X

El liderazgo político del Caribe, según Adolfo Meisel Roca

Arriba: Elsa Noguera, gobernadora del Atlántico, y Luis Alberto Monsalvo, exgobernador del Cesar. Abajo: Nemesio Roys, gobernador de La Guajira; Carlos Caicedo, gobernador de Magdalena, y Vicente Blel, gobernador de Bolívar. FOTO/CORTESÍA.

A principios de este año, en una visita relámpago a la Universidad del Norte en Barranquilla, tuve la oportunidad de leer un corto pero sustancioso ensayo del actual rector de ese importante claustro universitario, Adolfo Meisel Roca, escrito en julio del 2018.

Lee también: Dos concejales de Valledupar en UCI tras dar positivo para covid-19

Sostiene Meisel, con datos estadísticos a la mano, que “la costa Caribe, aunque tiene peso electoral, no logra traducir esa fuerza en capacidad para imponerse en el gobierno central”.

Varios son los factores que esboza el autor que contribuyen al escaso liderazgo político de la región Caribe. Muchos de ellos, obviamente, aplican de manera directa al caso del departamento del Cesar, que hoy podría ufanarse de tener un importante número de jóvenes profesionales cesarenses en el alto gobierno del presidente Duque, pero que no corresponde realmente a un proceso de consolidación de un plan preconcebido. Los factores son los siguientes:

ESTRUCTURA ECONÓMICA Y SOCIAL

El evidente rezago, tanto en lo económico como en los indicadores sociales, hace que la costa Caribe presente una debilidad estructural en el poder relativo de su élite dirigente. Por ejemplo, la participación política de los sectores populares es muy precaria debido a su bajo nivel educativo y los altos niveles de pobreza y desigualdad, lo que estimula el clientelismo político.

El atraso de las zonas rurales, con los más elevados índices de miseria y abandono. Afirma Meisel que una de las raíces estructurales de las redes clientelistas del campo costeño se encuentra en la explotación de la ganadería extensiva, representada en las grandes haciendas ganaderas de hace muchos años, actividad económica de mucha dispersión  y de baja intensidad de inversión, que hace aparecer las elites rurales  costeñas como débiles al compararlas con las elites rurales del interior del país que se asocian más fácilmente para una acción colectiva efectiva, logrando políticas económicas que favorecen su actividad productiva.

ESTRUCTURA TERRITORIAL

El proceso de departamentalización que desde comienzos del siglo pasado se dio en la costa Caribe lo debilitó políticamente en comparación con otras regiones del país.  Mientras que para defender o promocionar intereses de la región costeña hay que coordinar a ocho gobernadores, en Antioquia un solo gobernador toma las decisiones y lidera las acciones que tenga que hacer.

No dejes de leer: Cerrejón suspende operaciones: ¿Por qué las partes no llegaron a un acuerdo?

DEBILIDAD DE LA TECNOCRACIA COSTEÑA

Es una realidad que en Colombia la tecnocracia es la que controla la mayor parte de las decisiones de este país. Y la región Caribe está lejos de tener una injerencia importante en los equipos económicos del nivel central.

Razones diversas podrían explicar esa debilidad de la tecnocracia costeña: el excesivo centralismo (auspiciado muchas veces incluso por politiqueros costeños); debilidad educativa y económica de la región; ausencia en las redes profesionales que dominan la tecnocracia en Bogotá.

Los afortunados profesionales de origen cesarense, con la formación intelectual requerida, que hoy están en el gobierno central son como golondrinas aisladas que no pertenecen a redes regionales, como en cambio sucede con los economistas antioqueños o bogotanos que se apoyan entre sí: los más jóvenes se benefician de las promociones que le propician sus paisanos que están en posiciones más destacadas, obteniendo así una ventaja competitiva sobre otros con iguales capacidades y entrenamiento (lo que se conoce coloquialmente como “efecto rosca”).

 El tiempo nos dirá si estos jóvenes pudieron apoyar u organizar una red regional en el Cesar y si además sirvieron de “puente” o enlace para la planeación y ejecución de obras de gran impacto para nuestro departamento. Es un “cuarto de hora” que no debe ser desaprovechado… ni por ellos, ni por la dirigencia política, gremial y sociedad civil nuestra.

FALTA DE LEGITIMIDAD DE LA DIRIGENCIA POLÍTICA

De acuerdo con Meisel, esa falta de legitimidad se presenta debido a dos determinantes básicas. Primero, los estereotipos sobre los costeños. A menudo la visión de los intelectuales del interior del país sobre los costeños ha sido de un trato desigual, denigrante y discriminatorio.

Te puede interesar: El municipio de Bosconia será socio gestor del Puerto Seco

Y segundo, el rol de la corrupción. La percepción, real o distorsionada, que se tiene de la dirigencia política del Caribe es de que se trata de un grupo caracterizado por prácticas corruptas; optan, en lugar de entrar a disputar un liderazgo a nivel nacional, por conformarse con un control local y con un pacto perverso con políticos que dominan el gobierno central.

MODELO ECONÓMICO PROTECCIONISTA

Dicho modelo perjudica a la costa norte, ya que no son aprovechadas sus ventajas comparativas (posición geográfica y dotación natural de factores) para las exportaciones de bienes y servicios.

AUSENCIA DE VOCACIÓN DE PODER EN LA ESFERA NACIONAL

La dirigencia política caribeña muestra en la actualidad una falta de vocación para participar en la dirección del país; tal vez, como un suceso aislado, está la posibilidad de Alex Char, exalcalde de Barranquilla, que de manera tímida se empieza a escuchar su nombre como posible candidato presidencial en las próximas elecciones. Recordemos que desde 1894 no se ha elegido un presidente costeño.

Se considera que el hecho de no tener una agenda regional estratégica impide tener la suficiente influencia en pro de su desarrollo.

Lo anterior a pesar de que la presencia de la costa Caribe en el Congreso ha sido mayor al de su peso en la población nacional; para el período 2014-2018, el 33 % de los senadores eran costeños, casi 3 veces lo que tiene Antioquia. Es decir, hay dificultad en convertir el poder en el Congreso en poder en el gobierno central.

PROPUESTAS – VISIÓN DE FUTURO

Construcción de un liderazgo político transformativo: Si no hay renovación de ese liderazgo costeño estamos condenados a seguir en iguales o peores condiciones.

Por un liderazgo transformativo se entiende aquel que tenga una visión compartida sobre el futuro del país y de la región Caribe, que se caracterice por tener una formación integral: conocimientos, valores cívicos y sentido de la responsabilidad.

El poder político regional podría, si se renueva, si se transforma, convertirse en uno de los factores que contribuya a la superación de los altos niveles de pobreza e histórico rezago económico y social.

Lee también: ‘Rifirrafe’ entre alcalde y exalcalde de La Paz por gestión de banco de maquinarias

Para avanzar en esa renovación deben superarse algunos escollos, como por ejemplo: a) divisiones localistas entre departamentos al momento de actuar en defensa de intereses regionales; es evidente el centralismo que quiere mantener Barranquilla sobre el resto de la costa; b) mejorar el capital humano para elevar la calidad de las administraciones locales y tener profesionales mejor preparados; acá los programas de becas para estudios de posgrado son esenciales; c) elegir buenos alcaldes, gobernadores, diputados y concejales a fin de que, entre otras, puedan superar el marasmo clientelista que absorbe a muchos políticos costeños.

Otra propuesta que hace años en el Cesar y en Valledupar se ha intentado es crear una institucionalidad no burocrática que le permita al territorio promover sus intereses, estilo Proantioquia. Mientras Provalledupar siga siendo manejada como lo hizo la administración pasada, nunca va a resucitar… el entierro que le hicieron fue de quinta categoría. En ese ente de tipo mixto o privado debe necesariamente el empresariado nuestro apersonarse de su funcionamiento, definiendo y actualizando constantemente una agenda estratégica, lo que podría facilitar a los parlamentarios sus actuaciones en pro de la región.

Mejoramiento de la calidad y cobertura de la educación: la calidad académica de la región debe necesariamente ser elevada; los programas académicos, tanto en secundaria como en pre y posgrados requieren ocupar los primeros lugares del país.  En el caso de la UPC, señores políticos dejen de usarla como fortín burocrático…

Apoyo a la creación de programas de liderazgo y centros de pensamiento y estudios socioeconómicos: la tarea es la formación de ciudadanos que sean líderes y no caudillos mesiánicos; por otro lado, fomentar debates, estudios e investigaciones de los grandes temas locales, regionales y nacionales, como algunos que para el Cesar a buena hora viene realizando y publicando Cesore (Centro de Estudios Socioeconómicos Regionales). 

Por Aristides López Cuello
Presidente Comité Intergremial del departamento del Cesar
.

Categories: Informe Política
Periodista: