El Parque de la Leyenda Vallenata representa el futuro de nuestra ciudad; es urgente planificar e intervenir esa zona de 26 hectáreas, cuya recuperación costó tantas lágrimas y sudor, donde antes el Estado no podía invertir por ser privado. Nuestro parque tiene un incalculable valor ambiental y folclórico, importante para direccionar lo que puede ser […]
El Parque de la Leyenda Vallenata representa el futuro de nuestra ciudad; es urgente planificar e intervenir esa zona de 26 hectáreas, cuya recuperación costó tantas lágrimas y sudor, donde antes el Estado no podía invertir por ser privado. Nuestro parque tiene un incalculable valor ambiental y folclórico, importante para direccionar lo que puede ser el mayor renglón de ingreso de la ciudad después de la pandemia, el turismo.
No todas las ciudades en el mundo se dan el lujo de contar con un espacio dominado por dos cerros y un río, en medio de una exuberante flora y fauna, por eso hay que valorarlo y recuperarlo. Lo ideal era hacer ahí el Museo del folclor, pero los odios viscerales, parroquiales y obtusos de los corruptos clanes políticos Araujo y Gnecco lo impiden. Algunas propuestas:
Ojalá el alcalde Mello Castro y la nueva secretaria de Desarrollo Económico, Emma Carrascal, entiendan que es ahí donde hay que enfocar más esfuerzos, para buscar recursos mediante alianzas públicas y privadas del orden nacional y lograr el éxito de una gestión que sería recordada por apostarle a proyectos de gran envergadura.
El Parque de la Leyenda Vallenata representa el futuro de nuestra ciudad; es urgente planificar e intervenir esa zona de 26 hectáreas, cuya recuperación costó tantas lágrimas y sudor, donde antes el Estado no podía invertir por ser privado. Nuestro parque tiene un incalculable valor ambiental y folclórico, importante para direccionar lo que puede ser […]
El Parque de la Leyenda Vallenata representa el futuro de nuestra ciudad; es urgente planificar e intervenir esa zona de 26 hectáreas, cuya recuperación costó tantas lágrimas y sudor, donde antes el Estado no podía invertir por ser privado. Nuestro parque tiene un incalculable valor ambiental y folclórico, importante para direccionar lo que puede ser el mayor renglón de ingreso de la ciudad después de la pandemia, el turismo.
No todas las ciudades en el mundo se dan el lujo de contar con un espacio dominado por dos cerros y un río, en medio de una exuberante flora y fauna, por eso hay que valorarlo y recuperarlo. Lo ideal era hacer ahí el Museo del folclor, pero los odios viscerales, parroquiales y obtusos de los corruptos clanes políticos Araujo y Gnecco lo impiden. Algunas propuestas:
Ojalá el alcalde Mello Castro y la nueva secretaria de Desarrollo Económico, Emma Carrascal, entiendan que es ahí donde hay que enfocar más esfuerzos, para buscar recursos mediante alianzas públicas y privadas del orden nacional y lograr el éxito de una gestión que sería recordada por apostarle a proyectos de gran envergadura.