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Columnista - 11 marzo, 2024

El mundo no es comunista

Manejar el bien común no implica sumisión a sus normas, pero sí, mucho respeto por su uso y aplicación en los componentes sociales y no es comunista el término apropiado para dignificar a quien lo hace y aplica en representación de una comunidad, sino humanista. En todo proceso humano o proceso productivo existen actividades que […]

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Manejar el bien común no implica sumisión a sus normas, pero sí, mucho respeto por su uso y aplicación en los componentes sociales y no es comunista el término apropiado para dignificar a quien lo hace y aplica en representación de una comunidad, sino humanista.

En todo proceso humano o proceso productivo existen actividades que representan a pesar de su menor porcentaje de incidencia, el mayor porcentaje en peso ponderado plasmados en la ley de Pareto, la cual, en términos más o menos, indica que debemos concentrarnos en aquellas actividades menores, pero de mayor peso.

Por decir algo, de las tanto o más actividades que componen la construcción de un puente, el hierro y el concreto representan el mayor valor en los costos totales comparados con las actividades restantes fundamentales como para lograr el objetivo. En este caso, pocas de las actividades representan el mayor porcentaje del valor de dicha construcción.

Uso esta teoría para comprender mejor el manejo de las actividades políticas, sociales y económicas entrelazadas y concluir con la mejor ruta a seguir en el manejo del mundo presente y futuro, y así hago mis comparaciones entre comunismo, socialismo, capitalismo y humanismo como teorías o como actividades filosóficas.

El comunismo es un sistema social sin clases en donde la propiedad pública en los medios de producción busca la plena igualdad social; propone una sociedad sin clases sociales y sin propiedad privada en los medios de producción y debe ser organizada por el estado. Busca eliminar las clases sociales por completo.

El socialismo se concentra en la búsqueda de la eliminación paulatina de la diferencia entre clases y la considera como un motor para la transformación social, política y económica, buscando igualdad en todas y cada una de las clases sociales con una economía planificada y centralizada en donde se brinden oportunidades educativas para toda la población sin discriminación.

El capitalismo se basa en la propiedad privada, que permite a las personas poseer bienes tangibles, e intangibles, dejando que sea el mercado quien determine las necesidades de producción y consumo; los socialistas prefieren una economía intervenida y controlada por el Estado, que actuaría como guardiana.

Ahora entre el capitalismo y el comunismo, ambos sistemas económicos se basan en conceptos e ideas contrarias. El capitalismo enfatiza la empresa privada y el individualismo. Mientras que, en el comunismo, las ganancias individuales se sacrifican en beneficio de la sociedad colectiva sin tener en cuenta la clase de individuos que la compongan y sin medir el esfuerzo y capacidad para generar y ejercer un trabajo.

El humanismo, en general, es un comportamiento o una actitud que exalta al género humano. Bajo esta concepción, las diferentes actividades humanas, se vuelven trascendentes. Dicha trascendencia busca exaltar los valores humanos, valores que no parten de la realidad que palpamos sino de la razón, para sobreponerse a una sociedad asediada por el materialismo y los antivalores.

El humanismo como doctrina rechaza el autoritarismo. La dignidad, la autonomía y la libertad del individuo son sus principios centrales que a la vez promueve una sana cooperación entre la sociedad civil y el Estado

El humanismo se basa en la creencia, en la libertad, la tolerancia y la igualdad, desafiando las restricciones impuestas por la tradición religiosa y política y busca el progreso humano en un mundo en constante cambio.

Analizadas estas actividades, la que más compagina con el desarrollo formal de la vida es esta última, que entre otras palabras es el capitalismo organizado como medio de producción y generación del trabajo, pero haciendo hincapié en el trabajo digno que no es otra cosa que evaluar a este como fundamento inequívoco de la libertad individual con la riqueza individual o colectiva dentro de los parámetros de la ética, en donde el neoliberalismo y movimientos liberales y conservadores moderados juegan un papel primordial dentro de la comunidad, además las jerarquías sociales determinan las escalas del conocimiento y del esfuerzo.

Colombia en relacion con su historia es y será un país neoliberal, que busca mediante la inversión de capital privado fomentar su crecimiento y desarrollo respetando la propiedad privada, el capital individual o colectivo, actividades estas que, como la ley de Pareto pesan para que la justicia social total prime.

Fausto Cotes Núñez 

Columnista
11 marzo, 2024

El mundo no es comunista

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Fausto Cotes

Manejar el bien común no implica sumisión a sus normas, pero sí, mucho respeto por su uso y aplicación en los componentes sociales y no es comunista el término apropiado para dignificar a quien lo hace y aplica en representación de una comunidad, sino humanista. En todo proceso humano o proceso productivo existen actividades que […]


Manejar el bien común no implica sumisión a sus normas, pero sí, mucho respeto por su uso y aplicación en los componentes sociales y no es comunista el término apropiado para dignificar a quien lo hace y aplica en representación de una comunidad, sino humanista.

En todo proceso humano o proceso productivo existen actividades que representan a pesar de su menor porcentaje de incidencia, el mayor porcentaje en peso ponderado plasmados en la ley de Pareto, la cual, en términos más o menos, indica que debemos concentrarnos en aquellas actividades menores, pero de mayor peso.

Por decir algo, de las tanto o más actividades que componen la construcción de un puente, el hierro y el concreto representan el mayor valor en los costos totales comparados con las actividades restantes fundamentales como para lograr el objetivo. En este caso, pocas de las actividades representan el mayor porcentaje del valor de dicha construcción.

Uso esta teoría para comprender mejor el manejo de las actividades políticas, sociales y económicas entrelazadas y concluir con la mejor ruta a seguir en el manejo del mundo presente y futuro, y así hago mis comparaciones entre comunismo, socialismo, capitalismo y humanismo como teorías o como actividades filosóficas.

El comunismo es un sistema social sin clases en donde la propiedad pública en los medios de producción busca la plena igualdad social; propone una sociedad sin clases sociales y sin propiedad privada en los medios de producción y debe ser organizada por el estado. Busca eliminar las clases sociales por completo.

El socialismo se concentra en la búsqueda de la eliminación paulatina de la diferencia entre clases y la considera como un motor para la transformación social, política y económica, buscando igualdad en todas y cada una de las clases sociales con una economía planificada y centralizada en donde se brinden oportunidades educativas para toda la población sin discriminación.

El capitalismo se basa en la propiedad privada, que permite a las personas poseer bienes tangibles, e intangibles, dejando que sea el mercado quien determine las necesidades de producción y consumo; los socialistas prefieren una economía intervenida y controlada por el Estado, que actuaría como guardiana.

Ahora entre el capitalismo y el comunismo, ambos sistemas económicos se basan en conceptos e ideas contrarias. El capitalismo enfatiza la empresa privada y el individualismo. Mientras que, en el comunismo, las ganancias individuales se sacrifican en beneficio de la sociedad colectiva sin tener en cuenta la clase de individuos que la compongan y sin medir el esfuerzo y capacidad para generar y ejercer un trabajo.

El humanismo, en general, es un comportamiento o una actitud que exalta al género humano. Bajo esta concepción, las diferentes actividades humanas, se vuelven trascendentes. Dicha trascendencia busca exaltar los valores humanos, valores que no parten de la realidad que palpamos sino de la razón, para sobreponerse a una sociedad asediada por el materialismo y los antivalores.

El humanismo como doctrina rechaza el autoritarismo. La dignidad, la autonomía y la libertad del individuo son sus principios centrales que a la vez promueve una sana cooperación entre la sociedad civil y el Estado

El humanismo se basa en la creencia, en la libertad, la tolerancia y la igualdad, desafiando las restricciones impuestas por la tradición religiosa y política y busca el progreso humano en un mundo en constante cambio.

Analizadas estas actividades, la que más compagina con el desarrollo formal de la vida es esta última, que entre otras palabras es el capitalismo organizado como medio de producción y generación del trabajo, pero haciendo hincapié en el trabajo digno que no es otra cosa que evaluar a este como fundamento inequívoco de la libertad individual con la riqueza individual o colectiva dentro de los parámetros de la ética, en donde el neoliberalismo y movimientos liberales y conservadores moderados juegan un papel primordial dentro de la comunidad, además las jerarquías sociales determinan las escalas del conocimiento y del esfuerzo.

Colombia en relacion con su historia es y será un país neoliberal, que busca mediante la inversión de capital privado fomentar su crecimiento y desarrollo respetando la propiedad privada, el capital individual o colectivo, actividades estas que, como la ley de Pareto pesan para que la justicia social total prime.

Fausto Cotes Núñez