Este lunes inician los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional, ELN, en Venezuela, donde el gremio de ganaderos del país tendrá su ‘cupo’ en la mesa negociadora.
A pesar de las diferencias políticas entre José Felix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el presidente Gustavo Petro, el mandatario invitó al líder gremial a ser parte de la delegación negociadora de paz con el Ejército Nacional de Liberación, ELN.
Lafaurie le consultó la decisión al expresidente Álvaro Uribe, según Óscar Daza, directivo de Fedegán en el departamento del Cesar.
“El presidente le dijo «acepte», por la sencilla razón de que es mejor estar adentro y colaborar con esa paz que todos queremos, que estar afuera y no poder hacerlo”, dijo Daza Laverde.
El miembro de la junta directiva de la citada Federación aseguró a EL PILÓN que este nuevo proceso es “un juego de ajedrez en el que Fedegán salió favorecido”.
Y es que la Fundación Colombia Ganadera, de dicho gremio, publicó el informe llamado ‘Acabar con el olvido’, donde menciona alrededor de 6 mil víctimas del conflicto armado y cuya actividad estaba relacionada con la ganadería.
Esta institución también señala a la desmovilizada guerrilla Farc como el principal ejecutor de los secuestros, extorsiones y asesinatos de sus agremiados.
Por eso, Lafaurie y su esposa, la senadora María Fernanda Cabal, han sido uno de los principales opositores al Acuerdo de Paz firmado entre los excombatientes y el Gobierno nacional en 2016.
EL PILÓN también dialogó con el ganadero cesarense Celso Castro, quien califica de “audaz” que el líder de Fedegán haya aceptado la designación del jefe de Estado.
“El presidente Petro está demostrando que este no es un gremio de paracos que aportaba a la guerra y eso ayuda a desaparecer ese sofisma sobre los ganaderos”, dijo Castro.
El hombre de 61 años agregó que esta población está padeciendo problemas como el abigeato y el carneo “y no hay garantía de que el ganado que llevan a Bosconia proviene de una finca legalmente”.
El discurso del Gobierno nacional es que además de las guerrillas, también se buscaría dialogar con otros grupos al margen de la ley para lograr la llamada “paz total”.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
Este lunes inician los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional, ELN, en Venezuela, donde el gremio de ganaderos del país tendrá su ‘cupo’ en la mesa negociadora.
A pesar de las diferencias políticas entre José Felix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y el presidente Gustavo Petro, el mandatario invitó al líder gremial a ser parte de la delegación negociadora de paz con el Ejército Nacional de Liberación, ELN.
Lafaurie le consultó la decisión al expresidente Álvaro Uribe, según Óscar Daza, directivo de Fedegán en el departamento del Cesar.
“El presidente le dijo «acepte», por la sencilla razón de que es mejor estar adentro y colaborar con esa paz que todos queremos, que estar afuera y no poder hacerlo”, dijo Daza Laverde.
El miembro de la junta directiva de la citada Federación aseguró a EL PILÓN que este nuevo proceso es “un juego de ajedrez en el que Fedegán salió favorecido”.
Y es que la Fundación Colombia Ganadera, de dicho gremio, publicó el informe llamado ‘Acabar con el olvido’, donde menciona alrededor de 6 mil víctimas del conflicto armado y cuya actividad estaba relacionada con la ganadería.
Esta institución también señala a la desmovilizada guerrilla Farc como el principal ejecutor de los secuestros, extorsiones y asesinatos de sus agremiados.
Por eso, Lafaurie y su esposa, la senadora María Fernanda Cabal, han sido uno de los principales opositores al Acuerdo de Paz firmado entre los excombatientes y el Gobierno nacional en 2016.
EL PILÓN también dialogó con el ganadero cesarense Celso Castro, quien califica de “audaz” que el líder de Fedegán haya aceptado la designación del jefe de Estado.
“El presidente Petro está demostrando que este no es un gremio de paracos que aportaba a la guerra y eso ayuda a desaparecer ese sofisma sobre los ganaderos”, dijo Castro.
El hombre de 61 años agregó que esta población está padeciendo problemas como el abigeato y el carneo “y no hay garantía de que el ganado que llevan a Bosconia proviene de una finca legalmente”.
El discurso del Gobierno nacional es que además de las guerrillas, también se buscaría dialogar con otros grupos al margen de la ley para lograr la llamada “paz total”.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.