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Columnista - 21 noviembre, 2013

El ingeniero agrónomo: un nuevo compromiso

Por Ciro Castro Castro Para celebrar nuestro día, instituido en la universidad nacional desde el 24 de noviembre de 1958, es necesario repensar   nuestro compromiso con la tierra. Los ingenieros agrónomos en forma tradicional se han  educado bajo los postulados (excepto la libertad de pensar  que nos permitía el espíritu universitario) de la revolución […]

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Por Ciro Castro Castro

Para celebrar nuestro día, instituido en la universidad nacional desde el 24 de noviembre de 1958, es necesario repensar   nuestro compromiso con la tierra.

Los ingenieros agrónomos en forma tradicional se han  educado bajo los postulados (excepto la libertad de pensar  que nos permitía el espíritu universitario) de la revolución verde, modo de producción agrícola creado en las sociedades industrializadas e impuesto al resto del mundo que consistía en la potenciación de las razas y las semillas mediante los llamados “paquetes” tecnológicos, es decir aplicación masiva de riego (nada nuevo), mecanización indiscriminada sin tener en cuenta la formación física del suelo, fertilizantes químicos( derivados del petróleo), pesticidas clorados, fosforados y nicotinoides todos  cancerígenos,- de uso como armas químicas en la segunda guerra mundial-, herbicidas defoliantes y alimentos concentrados.

Este modelo hizo que la agricultura se intensificara bajando de media a un cuarto de hectárea por habitante logrando mayor productividad.  La contrapartida a estos aumentos de la producción ha sido  la participación de la agricultura en la transformación de la ecosfera- que conforma todos los organismos presentes en la biosfera y las relaciones que se establecen entre estos con el medio ambiente-, en tecnosfera que es la capa creada por el hombre con tecnología a costa del deterioro ambiental y escasez de recursos, también incide  en  el calentamiento global,  el cambio climático, la acumulación de tóxicos que  pone en peligro la salud del planeta. Es así como antagónicamente han sido creadas alternativas  que buscan la salud con base en el consumo de alimentos  sanos y sistemas de producción  en armonía con la naturaleza.

Sí  al desarrollo tecnológico, pensando más en la conservación de los recursos genéticos locales y naturales, como semillas suelo y agua y con ello el bienestar de las futuras generaciones.                                  

La propuesta es “agricultura sostenible” que sirva para rescatar el conocimiento ancestral de los agricultores y mostrar alternativas que permitan desarrollar una producción agrícola con las exigencias actuales y futuras de conservación del ambiente.  Somos profesionales capaces de acceder a la mejor tecnología para producir agricultura de buena calidad; la reconversión de nuestros  conceptos es lo más dignificante  y un reto para ubicarnos mejor en esta confrontación ejercida por las trasnacionales en alianza con los gobiernos que se imponen a  los  países  del tercer mundo.

La INGENIERIA AGRONOMICA es  creadora de vida y el mejor homenaje que podemos hacernos en nuestro día, es seguir en la lucha unidos con los productores agropecuarios para lograr la independencia alimenticia y la sostenibilidad del campo

Presidente de la sociedad de ingenieros agrónomos del Cesar- Siacesar
[email protected]

 

 

 

 

 

 

 

Columnista
21 noviembre, 2013

El ingeniero agrónomo: un nuevo compromiso

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Ciro Castro Castro

Por Ciro Castro Castro Para celebrar nuestro día, instituido en la universidad nacional desde el 24 de noviembre de 1958, es necesario repensar   nuestro compromiso con la tierra. Los ingenieros agrónomos en forma tradicional se han  educado bajo los postulados (excepto la libertad de pensar  que nos permitía el espíritu universitario) de la revolución […]


Por Ciro Castro Castro

Para celebrar nuestro día, instituido en la universidad nacional desde el 24 de noviembre de 1958, es necesario repensar   nuestro compromiso con la tierra.

Los ingenieros agrónomos en forma tradicional se han  educado bajo los postulados (excepto la libertad de pensar  que nos permitía el espíritu universitario) de la revolución verde, modo de producción agrícola creado en las sociedades industrializadas e impuesto al resto del mundo que consistía en la potenciación de las razas y las semillas mediante los llamados “paquetes” tecnológicos, es decir aplicación masiva de riego (nada nuevo), mecanización indiscriminada sin tener en cuenta la formación física del suelo, fertilizantes químicos( derivados del petróleo), pesticidas clorados, fosforados y nicotinoides todos  cancerígenos,- de uso como armas químicas en la segunda guerra mundial-, herbicidas defoliantes y alimentos concentrados.

Este modelo hizo que la agricultura se intensificara bajando de media a un cuarto de hectárea por habitante logrando mayor productividad.  La contrapartida a estos aumentos de la producción ha sido  la participación de la agricultura en la transformación de la ecosfera- que conforma todos los organismos presentes en la biosfera y las relaciones que se establecen entre estos con el medio ambiente-, en tecnosfera que es la capa creada por el hombre con tecnología a costa del deterioro ambiental y escasez de recursos, también incide  en  el calentamiento global,  el cambio climático, la acumulación de tóxicos que  pone en peligro la salud del planeta. Es así como antagónicamente han sido creadas alternativas  que buscan la salud con base en el consumo de alimentos  sanos y sistemas de producción  en armonía con la naturaleza.

Sí  al desarrollo tecnológico, pensando más en la conservación de los recursos genéticos locales y naturales, como semillas suelo y agua y con ello el bienestar de las futuras generaciones.                                  

La propuesta es “agricultura sostenible” que sirva para rescatar el conocimiento ancestral de los agricultores y mostrar alternativas que permitan desarrollar una producción agrícola con las exigencias actuales y futuras de conservación del ambiente.  Somos profesionales capaces de acceder a la mejor tecnología para producir agricultura de buena calidad; la reconversión de nuestros  conceptos es lo más dignificante  y un reto para ubicarnos mejor en esta confrontación ejercida por las trasnacionales en alianza con los gobiernos que se imponen a  los  países  del tercer mundo.

La INGENIERIA AGRONOMICA es  creadora de vida y el mejor homenaje que podemos hacernos en nuestro día, es seguir en la lucha unidos con los productores agropecuarios para lograr la independencia alimenticia y la sostenibilidad del campo

Presidente de la sociedad de ingenieros agrónomos del Cesar- Siacesar
[email protected]