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Editorial - 27 agosto, 2019

EL PILÓN en Aguachica

EL PILÓN tiene presencia a lo largo del departamento y así como acompañó a Codazzi con sus encuentros de emprendimiento y productividad y, lo hizo recientemente, en el foro de la importancia del vallenato en guitarra, con ocasión de su festival, esta vez recorreremos a Aguachica en sus certámenes por la reconciliación y la paz. Tarea en la cual aún se debe persistir y persistir.

EL PILÓN tiene presencia a lo largo del departamento y así como acompañó a Codazzi con sus encuentros de emprendimiento y productividad y, lo hizo recientemente, en el foro de la importancia del vallenato en guitarra, con ocasión de su festival, esta vez recorreremos a Aguachica en sus certámenes por la reconciliación y la paz. Tarea en la cual aún se debe persistir y persistir.

Unos acuerdos de paz no son suficientes pues se inicia como se ha visto- y como se previó- un largo camino de construcción, aclimatación y pedagogía de paz y de reconciliación. Zonas del país, después de los acuerdos con las Farc, han vivido periodos complejos de estabilización porque grupos armados intentaron ocupar terrenos tradicionalmente farianos, como se les llamaban, y otras regiones, productoras de cultivos ilícitos, continuaron presa de cualquier grupo armado que diera protección al negocio y en casos ellas coinciden con las de influencia de la 2a guerrilla del país, el ELN, como es el Catatumbo. Esos brotes esporádicos , controlados por la Fuerza Pública, aún persisten en el sur del departamento.

Al frente, una comunidad cercana, como es Aguachica, mantiene más vivo el espíritu de la reconciliación y la convivencia que un 27 de agosto, como hoy, hace 24 años, levantó su voz y su voto en la primera Consulta Popular por la Paz. Ello abrió el camino a que poco después los colombianos se manifestaran votando masivamente en el Mandato Ciudadano por La Paz.

Hoy Aguachica no tolera los violentos de cualquier origen, derivadas del conflicto armado, y lucha como todas las ciudades contra la violencia de la calle, de la cruel delincuencia que mediante el despojo, el asesinato, se viene apoderando del diario hábitat.

Aguachica tiene 100.000 habitantes y es la segunda ciudad de El Cesar. Se ha propuesto optimizar su acueducto este año, su hospital anuncia la progresiva puesta en servicio, desarrolla proyectos de vivienda, ha terminado la etapa funcional de su aeropuerto, y ha avanzado en la conexión vial; pero espera que pronto líneas aéreas puedan instalarse y se termine la controvertida Ruta del Sol II, con sus dobles calzadas, incluyendo la transversal Ocaña- Gamarra, que le dará mayor afluencia. Está en el punto geográfico de un nuevo y controversial distrito de hidrocarburos que, según las autoridades, aseguraría la autosuficiencia del país, y su capacidad agroindustrial, ganadera y comercial podrá – con todas esas posibilidades productivas, de epicentro vial, en sus modos de transporte férreo y fluvial complementario – alcanzar un nuevo escenario.

Pero el mejor, que inspira el foro de hoy de La Esperanza, es el de la convivencia, el respeto, la superación de la pobreza y la redistribución justa del ingreso. Entonces esos inmolados, como el exalcalde Luis Fernando Rincón, serán más reconocidos no por su testimonio, o lo que dejaron de hacer, sino por lo que contribuyeron a que en el presente justo se pueda vivir.

Editorial
27 agosto, 2019

EL PILÓN en Aguachica

EL PILÓN tiene presencia a lo largo del departamento y así como acompañó a Codazzi con sus encuentros de emprendimiento y productividad y, lo hizo recientemente, en el foro de la importancia del vallenato en guitarra, con ocasión de su festival, esta vez recorreremos a Aguachica en sus certámenes por la reconciliación y la paz. Tarea en la cual aún se debe persistir y persistir.


EL PILÓN tiene presencia a lo largo del departamento y así como acompañó a Codazzi con sus encuentros de emprendimiento y productividad y, lo hizo recientemente, en el foro de la importancia del vallenato en guitarra, con ocasión de su festival, esta vez recorreremos a Aguachica en sus certámenes por la reconciliación y la paz. Tarea en la cual aún se debe persistir y persistir.

Unos acuerdos de paz no son suficientes pues se inicia como se ha visto- y como se previó- un largo camino de construcción, aclimatación y pedagogía de paz y de reconciliación. Zonas del país, después de los acuerdos con las Farc, han vivido periodos complejos de estabilización porque grupos armados intentaron ocupar terrenos tradicionalmente farianos, como se les llamaban, y otras regiones, productoras de cultivos ilícitos, continuaron presa de cualquier grupo armado que diera protección al negocio y en casos ellas coinciden con las de influencia de la 2a guerrilla del país, el ELN, como es el Catatumbo. Esos brotes esporádicos , controlados por la Fuerza Pública, aún persisten en el sur del departamento.

Al frente, una comunidad cercana, como es Aguachica, mantiene más vivo el espíritu de la reconciliación y la convivencia que un 27 de agosto, como hoy, hace 24 años, levantó su voz y su voto en la primera Consulta Popular por la Paz. Ello abrió el camino a que poco después los colombianos se manifestaran votando masivamente en el Mandato Ciudadano por La Paz.

Hoy Aguachica no tolera los violentos de cualquier origen, derivadas del conflicto armado, y lucha como todas las ciudades contra la violencia de la calle, de la cruel delincuencia que mediante el despojo, el asesinato, se viene apoderando del diario hábitat.

Aguachica tiene 100.000 habitantes y es la segunda ciudad de El Cesar. Se ha propuesto optimizar su acueducto este año, su hospital anuncia la progresiva puesta en servicio, desarrolla proyectos de vivienda, ha terminado la etapa funcional de su aeropuerto, y ha avanzado en la conexión vial; pero espera que pronto líneas aéreas puedan instalarse y se termine la controvertida Ruta del Sol II, con sus dobles calzadas, incluyendo la transversal Ocaña- Gamarra, que le dará mayor afluencia. Está en el punto geográfico de un nuevo y controversial distrito de hidrocarburos que, según las autoridades, aseguraría la autosuficiencia del país, y su capacidad agroindustrial, ganadera y comercial podrá – con todas esas posibilidades productivas, de epicentro vial, en sus modos de transporte férreo y fluvial complementario – alcanzar un nuevo escenario.

Pero el mejor, que inspira el foro de hoy de La Esperanza, es el de la convivencia, el respeto, la superación de la pobreza y la redistribución justa del ingreso. Entonces esos inmolados, como el exalcalde Luis Fernando Rincón, serán más reconocidos no por su testimonio, o lo que dejaron de hacer, sino por lo que contribuyeron a que en el presente justo se pueda vivir.