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Columnista - 5 julio, 2023

El Padre Barros 

Nació,  y murio,  en Urumita, hacia mediados del siglo XIX, dicho así,  por falta de fecha exacta al instante. Sus padres fueron Miguel Barros Celedon y Agueda Alvarado de Perpiñán. Era primo hermano del Obispo Rafael Celedon Ariza, porque la madre de este, Rosario Celedon Herrera, y Miguel Barros Celedon, eran 

Nació,  y murio,  en Urumita, hacia mediados del siglo XIX, dicho así,  por falta de fecha exacta al instante. Sus padres fueron Miguel Barros Celedon y Agueda Alvarado de Perpiñán. Era primo hermano del Obispo Rafael Celedon Ariza, porque la madre de este, Rosario Celedon Herrera, y Miguel Barros Celedon, eran 

hermanos, hijos de madres distintas, pero del mismo padre, Miguel Celedón, sacerdote español, párroco de San Juan del Cesar.  Este era, por tanto, de ambos, su abuelo paterno. Y del padre Barros, su abuelo materno, era Nicolás de Perpiñán, sacerdote español, párroco de Villanueva, porque este  había procreado a su madre, Agueda Alvarado de Perpiñán con su abuela, Mauricia Alvarado. De modo que de 

estos dos curas españoles, descienden  tres  sacerdotes  nacidos en nuestras  provincias,  Agustín Celedón Herrera (también hijo del padre Miguel Celedón), el obispo Rafael Celedón Ariza y el padre Barros ( Miguel Arcángel Barros Alvarado)

Pero la cosa no paró ahí, sino que, ese ejemplo fue seguido,  igualmente,  por algunos sacerdotes nacionales, y hoy día podemos afirmar que muchas de las familias principales de las provincias de Valledupar y Padilla, provienen de esa ascendencia divina,  como me anotaba alguna vez mi caro amigo doctor Leovedis Elías Martínez Durán.

Toda ella está recogida minuciosamente, por mi querido pariente historiador local, enjundioso, Alfredo Mestre Orozco, en su libro, ‘Los Hijos de los Curas’. 

Este 

registra una multitud de descendencia cural imposible de enumerar aquí. 

Asunto  que no es sólo  de acá, porque es propio de la condición humana de todos los tiempos históricos, incluida Roma, ardua de prescindir. Por eso, el cotilleo al respecto, en aquella época y después y ahora, se mantiene, y no sólo de aquellas situaciones sabidas, sino, de las sospechosas. 

En el referido libro se señalan las descendencias,  públicas, de los presbíteros: Manuel María Martínez Rodríguez, nacido en Valledupar; Miguel Celedón, español; Miguel Arcángel Barros Alvarado, nacido en Urumita; Joseph Valentin Mestre Gonzáles, nacido en Valledupar; José María Triana de Mier, nacido en Valledupar; Nicolás de Perpiñán, español; Manuel Antonio Dávila 

Paredes, nacido en Fonseca; Marcelino Maestre Corzo, nacido en Valledupar; José María Cuello Molina, nacido en  la Junta, San Juan del Cesar; Pedro Simón Serrano, nacido en Riohacha; Emeterio Gutiérrez Guerra, nacido en Valledupar. 

Todos los sacerdotes nombrados, nacieron  entre finales del siglo XVIII,  el XIX y algunos en el XX,  entre estos, el así nombrado popularmente,  padre Peralta, nacido en Fonseca, buen orador, fue muy joven párroco  de Urumita, pero era enamoradizo, tuvo un hijo, con una querida y bonita mujer parienta mía Barros, quien es un excelente y competente profesional de la ingeniería. Peralta, no logró  un final feliz,  y no es nombrado en el libro referido. 

Finalmente, el Padre Barros, fue párroco de la iglesia de la 

Concepción de Valledupar, por un período largo, 

desde 1884 hasta 1911, vivió en el Balcón Viejo, hoy  Balcón de los Ustariz, próximo a la iglesia,  con la señora Concepción Ustariz, con quien procreó siete magníficos hijos, todos quienes, asistían diariamente, sentados en la primera banca, a la Santa Misa, celebrada por su cónyuge y padre, respectivamente. Desde los montes de Pueblo Bello. 

Columnista
5 julio, 2023

El Padre Barros 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rodrigo López Barros

Nació,  y murio,  en Urumita, hacia mediados del siglo XIX, dicho así,  por falta de fecha exacta al instante. Sus padres fueron Miguel Barros Celedon y Agueda Alvarado de Perpiñán. Era primo hermano del Obispo Rafael Celedon Ariza, porque la madre de este, Rosario Celedon Herrera, y Miguel Barros Celedon, eran 


Nació,  y murio,  en Urumita, hacia mediados del siglo XIX, dicho así,  por falta de fecha exacta al instante. Sus padres fueron Miguel Barros Celedon y Agueda Alvarado de Perpiñán. Era primo hermano del Obispo Rafael Celedon Ariza, porque la madre de este, Rosario Celedon Herrera, y Miguel Barros Celedon, eran 

hermanos, hijos de madres distintas, pero del mismo padre, Miguel Celedón, sacerdote español, párroco de San Juan del Cesar.  Este era, por tanto, de ambos, su abuelo paterno. Y del padre Barros, su abuelo materno, era Nicolás de Perpiñán, sacerdote español, párroco de Villanueva, porque este  había procreado a su madre, Agueda Alvarado de Perpiñán con su abuela, Mauricia Alvarado. De modo que de 

estos dos curas españoles, descienden  tres  sacerdotes  nacidos en nuestras  provincias,  Agustín Celedón Herrera (también hijo del padre Miguel Celedón), el obispo Rafael Celedón Ariza y el padre Barros ( Miguel Arcángel Barros Alvarado)

Pero la cosa no paró ahí, sino que, ese ejemplo fue seguido,  igualmente,  por algunos sacerdotes nacionales, y hoy día podemos afirmar que muchas de las familias principales de las provincias de Valledupar y Padilla, provienen de esa ascendencia divina,  como me anotaba alguna vez mi caro amigo doctor Leovedis Elías Martínez Durán.

Toda ella está recogida minuciosamente, por mi querido pariente historiador local, enjundioso, Alfredo Mestre Orozco, en su libro, ‘Los Hijos de los Curas’. 

Este 

registra una multitud de descendencia cural imposible de enumerar aquí. 

Asunto  que no es sólo  de acá, porque es propio de la condición humana de todos los tiempos históricos, incluida Roma, ardua de prescindir. Por eso, el cotilleo al respecto, en aquella época y después y ahora, se mantiene, y no sólo de aquellas situaciones sabidas, sino, de las sospechosas. 

En el referido libro se señalan las descendencias,  públicas, de los presbíteros: Manuel María Martínez Rodríguez, nacido en Valledupar; Miguel Celedón, español; Miguel Arcángel Barros Alvarado, nacido en Urumita; Joseph Valentin Mestre Gonzáles, nacido en Valledupar; José María Triana de Mier, nacido en Valledupar; Nicolás de Perpiñán, español; Manuel Antonio Dávila 

Paredes, nacido en Fonseca; Marcelino Maestre Corzo, nacido en Valledupar; José María Cuello Molina, nacido en  la Junta, San Juan del Cesar; Pedro Simón Serrano, nacido en Riohacha; Emeterio Gutiérrez Guerra, nacido en Valledupar. 

Todos los sacerdotes nombrados, nacieron  entre finales del siglo XVIII,  el XIX y algunos en el XX,  entre estos, el así nombrado popularmente,  padre Peralta, nacido en Fonseca, buen orador, fue muy joven párroco  de Urumita, pero era enamoradizo, tuvo un hijo, con una querida y bonita mujer parienta mía Barros, quien es un excelente y competente profesional de la ingeniería. Peralta, no logró  un final feliz,  y no es nombrado en el libro referido. 

Finalmente, el Padre Barros, fue párroco de la iglesia de la 

Concepción de Valledupar, por un período largo, 

desde 1884 hasta 1911, vivió en el Balcón Viejo, hoy  Balcón de los Ustariz, próximo a la iglesia,  con la señora Concepción Ustariz, con quien procreó siete magníficos hijos, todos quienes, asistían diariamente, sentados en la primera banca, a la Santa Misa, celebrada por su cónyuge y padre, respectivamente. Desde los montes de Pueblo Bello.