Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 31 enero, 2019

El peligro de las bravuconadas militares

La leyenda de David y Goliat se ha hecho realidad en muchas partes del mundo y en diferentes etapas de desarrollo económico, militar e ideológico. Jamás pensó Altajerjes, poderoso militar persa, que el griego Leónidas lo derrotaría con estrategias sencillas en Termópilas; jamás estuvo en el ideario de la poderosa Roma que Atila la sitiaría y pusiera a temblar. Nunca sospechó el poderoso imperio gringo que Camboya, Laos y Vietnam, lo derrotaran vergonzosamente pese a su enorme poderío militar y perversidad con la guerra bacteriológica y química

Boton Wpp

La leyenda de David y Goliat se ha hecho realidad en muchas partes del mundo y en diferentes etapas de desarrollo económico, militar e ideológico. Jamás pensó Altajerjes, poderoso militar persa, que el griego Leónidas lo derrotaría con estrategias sencillas en Termópilas; jamás estuvo en el ideario de la poderosa Roma que Atila la sitiaría y pusiera a temblar. Nunca sospechó el poderoso imperio gringo que Camboya, Laos y Vietnam, lo derrotaran vergonzosamente pese a su enorme poderío militar y perversidad con la guerra bacteriológica y química. Los efectos del agente naranja, de las bombas napalm y de la viruela negra aún se sienten en esos territorios. Pero fueron expulsados con el rabo entre las piernas, después de diez años de la más inhumana de las guerras modernas. No hay enemigo chiquito. Hoy el libreto ha variado; ahora se inicia con los cercos económicos, bien aplicado por los EE. UU: lo hicieron con salvador Allende en Chile y con Cuba. Ahora se lo están aplicando a Venezuela, con la complicidad de varios países latinoamericanos esquiroles, en especial la Colombia de Duque que actúa como punta de lanza y carne de cañón. Con esto se quiere demostrar que es un clamor latino por la defensa de la democracia, palabreja esta que tiene tanto de largo como de ancho. En aras de una discusión razonable admito que las estrategias económicas y políticas de Maduro no funcionan; hay que aceptar que Venezuela requiere una reingeniería como les pasa a muchos países del mundo capitalista. En la misma comunidad europea existen países parias cuyos modelos han fracasado y viven de la benevolencia de las entidades financieras que controlan los países ricos, que necesitan mantener el concepto, ante el mundo, de que su sistema funciona en todas partes y que todos estos países son pares de Alemania, Francia y el Reino Unido. No hay tal. Que 26 personas tengan más dinero que la mitad de la población mundial es un mal síntoma, así se acaba de conocer en Davos. Si en algún sistema económico-ideológico existen estratos es en el capitalismo. Pero el cerco económico ya no es suficiente; para sacar a Maduro se contempla una acción militar que, quizás, no será tan fácil ni una fiesta. Venezuela no es Panamá, ni Grenada, ni Puerto Príncipe; sería una aventura militar que Colombia sufriría en forma específica; muera Sansón y los filisteos con él, sería la lógica de Maduro. ¡Ojo al tirar un bumeran! Desviar la atención de nuestros problemas parroquiales buscando una guerra allende las fronteras, tendrá unas consecuencias fatales, saldrá más caro el caldo que los huevos. Ni el intervencionismo, ni el asistencialismo son buenos; dejemos que sean los venezolanos quienes resuelvan sus querellas. Además, detrás de Venezuela están sus aliados, en especial Rusia y China, grandes acreedores de Maduro, tal vez no del Estado, y por lo tanto, no dejarán sus créditos en manos desconocidas; por eso, no veo inminente la salida de Maduro. ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Habrá algún Ricaurte que se inmole frente a su barril de pólvora? Sin embargo, preparemos nuestros hospitales y cementerios.

Columnista
31 enero, 2019

El peligro de las bravuconadas militares

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

La leyenda de David y Goliat se ha hecho realidad en muchas partes del mundo y en diferentes etapas de desarrollo económico, militar e ideológico. Jamás pensó Altajerjes, poderoso militar persa, que el griego Leónidas lo derrotaría con estrategias sencillas en Termópilas; jamás estuvo en el ideario de la poderosa Roma que Atila la sitiaría y pusiera a temblar. Nunca sospechó el poderoso imperio gringo que Camboya, Laos y Vietnam, lo derrotaran vergonzosamente pese a su enorme poderío militar y perversidad con la guerra bacteriológica y química


La leyenda de David y Goliat se ha hecho realidad en muchas partes del mundo y en diferentes etapas de desarrollo económico, militar e ideológico. Jamás pensó Altajerjes, poderoso militar persa, que el griego Leónidas lo derrotaría con estrategias sencillas en Termópilas; jamás estuvo en el ideario de la poderosa Roma que Atila la sitiaría y pusiera a temblar. Nunca sospechó el poderoso imperio gringo que Camboya, Laos y Vietnam, lo derrotaran vergonzosamente pese a su enorme poderío militar y perversidad con la guerra bacteriológica y química. Los efectos del agente naranja, de las bombas napalm y de la viruela negra aún se sienten en esos territorios. Pero fueron expulsados con el rabo entre las piernas, después de diez años de la más inhumana de las guerras modernas. No hay enemigo chiquito. Hoy el libreto ha variado; ahora se inicia con los cercos económicos, bien aplicado por los EE. UU: lo hicieron con salvador Allende en Chile y con Cuba. Ahora se lo están aplicando a Venezuela, con la complicidad de varios países latinoamericanos esquiroles, en especial la Colombia de Duque que actúa como punta de lanza y carne de cañón. Con esto se quiere demostrar que es un clamor latino por la defensa de la democracia, palabreja esta que tiene tanto de largo como de ancho. En aras de una discusión razonable admito que las estrategias económicas y políticas de Maduro no funcionan; hay que aceptar que Venezuela requiere una reingeniería como les pasa a muchos países del mundo capitalista. En la misma comunidad europea existen países parias cuyos modelos han fracasado y viven de la benevolencia de las entidades financieras que controlan los países ricos, que necesitan mantener el concepto, ante el mundo, de que su sistema funciona en todas partes y que todos estos países son pares de Alemania, Francia y el Reino Unido. No hay tal. Que 26 personas tengan más dinero que la mitad de la población mundial es un mal síntoma, así se acaba de conocer en Davos. Si en algún sistema económico-ideológico existen estratos es en el capitalismo. Pero el cerco económico ya no es suficiente; para sacar a Maduro se contempla una acción militar que, quizás, no será tan fácil ni una fiesta. Venezuela no es Panamá, ni Grenada, ni Puerto Príncipe; sería una aventura militar que Colombia sufriría en forma específica; muera Sansón y los filisteos con él, sería la lógica de Maduro. ¡Ojo al tirar un bumeran! Desviar la atención de nuestros problemas parroquiales buscando una guerra allende las fronteras, tendrá unas consecuencias fatales, saldrá más caro el caldo que los huevos. Ni el intervencionismo, ni el asistencialismo son buenos; dejemos que sean los venezolanos quienes resuelvan sus querellas. Además, detrás de Venezuela están sus aliados, en especial Rusia y China, grandes acreedores de Maduro, tal vez no del Estado, y por lo tanto, no dejarán sus créditos en manos desconocidas; por eso, no veo inminente la salida de Maduro. ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Habrá algún Ricaurte que se inmole frente a su barril de pólvora? Sin embargo, preparemos nuestros hospitales y cementerios.