En la pasada contienda electoral, correspondiente a la primera vuelta presidencial, las regiones a nivel país se pronunciaron, pero de igual manera las subregiones en los departamentos también alzaron su voz con su voto en las urnas.
En la pasada contienda electoral, correspondiente a la primera vuelta presidencial, las regiones a nivel país se pronunciaron, pero de igual manera las subregiones en los departamentos también alzaron su voz con su voto en las urnas.
En tal sentido, sorprendió la votación en cada una de las regiones en el departamento del Cesar, la clase dirigente y los grandes gamonales de la política en este territorio quedaron preocupados, los guarismos resultantes no era lo que ellos esperaban y obvio que más de un ‘cacique’ está pensativo y defraudado.
Decía un analista de un medio de comunicación nacional que los resultados electorales de algunas regiones “es un desafío del elector primario a la clase política, fue una manera de protestar y decirle que están inconformes porque están haciendo muy mal las cosas”, lo cual indica que se trató de un voto protesta y cuando el pueblo se rebela hay que ponerle atención, quien no lo crea así solo tiene que consultar los registros históricos de nuestro país, ahí encontrará suficiente ilustración.
Lo sucedido en el Cesar refleja tal cual esa apreciación hecha por el analista en mención, la gente se atrevió a sacudirse del acostumbrado adoctrinamiento al que la tienen o la tenían sometida ciertos “patrones electorales”
La votación por regiones en el Cesar resulta de sumo interés para el análisis político, (Ver gráfico de resultados por municipios publicado en la edición de hoy de EL PILÓN).
En los 25 municipios del Cesar, en 15 ganó el candidato Gustavo Petro, todos de la zona norte y centro, excepto en el municipio de La Paz, donde ganó Rodolfo Hernández, quien además fue el triunfador en las 9 municipalidades restantes pero ubicados en la zona sur del departamento.
El candidato del oficialismo, Federico Gutiérrez, con el apoyo de todos los congresistas, de la mayoría de los diputados, concejales y alcaldes del Cesar, no ganó en ninguno de los municipios y solo en tres: Chimichagua, El Copey y San Diego, pudo lograr la segunda votación por encima de Rodolfo Hernández, pero siempre por debajo de Gustavo Petro.
Al observar la votación total en el Cesar: 190. 420 votos para Gustavo Petro, 140.124 para Rodolfo Hernández y 80.791 sufragios para Federico Gutiérrez, es evidente que la diferencia entre el tercero y los dos primeros es muy significativa, he ahí la gran connotación del lenguaje electoral que expresó el pueblo del Cesar el pasado domingo 29 de mayo, fecha histórica para la democracia cesarense.
Pero lo más importante del contenido de este leguaje electoral es la conclusión a la que se puede llegar, tal es que la democracia en el Cesar está viva, eso es un buen indicio para creer en un nuevo despertar democrático, se vislumbra entonces un asomo de pueblo que empieza a tomar conciencia y a expresarse de manera libre en las urnas.
Los cesarenses actuaron con rebeldía a través de sus regiones, ojalá y esa misma actitud se vuelva constante para los próximos procesos electorales, pero ya no desde grupos de municipios sino de manera unánime en todo el departamento del Cesar, en donde las voces regionales se vuelvan una sola consigna departamental.
En la pasada contienda electoral, correspondiente a la primera vuelta presidencial, las regiones a nivel país se pronunciaron, pero de igual manera las subregiones en los departamentos también alzaron su voz con su voto en las urnas.
En la pasada contienda electoral, correspondiente a la primera vuelta presidencial, las regiones a nivel país se pronunciaron, pero de igual manera las subregiones en los departamentos también alzaron su voz con su voto en las urnas.
En tal sentido, sorprendió la votación en cada una de las regiones en el departamento del Cesar, la clase dirigente y los grandes gamonales de la política en este territorio quedaron preocupados, los guarismos resultantes no era lo que ellos esperaban y obvio que más de un ‘cacique’ está pensativo y defraudado.
Decía un analista de un medio de comunicación nacional que los resultados electorales de algunas regiones “es un desafío del elector primario a la clase política, fue una manera de protestar y decirle que están inconformes porque están haciendo muy mal las cosas”, lo cual indica que se trató de un voto protesta y cuando el pueblo se rebela hay que ponerle atención, quien no lo crea así solo tiene que consultar los registros históricos de nuestro país, ahí encontrará suficiente ilustración.
Lo sucedido en el Cesar refleja tal cual esa apreciación hecha por el analista en mención, la gente se atrevió a sacudirse del acostumbrado adoctrinamiento al que la tienen o la tenían sometida ciertos “patrones electorales”
La votación por regiones en el Cesar resulta de sumo interés para el análisis político, (Ver gráfico de resultados por municipios publicado en la edición de hoy de EL PILÓN).
En los 25 municipios del Cesar, en 15 ganó el candidato Gustavo Petro, todos de la zona norte y centro, excepto en el municipio de La Paz, donde ganó Rodolfo Hernández, quien además fue el triunfador en las 9 municipalidades restantes pero ubicados en la zona sur del departamento.
El candidato del oficialismo, Federico Gutiérrez, con el apoyo de todos los congresistas, de la mayoría de los diputados, concejales y alcaldes del Cesar, no ganó en ninguno de los municipios y solo en tres: Chimichagua, El Copey y San Diego, pudo lograr la segunda votación por encima de Rodolfo Hernández, pero siempre por debajo de Gustavo Petro.
Al observar la votación total en el Cesar: 190. 420 votos para Gustavo Petro, 140.124 para Rodolfo Hernández y 80.791 sufragios para Federico Gutiérrez, es evidente que la diferencia entre el tercero y los dos primeros es muy significativa, he ahí la gran connotación del lenguaje electoral que expresó el pueblo del Cesar el pasado domingo 29 de mayo, fecha histórica para la democracia cesarense.
Pero lo más importante del contenido de este leguaje electoral es la conclusión a la que se puede llegar, tal es que la democracia en el Cesar está viva, eso es un buen indicio para creer en un nuevo despertar democrático, se vislumbra entonces un asomo de pueblo que empieza a tomar conciencia y a expresarse de manera libre en las urnas.
Los cesarenses actuaron con rebeldía a través de sus regiones, ojalá y esa misma actitud se vuelva constante para los próximos procesos electorales, pero ya no desde grupos de municipios sino de manera unánime en todo el departamento del Cesar, en donde las voces regionales se vuelvan una sola consigna departamental.