Por: Imelda Daza Cotes El control geopolítico del mundo resulta cada vez más complejo. Las tradicionales formas de “gobernarlo” son ahora menos funcionales. En el escenario mundial se está dando un reordenamiento y poco a poco emergen nuevos actores que empiezan a delinear otra arquitectura del poder. Latinoamérica es uno de ellos; con unos movimientos […]
Por: Imelda Daza Cotes
El control geopolítico del mundo resulta cada vez más complejo. Las tradicionales formas de “gobernarlo” son ahora menos funcionales. En el escenario mundial se está dando un reordenamiento y poco a poco emergen nuevos actores que empiezan a delinear otra arquitectura del poder. Latinoamérica es uno de ellos; con unos movimientos sociales de avanzada y con gobiernos nacionalistas unos, de izquierda otros, la región ha empezado a tomar distancia respecto de EEUU y ha cuestionado la penetración y la violación de su soberanía. Son varios los países que han decidido expulsar al principal ente intervencionista que es la agencia de ayuda al desarrollo conocida como USAID
La historia de USAID se remonta al Plan Marshall para reconstruir a Europa después de la II guerra mundial. Posteriormente en 1961 fue aprobada la Ley de Asistencia Exterior norteamericana, con base en la cual el presidente J.F. Kennedy creó la Agencia para el Desarrollo Internacional(USAID por sus siglas en inglés) para administrar la asistencia económico-“humanitaria” en el mundo; en la realidad resultó ser un gran aparato de control político y la mayor fuente de financiamiento de carácter ideológico dependiente del Departamento de Estado de EEUU para imponer su propia agenda en los “patios” del imperio.
La agencia maneja un presupuesto anual de mil millones de dólares para adelantar programas asistencialistas en Latinoamérica, el Caribe y el resto del mundo. Se trata de operaciones de injerencia en los asuntos internos de muchos países. La llamada asistencia social no es más que un disfraz para ocultar el intervencionismo. Con la falsa apariencia humanitaria, con un discurso altruista que invoca a Dios, proclama el amor, la fraternidad, la compasión y el fortalecimiento de la democracia, penetran los movimientos sociales para reorientarlos según los intereses de EEUU y sabotear gobiernos contrarios a las políticas e intereses norteamericanos. Para todo emplean métodos tan refinados y sutiles que a veces resulta difícil desenmascararlos; manipulan desde la distancia y se mueven detrás del telón
La presencia de USAID en Latinoamérica se ha intensificado en los últimos 20 años en los países que, a juicio de la CIA, son una amenaza para la estabilidad mundial. A través de organizaciones locales, a las cuales dotan de generosos presupuestos, se facilita la intromisión. De ahí en adelante es cuestión de sugerir proyectos y de apoyar su ejecución. La lista de episodios de este tipo es bastante larga y puede decirse que ningún país latinoamericano o caribeño ha escapado a la penetración de USAID, pero sin duda Cuba ha sido el que más interés les ha despertado y donde han desplegado todos los recursos para “favorecer una transición rápida y pacífica a la democracia” que en la práctica quiere decir imponer en la isla un gobierno afin a los EEUU. El presupuesto anual de USAID en Cuba asciende a 26 millones de dólares que distribuyen entre 28 ONG que dicen ser independientes y luchar por la democracia. En Bolivia USAID ha sido acusada de sobornar líderes sociales y de conspirar contra el gobierno; el presidente Evo Morales advirtió recientemente que la agencia era una instancia de espionaje, no solo en Bolivia sino en toda Latinoamérica. El jefe regional de USAID Feierstein declaró que en Venezuela la agencia dedicaría 5 millones de dólares para “promover y proteger la democracia y los DDHH”; en Méjico y Colombia su organización haría importantes aportes en temas de seguridad, sin precisar mucho. A Colombia destinan unos 180 millones de dólares y unos 60 millones a México, Perú, Honduras y Guatemala
Recientemente el gobierno ruso decidió poner fin a las actividades de USAID en aquel país donde, igual que en muchos otros, esta Agencia maneja desde lejos a sus títeres para promover protestas que a todas luces tienen por objetivo desestabilizar el país y deslegitimar el gobierno
Ha quedado al descubierto que la ayuda “humanitaria” de la “filantrópica” USAID es la cobertura del intervencionismo que siempre ha buscado ejercer un control geopolítico en ciertas regiones del mundo y particularmente en Latinoamérica. Más vale mantenerse alerta.
Rectifico: Dos errores en mi columna del lunes pasado.Las elecciones en las que participó la UP fueron en el año 1986. En el Cesar fueron asesinados 5 de los 6 concejales de la UP
Por: Imelda Daza Cotes El control geopolítico del mundo resulta cada vez más complejo. Las tradicionales formas de “gobernarlo” son ahora menos funcionales. En el escenario mundial se está dando un reordenamiento y poco a poco emergen nuevos actores que empiezan a delinear otra arquitectura del poder. Latinoamérica es uno de ellos; con unos movimientos […]
Por: Imelda Daza Cotes
El control geopolítico del mundo resulta cada vez más complejo. Las tradicionales formas de “gobernarlo” son ahora menos funcionales. En el escenario mundial se está dando un reordenamiento y poco a poco emergen nuevos actores que empiezan a delinear otra arquitectura del poder. Latinoamérica es uno de ellos; con unos movimientos sociales de avanzada y con gobiernos nacionalistas unos, de izquierda otros, la región ha empezado a tomar distancia respecto de EEUU y ha cuestionado la penetración y la violación de su soberanía. Son varios los países que han decidido expulsar al principal ente intervencionista que es la agencia de ayuda al desarrollo conocida como USAID
La historia de USAID se remonta al Plan Marshall para reconstruir a Europa después de la II guerra mundial. Posteriormente en 1961 fue aprobada la Ley de Asistencia Exterior norteamericana, con base en la cual el presidente J.F. Kennedy creó la Agencia para el Desarrollo Internacional(USAID por sus siglas en inglés) para administrar la asistencia económico-“humanitaria” en el mundo; en la realidad resultó ser un gran aparato de control político y la mayor fuente de financiamiento de carácter ideológico dependiente del Departamento de Estado de EEUU para imponer su propia agenda en los “patios” del imperio.
La agencia maneja un presupuesto anual de mil millones de dólares para adelantar programas asistencialistas en Latinoamérica, el Caribe y el resto del mundo. Se trata de operaciones de injerencia en los asuntos internos de muchos países. La llamada asistencia social no es más que un disfraz para ocultar el intervencionismo. Con la falsa apariencia humanitaria, con un discurso altruista que invoca a Dios, proclama el amor, la fraternidad, la compasión y el fortalecimiento de la democracia, penetran los movimientos sociales para reorientarlos según los intereses de EEUU y sabotear gobiernos contrarios a las políticas e intereses norteamericanos. Para todo emplean métodos tan refinados y sutiles que a veces resulta difícil desenmascararlos; manipulan desde la distancia y se mueven detrás del telón
La presencia de USAID en Latinoamérica se ha intensificado en los últimos 20 años en los países que, a juicio de la CIA, son una amenaza para la estabilidad mundial. A través de organizaciones locales, a las cuales dotan de generosos presupuestos, se facilita la intromisión. De ahí en adelante es cuestión de sugerir proyectos y de apoyar su ejecución. La lista de episodios de este tipo es bastante larga y puede decirse que ningún país latinoamericano o caribeño ha escapado a la penetración de USAID, pero sin duda Cuba ha sido el que más interés les ha despertado y donde han desplegado todos los recursos para “favorecer una transición rápida y pacífica a la democracia” que en la práctica quiere decir imponer en la isla un gobierno afin a los EEUU. El presupuesto anual de USAID en Cuba asciende a 26 millones de dólares que distribuyen entre 28 ONG que dicen ser independientes y luchar por la democracia. En Bolivia USAID ha sido acusada de sobornar líderes sociales y de conspirar contra el gobierno; el presidente Evo Morales advirtió recientemente que la agencia era una instancia de espionaje, no solo en Bolivia sino en toda Latinoamérica. El jefe regional de USAID Feierstein declaró que en Venezuela la agencia dedicaría 5 millones de dólares para “promover y proteger la democracia y los DDHH”; en Méjico y Colombia su organización haría importantes aportes en temas de seguridad, sin precisar mucho. A Colombia destinan unos 180 millones de dólares y unos 60 millones a México, Perú, Honduras y Guatemala
Recientemente el gobierno ruso decidió poner fin a las actividades de USAID en aquel país donde, igual que en muchos otros, esta Agencia maneja desde lejos a sus títeres para promover protestas que a todas luces tienen por objetivo desestabilizar el país y deslegitimar el gobierno
Ha quedado al descubierto que la ayuda “humanitaria” de la “filantrópica” USAID es la cobertura del intervencionismo que siempre ha buscado ejercer un control geopolítico en ciertas regiones del mundo y particularmente en Latinoamérica. Más vale mantenerse alerta.
Rectifico: Dos errores en mi columna del lunes pasado.Las elecciones en las que participó la UP fueron en el año 1986. En el Cesar fueron asesinados 5 de los 6 concejales de la UP