me fui para la Universidad Pontificia Bolivariana con ganas de ser la mejor y en Bucaramanga me gradué con honores. Todo el tiempo mi motor fue la música y así le cumplí a mi padre. Al terminar decidí irme para Bogotá, aunque ya venía de tener una experiencia en Bucaramanga, donde aprendí a cantar y tener la tonalidad que hoy tengo porque el público de allá no te contrata con el grupo completo, lo primero es típico, con caja, guacharaca y acordeón.

¿En Bogotá qué pasó?

Comencé las grabaciones. Primero una canción de Fabián Corrales y con mucho miedo porque lo causa. Pasé por muchas bandas, gravé covers, y hasta que en los últimos días decidimos hacerle un homenaje a Patricia Teherán. Pasaron muchos acordeoneros que les daba tocar con una mujer y ahora estoy con Carlos Torres, con quien definitivamente es una admiración mutua.

¿El reflejo de Patricia Teherán en la televisión lo recibió usted en la música actual?

El furor comienza en realidad cuando yo hago un covers de Maluma, ‘Felices los cuatro’. Luego hacemos ‘La gustadera’, una canción que grabó Rafael Orozco y le metimos un coro que dice “ay cosita”, eso lo recibió la gente y que lo absorbieron rápido; comencé a cantar la canción de una mujer para un hombre y entonces Karen Lizarazo apareció con un cuento diferente.

En Bogotá me encontré con Dalia Bernal, directora de Olímpica Stereo, quien me pidió hacer un homenaje a Patricia Teherán para ayudarme. Dije que podía sacarla del estadio, no solo por el compromiso con Dalia, sino para decirle a la juventud que hay otra manera de que las canciones de Patricia podrían sonar. Me puse un vestido blanco con tenis, una balaca y obviamente, los músicos se vistieron distintos. ‘Amor de papel’ era una canción mucho más romántica y yo le metí sabor colombiano con chandé, trombón y la sabrosura vallenata: esa canción partió la historia de mi vida en dos y por eso ahora creo que llegó el momento de sacar nuevas canciones y apuntarle a la radio, con más fuerza a las redes sociales, apuntarle a un proyecto en serio y a una carrera que siento tiene mucho futuro.

¿Qué traes inédito para el público?

Son dos canciones. La primera es del maestro Iván Calderón y se titula ‘Donde más me duele’ y la otra es mía, se llama ‘Lo que perdiste’, esta última es mucho más con el sonido a la banda de lo que estamos haciendo; fresco, que puedes escuchar en una cantina o en Barú. Esos sonidos son las experiencias que he recogido a lo largo de mi carrera.

‘Donde más me duele’ es un despecho absoluto, tiene un chicle desde el comienzo, a parte es corta porque las hicimos muy radiales y comerciales. También tiene mucho de Karen Lizarazo en la interpretación porque es vallenato, pero lleva algo de popular y eso te lleva a beber toda la noche. Las canciones son neutras, pueden dedicarlas mujeres como hombres.

Sobre Carlos Torres

Carlos Torres Arroyo es rey vallenato de la categoría Aficionado (2010). Nació en 1990 en el municipio de Caucasia, Antioquia, donde se escucha vallenato como en cualquier calle de Valledupar.

Torres Arroyo tiene distintas coronas en festivales de la región, como los de: Montelíbano, Sahagún y Chinú, Córdoba; así como Turbo, Caucasia y Apartadó, Antioquia. Actualmente es el rey de reyes del Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, La Guajira.

En la música vallenata acompañó a cantantes como Ciro Quiñonez y Óscar Díaz.

Carlos Mario Jiménez
[email protected]

Farándula
13 abril, 2018

“El primer enfrentamiento con el machismo fue con mi papá”: Karen Lizarazo

Esta joven oriunda de Aguachica, Cesar, entrega su nueva canción, titulada ‘Donde más me duele’, que tiene el sello de Iván Calderón y Carlos Torres, en la producción y el acordeón respectivamente. Actualmente vive en pleno fervor con los amantes del vallenato.


Boton Wpp

Un fenómeno en las redes sociales y ahora se perfila como una líder entre las mujeres que tanto espacio reclaman en la radio nacional. Se llama Karen Lizarazo y gracias a una particular interpretación de la música vallenata está causando furor.

Sin pasiones tradicionales, apostando a su estilo juvenil y dándole el lugar que merece el género femenino entre letras, la joven oriunda de Aguachica, Cesar, se la jugó por marcar la diferencia en el escenario; llenarlo de luces, humo, un vestuario urbano y con su útil manera de bailar cautiva a los espectadores.

Hoy, oficialmente, Karen entrega la canción ‘Donde más me duele’, una obra hecha bajo la dirección de Iván Calderón y con el acordeón del rey Aficionado del Festival Vallenato, Carlos Torres. No es su debut en las grabaciones, pero sí es la primera ocasión que enfila sus baterías con un tema de corte romántico adaptado a la modernidad, y aunque creció con la influencia de Kaleth Morales en la música, su mayor afición es para Diomedes Díaz, así lo dejó plasmado en la charla con NUESTRO FOLCLOR.

¿Cómo llega Karen Lizarazo a la música?

Desde los ocho años canto. Mi abuela paterna Aurora Piedrahita, me inculcó esto de la música y siempre me mostró esa parte con influencias rancheras, tango y boleros. Así comencé a cantar en reuniones familiares, luego entré a un curso para aprender a tocar guitarra y me convertí en la cantante del grupo. A los 10 años daba serenada en todas partes. Luego entré a estudiar en un colegio de monjas y también cantaba por todas las iglesias de Aguachica. Así comenzó todo, cantando mucho tiempo en la iglesia, y entonces yo sentía que lo mío era subirme a una tarima y tener un grupo que tocara para que yo cantara.
Siempre habla de la influencia de Kaleth Morales.

¿Cómo fue eso?

A los 14 años conocía a Kaleth Morales. Él se presentó en Aguachica, fue el único concierto que hizo, por eso cuando lo vi con su frescura, su manera de interpretar el vallenato, me identificaba porque él más que cantar me transmitía una historia. Eso es lo que yo quiero hacer.

Desde ese momento me enamoré del vallenato. Me moría por crear una banda con sonidos diferentes, influencia de instrumentos para que sonara distinto pero sin perder el vallenato. A los 15 años creé mi primer grupo; caja, guacharaca y acordeón.

¿Qué vino después?

Al formar el grupo, el primer enfrentamiento con el machismo fue con mi papá; casi le da un infarto cuando le dije que quería ser cantante de vallenato. Él se llama Yurgense y es diomedista a morir, me decía que no podía ser y era básicamente por miedo a que sus amigos le reprocharan el tema. Se vinieron los primeros bailes en discotecas de Aguachica y no entraba nadie, tampoco encontraba músicos que tocaran conmigo y los poquitos que lo hacían me dejaban tirada.

¿Cómo enfrentaste ese trance?

Mi papá me dijo entonces que me ayudaba en la música sin cumplía con estudiar lo que yo siempre quise y fue el Derecho. Me fui para la Universidad Pontificia Bolivariana con ganas de ser la mejor y en Bucaramanga me gradué con honores. Todo el tiempo mi motor fue la música y así le cumplí a mi padre. Al terminar decidí irme para Bogotá, aunque ya venía de tener una experiencia en Bucaramanga, donde aprendí a cantar y tener la tonalidad que hoy tengo porque el público de allá no te contrata con el grupo completo, lo primero es típico, con caja, guacharaca y acordeón.

¿En Bogotá qué pasó?

Comencé las grabaciones. Primero una canción de Fabián Corrales y con mucho miedo porque lo causa. Pasé por muchas bandas, gravé covers, y hasta que en los últimos días decidimos hacerle un homenaje a Patricia Teherán. Pasaron muchos acordeoneros que les daba tocar con una mujer y ahora estoy con Carlos Torres, con quien definitivamente es una admiración mutua.

¿El reflejo de Patricia Teherán en la televisión lo recibió usted en la música actual?

El furor comienza en realidad cuando yo hago un covers de Maluma, ‘Felices los cuatro’. Luego hacemos ‘La gustadera’, una canción que grabó Rafael Orozco y le metimos un coro que dice “ay cosita”, eso lo recibió la gente y que lo absorbieron rápido; comencé a cantar la canción de una mujer para un hombre y entonces Karen Lizarazo apareció con un cuento diferente.

En Bogotá me encontré con Dalia Bernal, directora de Olímpica Stereo, quien me pidió hacer un homenaje a Patricia Teherán para ayudarme. Dije que podía sacarla del estadio, no solo por el compromiso con Dalia, sino para decirle a la juventud que hay otra manera de que las canciones de Patricia podrían sonar. Me puse un vestido blanco con tenis, una balaca y obviamente, los músicos se vistieron distintos. ‘Amor de papel’ era una canción mucho más romántica y yo le metí sabor colombiano con chandé, trombón y la sabrosura vallenata: esa canción partió la historia de mi vida en dos y por eso ahora creo que llegó el momento de sacar nuevas canciones y apuntarle a la radio, con más fuerza a las redes sociales, apuntarle a un proyecto en serio y a una carrera que siento tiene mucho futuro.

¿Qué traes inédito para el público?

Son dos canciones. La primera es del maestro Iván Calderón y se titula ‘Donde más me duele’ y la otra es mía, se llama ‘Lo que perdiste’, esta última es mucho más con el sonido a la banda de lo que estamos haciendo; fresco, que puedes escuchar en una cantina o en Barú. Esos sonidos son las experiencias que he recogido a lo largo de mi carrera.

‘Donde más me duele’ es un despecho absoluto, tiene un chicle desde el comienzo, a parte es corta porque las hicimos muy radiales y comerciales. También tiene mucho de Karen Lizarazo en la interpretación porque es vallenato, pero lleva algo de popular y eso te lleva a beber toda la noche. Las canciones son neutras, pueden dedicarlas mujeres como hombres.

Sobre Carlos Torres

Carlos Torres Arroyo es rey vallenato de la categoría Aficionado (2010). Nació en 1990 en el municipio de Caucasia, Antioquia, donde se escucha vallenato como en cualquier calle de Valledupar.

Torres Arroyo tiene distintas coronas en festivales de la región, como los de: Montelíbano, Sahagún y Chinú, Córdoba; así como Turbo, Caucasia y Apartadó, Antioquia. Actualmente es el rey de reyes del Festival Cuna de Acordeones de Villanueva, La Guajira.

En la música vallenata acompañó a cantantes como Ciro Quiñonez y Óscar Díaz.

Carlos Mario Jiménez
[email protected]