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Columnista - 18 octubre, 2015

El hermano Elías

La ciencia oculta, actividad con que se conoce ciertas prácticas y creencias misteriosas, con la que algunas personas creen desarrollar poderes ocultos, con que curan males, que no dan para aliviar los médicos, nuestros juglares siempre han sido personas inclinados por estos personajes que practican la quiromancia o espiritismo y que al probar sus pócimas […]

La ciencia oculta, actividad con que se conoce ciertas prácticas y creencias misteriosas, con la que algunas personas creen desarrollar poderes ocultos, con que curan males, que no dan para aliviar los médicos, nuestros juglares siempre han sido personas inclinados por estos personajes que practican la quiromancia o espiritismo y que al probar sus pócimas y exorcismos, los han catapultado en el tiempo con sus cantos. Es el caso del Viejo Emiliano con el Indio Manuel María que vivió en Guayacanal; Calixto Ochoa exaltó al profesor Beleño, quien según él, le curó sus males del corazón cuando aún deambulaba por estas tierras fértiles para su musa, el primero en resaltar a estos personajes fue el maestro Luis Enrique Martínez, donde nos relata las brujerías en la población de Caraballo, Bolívar, donde según, al millonario Luis Mariano, Joaco, el brujo del pueblo, que no tenía más que un burro flaco y orejón, le quitó la mujer a punta de bebedizo.

Esa es la actividad que ha realizado el hermano Elías, quien fue inmortalizado por ‘El Cacique’ Diomedes Díaz, en el último disco que grabó en su importante paso por el folclor del Valle.

Elías José Campo es oriundo de Aguachica, Cesar, fue llevado a la tierra del petróleo, Maracaibo, a la edad de seis meses, donde fue bautizado y criado, allí creció y ha vivido la mayor parte de sus 70 años labrando la tierra, a la edad de doce años ya era conocido como el brujo, actividad que aprendió de su padre quien era de Cúcuta. Posteriormente trabajo como líder agrario de los campesinos del estado del Zulia.

El hermano Elías se especializó en las enseñanzas de la diosa afro María Lionza, que habitó las sierras de Yaracuy, Elías bebió de la fuente del Negro Felipe y el indio Guaicaipuro.

Un empresario musical fue quien llevó a Diomedes Díaz donde Elías, quien ya había escuchado de su nombre en Maracaibo y quería conocer las bondades de sus conocimientos para que lo aliviara, ya que ni los médicos podían hacerlo, fue un encuentro emotivo, como lo relata Diomedes en su canción.

Es un enviado de dios con mucha sabiduría
Y goza de la simpatía de la gente que salvado
Diomedes lo ha comprobado con el mal que se sentía
Que no comía ni dormía y ya no quería cantar.
Y solo el hermano Elías fue el que me pudo curar.

Fueron veinte años que demoró ‘El Cacique’ en grabar este canto, sus familiares y amigos y mujeres le pedían que no lo hiciera, tenían recelo, decían que era nefasto por sus prácticas espiritistas, un sector de su fanaticada responsabiliza a Elías de la muerte de su ídolo, dicen que la virgen del Carmen lo abandonó por sus andanzas con el brujo.

Elías, anciano y con 29 hijos, está en Valledupar pidiendo ayuda económica para operarse en la clínica Ardila Lule de un mal que lo está dejando ciego.

Columnista
18 octubre, 2015

El hermano Elías

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

La ciencia oculta, actividad con que se conoce ciertas prácticas y creencias misteriosas, con la que algunas personas creen desarrollar poderes ocultos, con que curan males, que no dan para aliviar los médicos, nuestros juglares siempre han sido personas inclinados por estos personajes que practican la quiromancia o espiritismo y que al probar sus pócimas […]


La ciencia oculta, actividad con que se conoce ciertas prácticas y creencias misteriosas, con la que algunas personas creen desarrollar poderes ocultos, con que curan males, que no dan para aliviar los médicos, nuestros juglares siempre han sido personas inclinados por estos personajes que practican la quiromancia o espiritismo y que al probar sus pócimas y exorcismos, los han catapultado en el tiempo con sus cantos. Es el caso del Viejo Emiliano con el Indio Manuel María que vivió en Guayacanal; Calixto Ochoa exaltó al profesor Beleño, quien según él, le curó sus males del corazón cuando aún deambulaba por estas tierras fértiles para su musa, el primero en resaltar a estos personajes fue el maestro Luis Enrique Martínez, donde nos relata las brujerías en la población de Caraballo, Bolívar, donde según, al millonario Luis Mariano, Joaco, el brujo del pueblo, que no tenía más que un burro flaco y orejón, le quitó la mujer a punta de bebedizo.

Esa es la actividad que ha realizado el hermano Elías, quien fue inmortalizado por ‘El Cacique’ Diomedes Díaz, en el último disco que grabó en su importante paso por el folclor del Valle.

Elías José Campo es oriundo de Aguachica, Cesar, fue llevado a la tierra del petróleo, Maracaibo, a la edad de seis meses, donde fue bautizado y criado, allí creció y ha vivido la mayor parte de sus 70 años labrando la tierra, a la edad de doce años ya era conocido como el brujo, actividad que aprendió de su padre quien era de Cúcuta. Posteriormente trabajo como líder agrario de los campesinos del estado del Zulia.

El hermano Elías se especializó en las enseñanzas de la diosa afro María Lionza, que habitó las sierras de Yaracuy, Elías bebió de la fuente del Negro Felipe y el indio Guaicaipuro.

Un empresario musical fue quien llevó a Diomedes Díaz donde Elías, quien ya había escuchado de su nombre en Maracaibo y quería conocer las bondades de sus conocimientos para que lo aliviara, ya que ni los médicos podían hacerlo, fue un encuentro emotivo, como lo relata Diomedes en su canción.

Es un enviado de dios con mucha sabiduría
Y goza de la simpatía de la gente que salvado
Diomedes lo ha comprobado con el mal que se sentía
Que no comía ni dormía y ya no quería cantar.
Y solo el hermano Elías fue el que me pudo curar.

Fueron veinte años que demoró ‘El Cacique’ en grabar este canto, sus familiares y amigos y mujeres le pedían que no lo hiciera, tenían recelo, decían que era nefasto por sus prácticas espiritistas, un sector de su fanaticada responsabiliza a Elías de la muerte de su ídolo, dicen que la virgen del Carmen lo abandonó por sus andanzas con el brujo.

Elías, anciano y con 29 hijos, está en Valledupar pidiendo ayuda económica para operarse en la clínica Ardila Lule de un mal que lo está dejando ciego.