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Columnista - 18 agosto, 2024

El otoño de Maduro

El 28 de julio/2024 se realizaron unas elecciones presidenciales cuyos resultados oficiales son reconocidos por países tales como Rusia, China, Irán y Nicaragua.

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La comunidad internacional tiene los ojos puestos en la crisis de Venezuela, y abogan por una pronta solución, solución que no es fácil dada la complejidad de la situación. Veamos los hechos de manera objetiva.

El 28 de julio/2024 se realizaron unas elecciones presidenciales cuyos resultados oficiales son reconocidos por países tales como Rusia, China, Irán y Nicaragua. Países como Argentina, Chile y Panamá, entre otros, consideran que hubo fraude electoral.

En Venezuela el voto es electrónico, luego no hay lugar al recuento voto a voto. El período presidencial de Maduro concluye en enero 2025. Colombia, Brasil y EE. UU. proponen como salida incruenta la realización de unas nuevas elecciones o un Gobierno de coalición, pero la fórmula parece que no cuenta con el respaldo de Maduro ni de María Corina Machado. Colombia tiene una frontera viva con el vecino país, amén de ser el receptor principal de la ola migratoria venezolana y de tener relaciones comerciales que nos representan más de 84 millones de dólares (franco a bordo) al año. Venezuela no es miembro de la OEA desde 2017.

Por último, tanto Edmundo González como Nicolás Maduro consideran haber ganado las elecciones. He ahí lo complejo del asunto y creemos que lo que buscan los mediadores es una salida digna para Maduro, en segundo lugar, evitar un baño de sangre y, en tercer lugar, que no es un objetivo menor, lograr el retorno a la democracia de Venezuela.

Maduro le apuesta todo al fallo del CNE cuya decisión se hace más que previsible, y por su parte la oposición en cabeza de la líder María Corina Machado, pide el reconocimiento de Edmundo González Urrutia, como presidente electo de Venezuela.

La mediación de la OEA no es viable por cuanto Venezuela renunció a ese organismo multilateral desde 2017, luego lo que allí se diga, o deje de decir, es absolutamente irrelevante. La comunidad internacional, está tan polarizada como la misma Venezuela, y el presidente Biden está inmerso en la campaña electoral en procura de la reelección de su candidata Kamala Harris.

De otra parte, Vladimir Padrino López, político, general y jefe del Ejército de Venezuela y, por si fuera poco, actual ministro de la Defensa, respalda los resultados oficiales. Recordemos que en Venezuela la fuerza pública tiene derecho al voto.

En el entretanto, se reportan en el vecino país, más muertes de ciudadanos inocentes, más detenciones arbitrarias de opositores, y más torturas cometidas por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). A todas estas, nos preguntamos: ¿dónde está la Corte Penal Internacional? Creemos que la cosa debe resolverse poniendo a Nicolás Maduro que escoja entre el asilo político o la CPI que lo investigará por sus innumerables y flagrantes violaciones a los DD. HH. cometidos a lo largo y ancho de sus 11 años de cruel dictadura.

La frase de cierre: “… y sobre todo sean siempre capaces de sentir en los más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”. Ernesto “Che” Guevara.

Por: Darío Arregocés Baute/ [email protected]

Columnista
18 agosto, 2024

El otoño de Maduro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

El 28 de julio/2024 se realizaron unas elecciones presidenciales cuyos resultados oficiales son reconocidos por países tales como Rusia, China, Irán y Nicaragua.


La comunidad internacional tiene los ojos puestos en la crisis de Venezuela, y abogan por una pronta solución, solución que no es fácil dada la complejidad de la situación. Veamos los hechos de manera objetiva.

El 28 de julio/2024 se realizaron unas elecciones presidenciales cuyos resultados oficiales son reconocidos por países tales como Rusia, China, Irán y Nicaragua. Países como Argentina, Chile y Panamá, entre otros, consideran que hubo fraude electoral.

En Venezuela el voto es electrónico, luego no hay lugar al recuento voto a voto. El período presidencial de Maduro concluye en enero 2025. Colombia, Brasil y EE. UU. proponen como salida incruenta la realización de unas nuevas elecciones o un Gobierno de coalición, pero la fórmula parece que no cuenta con el respaldo de Maduro ni de María Corina Machado. Colombia tiene una frontera viva con el vecino país, amén de ser el receptor principal de la ola migratoria venezolana y de tener relaciones comerciales que nos representan más de 84 millones de dólares (franco a bordo) al año. Venezuela no es miembro de la OEA desde 2017.

Por último, tanto Edmundo González como Nicolás Maduro consideran haber ganado las elecciones. He ahí lo complejo del asunto y creemos que lo que buscan los mediadores es una salida digna para Maduro, en segundo lugar, evitar un baño de sangre y, en tercer lugar, que no es un objetivo menor, lograr el retorno a la democracia de Venezuela.

Maduro le apuesta todo al fallo del CNE cuya decisión se hace más que previsible, y por su parte la oposición en cabeza de la líder María Corina Machado, pide el reconocimiento de Edmundo González Urrutia, como presidente electo de Venezuela.

La mediación de la OEA no es viable por cuanto Venezuela renunció a ese organismo multilateral desde 2017, luego lo que allí se diga, o deje de decir, es absolutamente irrelevante. La comunidad internacional, está tan polarizada como la misma Venezuela, y el presidente Biden está inmerso en la campaña electoral en procura de la reelección de su candidata Kamala Harris.

De otra parte, Vladimir Padrino López, político, general y jefe del Ejército de Venezuela y, por si fuera poco, actual ministro de la Defensa, respalda los resultados oficiales. Recordemos que en Venezuela la fuerza pública tiene derecho al voto.

En el entretanto, se reportan en el vecino país, más muertes de ciudadanos inocentes, más detenciones arbitrarias de opositores, y más torturas cometidas por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). A todas estas, nos preguntamos: ¿dónde está la Corte Penal Internacional? Creemos que la cosa debe resolverse poniendo a Nicolás Maduro que escoja entre el asilo político o la CPI que lo investigará por sus innumerables y flagrantes violaciones a los DD. HH. cometidos a lo largo y ancho de sus 11 años de cruel dictadura.

La frase de cierre: “… y sobre todo sean siempre capaces de sentir en los más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”. Ernesto “Che” Guevara.

Por: Darío Arregocés Baute/ [email protected]