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Columnista - 7 agosto, 2011

El negocio de las basuras

Por: Leonardo José Maya Concejal de Valledupar El municipio de Valledupar, que era el dueño del espacio público y el dueño del “negocio”,a finales del año 2000, decidió concesionar el  servicio público de aseo domiciliario urbano y otras actividades complementarias para que lo hicieran particulares, ¿eso es malo?, no señor, no lo es. La figura […]

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Por: Leonardo José Maya
Concejal de Valledupar

El municipio de Valledupar, que era el dueño del espacio público y el dueño del “negocio”,a finales del año 2000, decidió concesionar el  servicio público de aseo domiciliario urbano y otras actividades complementarias para que lo hicieran particulares, ¿eso es malo?, no señor, no lo es. La figura de la concesión opera exitosamente en muchísimos países del mundo, comenzando por  los europeos,con gran eficiencia y – lo mejor-  generan grandes dividendos para el estado y también para los inversionistas privados.

Una vez tomada esta decisión el beneficiario fue un consorcio integrado básicamente por las siguientes empresas: Emdupar S.A esp, Interaseosa, Aseo técnico S.A. Termotécnica, Coindustrial, Aseo upar S.A, el operador del concesionario es Interaseo. Como se ve, Emdupar es socia del consorcio, y como no va a serlo si es la dueña del negocio; además, aportó el terreno del relleno sanitario de 10 hectáreas ubicado en cercanías de los corazones al norte de la ciudad, eso es malo? No señor, no lo es. Excelente, si el municipio es socio.
Antes de continuar amigo lector, hagamos un pequeño ejercicio: Agarre una factura del servicio de energía eléctrica, observe que en la parte superior derecha, en fondo azul se puede leer  DETALLE. Debajo viene el consumo del servicio eléctrico y en la columna que sigue usted puede leer: costo fijo aseo y costo variable aseo. (Debajo también leerá impuesto alumbrado público  otra celebre concesión que se lleva nuestros recursos, recuérdese que es un impuesto del municipio y estará vigente hasta el año 2022, si algún alcalde sensato no decide lo contrario).

La tarifa de aseo que usted ve depende del estrato, se paga aprox. $11.0000 en estrato I , 13.000 el II, $ 15.000 el III etc.y  así proporcionalmente hasta llegar a los estratos más altos. En estos tres estratos que acabamos de mencionar existen aproximadamente 57.000 viviendas, una rápida operación matemática indica que solamente en estos estratos se factura $ 700 millones al mes, aún faltan los otros tres estratos, más el industrial, comercial y los subsidios que son  $ 300 millones. Todo indica que en aseo en Valledupar se factura más de 1000 millones de pesos al mes  ( $ 12.000 millones al año)que dejan de entrar al municipio, obviamente hay que descontar empleados, gastos operativos etc., pero – de todas formas- la ganancia es enorme. Con el excedente se podrían haber construido 2 megacolegios (sin coimas para nadie), para recibir 3000 estudiantes, construir bibliotecas en barrios marginales, construir nuevas canchas deportivas o mantener las existentes en el municipio etc., – en fin-  realizar muchas actividades educativas, deportivas o culturales para alejar a nuestros niños y jóvenes del vicio y la perdición, que es el sustrato de la barbarie delincuencial que vivimos.

Falta un detalle: el porcentaje de participación que le asignaron al municipio en la conformación del consorcio fue de apenas el 5% y en lo que lleva operando esta concesión (más de 10 años y va hasta el 2020) el municipio  de Valledupar no ha recibido un solo peso por las ganancias ocasionadas en este negocio, ¿eso es malo? No señor, malo no, gravísimo!. Explíqueme como puede diseñarse una concesión tan salvaje para los intereses del municipio, que entregó su negocio para que otros lo usufructúen descaradamente y  hasta el día de hoy no se reportan ganancias para nuestro sufrido Valledupar. Al municipio se le giran mensualmente unos recursos irrisorios que apenas alcanzan para pagar la interventoría y cualquier gastico de papelería. Varios alcaldes vinieron después, pero ninguno ha querido revisar estas concesiones.
¿Por qué será?

Ahora vendrán los defensores a ultranza a descalificar mis conceptos, pero solo puedo decirles ahí están las cifras y hasta el día de hoy nadie me ha desmentido una sola, ¿cierto señor Alcalde?.

[email protected].

Columnista
7 agosto, 2011

El negocio de las basuras

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

Por: Leonardo José Maya Concejal de Valledupar El municipio de Valledupar, que era el dueño del espacio público y el dueño del “negocio”,a finales del año 2000, decidió concesionar el  servicio público de aseo domiciliario urbano y otras actividades complementarias para que lo hicieran particulares, ¿eso es malo?, no señor, no lo es. La figura […]


Por: Leonardo José Maya
Concejal de Valledupar

El municipio de Valledupar, que era el dueño del espacio público y el dueño del “negocio”,a finales del año 2000, decidió concesionar el  servicio público de aseo domiciliario urbano y otras actividades complementarias para que lo hicieran particulares, ¿eso es malo?, no señor, no lo es. La figura de la concesión opera exitosamente en muchísimos países del mundo, comenzando por  los europeos,con gran eficiencia y – lo mejor-  generan grandes dividendos para el estado y también para los inversionistas privados.

Una vez tomada esta decisión el beneficiario fue un consorcio integrado básicamente por las siguientes empresas: Emdupar S.A esp, Interaseosa, Aseo técnico S.A. Termotécnica, Coindustrial, Aseo upar S.A, el operador del concesionario es Interaseo. Como se ve, Emdupar es socia del consorcio, y como no va a serlo si es la dueña del negocio; además, aportó el terreno del relleno sanitario de 10 hectáreas ubicado en cercanías de los corazones al norte de la ciudad, eso es malo? No señor, no lo es. Excelente, si el municipio es socio.
Antes de continuar amigo lector, hagamos un pequeño ejercicio: Agarre una factura del servicio de energía eléctrica, observe que en la parte superior derecha, en fondo azul se puede leer  DETALLE. Debajo viene el consumo del servicio eléctrico y en la columna que sigue usted puede leer: costo fijo aseo y costo variable aseo. (Debajo también leerá impuesto alumbrado público  otra celebre concesión que se lleva nuestros recursos, recuérdese que es un impuesto del municipio y estará vigente hasta el año 2022, si algún alcalde sensato no decide lo contrario).

La tarifa de aseo que usted ve depende del estrato, se paga aprox. $11.0000 en estrato I , 13.000 el II, $ 15.000 el III etc.y  así proporcionalmente hasta llegar a los estratos más altos. En estos tres estratos que acabamos de mencionar existen aproximadamente 57.000 viviendas, una rápida operación matemática indica que solamente en estos estratos se factura $ 700 millones al mes, aún faltan los otros tres estratos, más el industrial, comercial y los subsidios que son  $ 300 millones. Todo indica que en aseo en Valledupar se factura más de 1000 millones de pesos al mes  ( $ 12.000 millones al año)que dejan de entrar al municipio, obviamente hay que descontar empleados, gastos operativos etc., pero – de todas formas- la ganancia es enorme. Con el excedente se podrían haber construido 2 megacolegios (sin coimas para nadie), para recibir 3000 estudiantes, construir bibliotecas en barrios marginales, construir nuevas canchas deportivas o mantener las existentes en el municipio etc., – en fin-  realizar muchas actividades educativas, deportivas o culturales para alejar a nuestros niños y jóvenes del vicio y la perdición, que es el sustrato de la barbarie delincuencial que vivimos.

Falta un detalle: el porcentaje de participación que le asignaron al municipio en la conformación del consorcio fue de apenas el 5% y en lo que lleva operando esta concesión (más de 10 años y va hasta el 2020) el municipio  de Valledupar no ha recibido un solo peso por las ganancias ocasionadas en este negocio, ¿eso es malo? No señor, malo no, gravísimo!. Explíqueme como puede diseñarse una concesión tan salvaje para los intereses del municipio, que entregó su negocio para que otros lo usufructúen descaradamente y  hasta el día de hoy no se reportan ganancias para nuestro sufrido Valledupar. Al municipio se le giran mensualmente unos recursos irrisorios que apenas alcanzan para pagar la interventoría y cualquier gastico de papelería. Varios alcaldes vinieron después, pero ninguno ha querido revisar estas concesiones.
¿Por qué será?

Ahora vendrán los defensores a ultranza a descalificar mis conceptos, pero solo puedo decirles ahí están las cifras y hasta el día de hoy nadie me ha desmentido una sola, ¿cierto señor Alcalde?.

[email protected].